Irlanda dice 'sí' a liberalizar el aborto en un referéndum histórico tras décadas de división
- La reforma gana con el 66,4% de votos frente al 36,4% a favor del 'no'
- El 'no' supera al 'sí' en una de las 40 circunscripciones, Donegal
- El primer ministro destaca la "unidad" del país tras décadas dividido
- La campaña por el 'no' admite la derrota y habla de "tragedia histórica"
El sí a la reforma del aborto en Irlanda ha ganado con el 66,4% de los votos (1.429.981 de votos) frente al 36,4% (723.632 votos) que ha defendido la legislación vigente en un referéndum histórico. Los resultados definitivos dan al Gobierno del partido democristiano Fine Gael vía libre para cambiar la ley y permitir el aborto en todas las circunstancias durante las primeras doce semanas de embarazo y, en casos excepcionales, hasta las veinticuatro.
Un 64,1% del electorado ha votado, lo que supone participación más alta desde el referéndum sobre la legalización del divorcio de 1996, después del cual se han celebrado veintiún plebiscitos más.
Solo en un condado, el de Donegal, se ha impuesto el 'no' a la reforma, con el 51,9% de los votos, como ocurrió en la consulta sobre el matrimonio homosexual de 2015, cuando solo una circunscripción de la Irlanda rural dijo "no", en un país profundamente católico.
El cambio previsto es enorme, pues, todavía hoy, nueve mujeres de este país, según cifras oficiales, viajarán al extranjero para abortar y tres tomarán una píldora comprada por internet para terminar su embarazo, sin la asistencia de un médico por la amenaza de penas de cárcel de hasta 14 años para ambos.
"Lo que hemos visto hoy es la culminación de una revolución silenciosa que ha ocurrido en los últimos diez o veinte años", ha celebrado el primer ministro, Leo Varadkar, quien ha asegurado que las urnas le han otorgado un mandato firme para liberalizar la legislación vigente, una de las más duras de Europa, y que los resultados demuestran la unidad del país en un asunto que ha provocado división durante décadas.
Dos encuestas efectuadas a pie de urna por la cadena pública RTE y el diario Irish Times ya habían indicado que el "sí" había obtenido el 69 y el 68% de apoyo, respectivamente.
Una "tragedia histórica" para los no abortistas
Tras estos sondeos, y antes de conocerse los primeros resultados oficiales, la campaña del "no" a la reforma admitía su derrota y aseguraban que el "sí" del electorado irlandés "es una tragedia de proporciones históricas".
"El aborto estaba mal ayer y sigue estando mal hoy", ha declarado en un comunicado Cora Sherlock, portavoz de la plataforma provida "Save the Eighth" ("salvad la octava"), unos de los grupos más visibles durante la campaña de esta consulta.
La activista aseguró que sus integrantes se opondrán a la reforma de ley propuesta por el Gobierno del partido democristiano Fine Gael. "Es un día muy triste para Irlanda porque la gente ha votado a favor del aborto", ha dicho Sherlock, mientras continúa el recuento de sufragios.
Se retira la Octava Enmienda
Por el contrario, el ministro de Sanidad, Simon Harris, uno de los principales impulsores del cambio, ha indicado que "hoy en un día muy emotivo" para él y para todas las mujeres de este país que "han padecido", solas o con sus parejas, "crisis durante sus embarazos".
"En vez de decirles que cojan el barco, ahora les damos la mano y les decimos que cuidaremos de ellas", ha destacado Harris, en referencia a la miles de mujeres de este país que viajan cada año al extranjero para abortar, nueve a diario, debido a las restricciones de la legislación vigente, una de las más duras de Europa.
El Gobierno había pedido a la ciudadanía que se pronunciara sobre la eliminación de la llamada Octava Enmienda, incluida en 1983 en la Constitución, y que garantiza de igual manera el derecho a la vida del "no nacido" y de la madre. Según este artículo, solo se le permite a la mujer abortar en caso de que el embarazo suponga un riesgo para la salud.
En un referéndum celebrado en 1992, las mujeres se ganaron el derecho a salir del país para abortar, si bien siguió siendo ilegal en casa, y en el de 2002 el electorado rechazó avances al respecto, cuando la influencia de la Iglesia católica era aún fuerte y se desconocían los miles de casos de abusos sexuales cometidos contra menores.
Con la primera ley del aborto aprobada en el país en 2013, ya con el Ejecutivo del Fine Gael, se empezó a contemplar la posibilidad de abortar cuando hubiera riesgo de suicidio. La ley contempla, además, penas de cárcel de hasta 14 años para las mujeres y los profesionales de la sanidad que lo procuren al margen de las normas.
La ley entrará en vigor a finales de 2018
El triunfo del "sí", ha dicho Leo Varadkar, líder del Fine Gael desde 2017, es fruto de la "democracia directa" que ha abrazado este país, reflejada, por ejemplo, en la llamada "Convención Ciudadana", establecida por el Gobierno en 2015 para estudiar a fondo esta cuestión y plantear propuestas para una nueva ley del aborto.
Compuesta por un centenar de personas representativas de diferentes sectores de la sociedad, escuchó durante dos años los testimonios, entre otros, de expertos legales y médicos sobre el aborto, así como el de mujeres afectadas.
Sus recomendaciones sirvieron de base para que el Gobierno redactara, dentro de una comisión multipartita, un proyecto de ley que espera tramitar en las próximas semanas en el Parlamento, sin apenas oposición, para que entre en vigor a final de este año.
El trabajo de la Convención abrió los ojos a muchos políticos, como al líder de la oposición y del partido centrista Fianna Fáil, Michéal Martin, quien se puso del lado del Gobierno en este tema, a pesar de que la mayoría de sus diputados estaban en contra o no se pronunciaron.
"La ciudadanía ha ido por delante de nosotros", ha recordado Mary Lou McDonald, presidenta del Sinn Féin -tercera fuerza nacional-, quien también ha apoyado a Varadkar y ha sido una de las caras más visibles del "sí".
El Sinn Féin, no obstante, consultará ahora a las bases para dar el visto bueno a los puntos más controvertidos de la nueva ley, lo que demuestra las tensiones internas que aún provoca el aborto en este país.