Las familias de las víctimas del Yak-42 piden un homenaje institucional que no llega 15 años después de la tragedia
- Es la mayor tragedia en la historia de las fuerzas armadas españolas
- Murieron 61 militares y un guardia civil que regresaban de Afganistán
- Los familiares recuerdan a las víctimas, pero sin acto oficial de Defensa
El 26 de mayo de 2003 se produjo al noreste de Turquía la mayor tragedia en la historia de las fuerzas armadas españolas al estrellarse un avión Yakovlev 42 con 61 militares y un guardia civil a bordo que regresaban de una misión de paz en Afganistán. Todos murieron en ese accidente, junto con 13 miembros de la tripulación (12 ucranianos y 1 bielorruso).
Quince años después, los familiares se han reunido de nuevo en el monumento memorial en Zaragoza para recordarlos. Velas, rosas rojas y gladiolos recuerdan a las víctimas en un acto organizado por las familias, que siguen pidiendo un homenaje institucional que no llega.
Para el que fuera presidente de la ya disuelta Asociación de Familiares de Víctimas del Yak-42, Miguel Ángel Sencianes, el Ministerio de Defensa "ha perdido la oportunidad" al no organizar un homenaje a las víctimas, algo prometido por la actual ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, puesto que "no reparar y pasar página" es, en sus palabras, "un error".
"Hubiera estado muy bien que hubieran podido reparar con las familias e incluso con los soldados muertos el honor y tanta mentira desde el Ministerio en las manos del señor Trillo", ha dicho en referencia al quien ocupaba en el momento del accidente la cartera de Defensa, Federico Trillo.
Las familias siempre defendieron que aquella fue una tragedia evitable y aún reclaman la responsabilidad de personas concretas, indemnizaciones -además de ese homenaje oficial-, aunque desde enero del año pasado tienen el informe del Consejo de Estado, asumido por el Gobierno, en el que se les da la razón. Tras ese informe, el Ejecutivo del PP reconoció la responsabilidad del Estado en la tragedia y la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, pidió perdón.
Aquel informe afirmó que el avión nunca debió volar, declaró la responsabilidad patrimonial del Ministerio de Defensa, a cuyo frente estaba entonces Federico Trillo, y advirtió de la existencia de irregularidades en las contrataciones de vuelos para el transporte de tropas a misiones internacionales. Tras la publicación del documento y su asunción por parte del Gobierno, Trillo abandonó el cargo de embajador de España en el Reino Unido.
La mitad de las víctimas, mal identificadas
Además de los fallos en la supervisión de las condiciones de seguridad de los vuelos contratados por el Ministerio de Defensa para trasladar a las tropas en misiones internacionales, la tragedia del Yak-42 se vio envuelta en otra polémica cuando, un año después del siniestro, se comprobó que casi la mitad de las víctimas fueron mal identificadas por la premura en llevar los restos de vuelta a España para el funeral.
Ya en 2005, cuando se había iniciado la instrucción del caso en la Audiencia Nacional, la Comisión Internacional de Investigación concluyó que las causas del siniestro fueron el cansancio de la tripulación y deficiencias de mantenimiento.
Tras una serie de archivos y reaperturas, los familiares continuaron exigiendo responsabilidades penales por la contratación del avión y llegaron incluso a presentar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos un recurso contra la no celebración del juicio por las supuestas irregularidades en el proceso de contratación.
Mientras, respecto a las identificaciones erróneas, fueron condenados en 2009 tres mandos militares: por falsear de forma consciente la identificación, uno de ellos, y como cómplices de la falsedad documental, los otros dos. En 2012 el Gobierno les concedió el indulto parcial.
Pese a todo, José Antonio Gracia, hermano de uno de los fallecidos, ha expresado así los sentimientos de los familiares durante el homenaje celebrado en Zaragoza: "Es la primera vez en 15 años que hemos venido con una actitud de paz, de tranquilidad; ya no tenemos esa rabia, esa ira contenida que teníamos antes por tanta injusticia y tanto maltrato".
Para él, por primera vez se han reunido para "pasar un rato tranquilo y hablar de otras cosas además del Yak", una sensación "agradable y también necesaria", ha incidido. El antiguo presidente de la asociación de familiares, Miguel Ángel Sencianes, ha añadido que a pesar de que "no ha habido justicia", las familias están "muy satisfechas" con su trabajo.