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EE.UU. levantará las sanciones a la tecnológica china ZTE tras llegar a un acuerdo con la compañía

  • Trump dice que la empresa debe pagar una multa de 1.300 millones de dólares
  • Críticas al acuerdo por parte de los demócratas y del republicano Marcos Rubio

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Imagen de archivo de un teléfono de ZTE
Imagen de archivo de un teléfono de ZTE.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado que su Gobierno ha llegado un acuerdo con el gigante chino de las telecomunicaciones ZTE por el que permitirá a la compañía volver a operar en el país, después de que en abril el Departamento de Comercio prohibiera a las empresas locales la compra de sus componentes.

El acuerdo, del que informó primero el diario The New York Times,  contempla el pago de una multa millonaria por parte de la empresa, así como la aceptación de la presencia de inspectores estadounidenses para certificar que ZTE no vuelve a violar un acuerdo previo alcanzado en 2017.

"Yo la cerré (ZTE) y ahora le permito reabrir con altas garantías de seguridad, un cambio en su gestión y dirección, deben comprar componentes estadounidenses y pagar una multa de 1.300 millones de dólares", ha aseverado Trump en un mensaje en Twitter.

El presidente, además, ha acusado al Gobierno de Barack Obama y al líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, "de haber permitido a ZTE crecer sin controles de seguridad".

Se había prohibido durante siete años la compra de componentes a ZTE

La empresa ZTE acordó el 7 de marzo del año pasado pagar una multa de 1.192 millones de dólares (unos 1.022 millones de euros al cambio actual) al Gobierno estadounidense por violar la prohibición de realizar exportaciones a Irán y se comprometió, además, a sancionar a los directivos que habían decidido llevar a cabo estas operaciones comerciales.

Sin embargo, el mes pasado Washington acusó a ZTE de no cumplir con su compromiso de tomar medidas disciplinarias contra sus empleados y de intentar ocultar este hecho. Como consecuencia, el Departamento de Comercio de EE.UU. decidió prohibir durante siete años la compra de componentes de la empresa china a las compañías locales, motivo por el que la tecnológica anunció que cesaba sus principales operaciones.

Esta situación se volvió un importante escollo en las negociaciones comerciales que mantienen Washington y Pekín en estos momentos, lo que llevó hace un par de semanas a Trump a urgir a su propia Administración a que revisara la sanción. La decisión del mandatario fue vista como una concesión a China por parte de algunos sectores de Washington.

Schumer -el líder demócrata en el Senado- ha insistido en este punto y, parafraseando el lema de campaña del ahora inquilino de la Casa Blanca, escribió en su cuenta de Twitter que de cumplirse la suspensión de las sanciones, "Trump estaría ayudando a que China vuelva a ser grande otra vez". También el senador republicano Marco Rubio, uno de los más firmes críticos con la empresa china, mostró su disgusto con esta medida al asegurar en las redes sociales que éste "es un gran acuerdo... para ZTE y China".