La Feria del Libro más feminista arranca con el temor de los libreros sobre su futuro en el Retiro
- La lluvia obliga a aplazar la ceremonia de inauguración y trae menos asistentes
- 400 actividades, 363 casetas y unas 4.000 firmas componen esta 77 edición
- Rumanía es el país invitado, con la participación del autor Mircea Cartarescu
- El cierre del jueves y los protocolos de seguridad resienten la organización
La Feria del Libro de Madrid ha arrancado su 77 edición sin ceremonia de inauguración, aplazada por la lluvia, y con la imagen del Paseo de Coches del Parque del Retiro casi desangelada. Una hora después de la apertura, algunos expositores aún terminaban de montar sus casetas debido a la evacuación del parque un día antes por la alerta de viento. Aún así, la feria está “en pleno funcionamiento” y hasta el próximo 10 de junio, explica a RTVE.es Manuel Gil, director de la misma.
El programa sigue intacto: 400 actividades, 363 casetas y unas 4.000 firmas tanto nacionales como internacionales, y donde el feminismo está más presente que nunca, según reconoce su director.
En primer lugar, en muchos de los libros expuestos. Un librero de La Central comenta que entre sus títulos más vendidos está el ensayo feminista de Leticia Dolera, Morder la manzana, aunque también cuentan con importante presencia otros como Ordesa, de Manuel Vilas o Arte como terapia, de Alain de Botton y John Armstrong.
Añade que “todo lo relacionado con estudios de género es uno de los temas más importantes del momento, tanto en ensayos como en ficción, donde los autores incluyen este tema con mayor naturalidad”, también porque “las editoriales se interesan cada vez más por estos temas”.
Un cartel por la visibilidad
El cartel de la feria este año es un reflejo de este 2018 en la que tanta visibilidad han tenido las mujeres. Creado por Paula Bonet, “es un homenaje a una serie de escritoras de la literatura universal y que se hace extensible a las lectoras de la feria, que el año pasado fueron entorno al 65% de las asistentes”, explica Manuel Gil.
Sin embargo, todavía siguen siendo más los autores hombres que acuden a firmar que las mujeres. “Vamos a medir la proporción de los que van a firmar para comunicarle a las editoriales –que son las que se encargan de traer a los firmantes- la necesidad de un equilibrio más razonable y de la visibilización de las mujeres escritoras”, añade el director de la Feria.
Por ello, la Feria del Libro contará este año con varias mesas redondas en apoyo al movimiento Mujeres del Libro –colectivo formado el pasado mes de marzo para reflexionar sobre el papel de la mujer en el sector-, en las que se debatirán cuestiones como la brecha salarial, el acceso a puestos directivos o la conciliación.
Y cierto es que las autoras se cuelan cada vez más entre los superventas. Virginia, responsable a cargo de la caseta de FNAC, a María Dueñas en el ‘top ventas’, junto con Almudena Grandes y Camila Lackberg.
Novela y poesía juvenil: romántica e ‘influencer’
El otro gran ‘boom’ lo está viviendo la literatura infantil y juvenil, que cuenta con mayor presencia en la feria con un pabellón de actividades “ocupado desde que abre hasta que cierra”.
Para los adolescentes y jóvenes de hasta 25 años, el mayor interés se centra, según una responsable de la FNAC, en la literatura romántica tipo Megan Maxwell o Isabel Benavent, pero también en youtubers, blogeros e influyentes de Instagram que han publicado sus libros.
"Es gente que sale en los medios, con mucha presencia en redes sociales y otros que han sido cantautores antes que poetas, en los que están dedicadas en exclusiva varias editoriales con mucho éxito”, explica.
Descubriendo Rumanía a través de Mircea Cartarescu
Con Rumanía como país invitado en esta edición, la conferencia inaugural de esta edición tiene lugar este viernes a las 19:00 encargada al escritor rumano Mircea Catarescu, “el autor internacional más conocido de Rumanía, totalmente mediático”, explica Manuel Gil. “Su última obra Solenoide se convertirá en un clásico y él está en todas las quinielas para ser Premio Nobel”, añade.
Pese a que no hay mucha presencia de autores rumanos, España es el país que más traducciones hace de este idioma. Para promocionar su literatura, Rumanía ha invitado a 30 de sus autores a la Feria del Libro.
De aquí a que termine la Feria del Libro el 10 de junio, la organización estima que pasarán por ella unos 2,4 millones de personas, unos ingresos por ventas “por encima de los diez millones de euros” y que se compren más de 600.000 ejemplares.
El director desmiente los rumores sobre el futuro en El Retiro
Uno de los mayores temores comentados por los libreros a RTVE.es es que el Ayuntamiento decida trasladar la Feria fuera del Parque del Retiro, a raíz de la evacuación el jueves y de los problemas de organización. El director de la Feria lo ha desmentido tajantemente: “Puedo transmitir la voluntad del Ayuntamiento de que la Feria esté permanentemente en el retiro”.
Aún así, los libreros han sufrido las consecuencias de los nuevos protocolos del consistorio de Manuela Carmena y la evacuación del jueves, en pleno proceso de preparación para la apertura. Algunas casetas todavía se encontraban preparando sus expositores horas después de la apertura.
“Han dejado sólo dos puntos de carga y descarga, que han sido un desastre con la lluvia. Quieren proteger los árboles a toda costa y no meter vehículos que contaminen, y es comprensible, pero el éxito de la feria es el Retiro”, lamentaban desde FNAC.
Bruno Otero, de la Editorial Edebé, criticaba las dificultades para “la entrada de material, la logística y la instalación de los servicios que abastecen a los expositores”, así como que “se han recortado los metros cuadrados de las casetas por seguridad”. “Han sido muy estrictos este año y lo han complicado bastante”, explica.
Uno de los responsables de Lorca Libros ha destacado que “el gremio de libreros ha funcionado” y que los problemas han venido de la gestión del Ayuntamiento.
Manuel Gil ha zanjado cualquier rumor afirmando que la Feria del Libro en el Retiro es “un icono nacional”, pero sí considera que los protocolos puedan endurecerse en el futuro, especialmente a raíz de la muerte de un niño de cuatro años el pasado mes de marzo por la caída de una rama.