Observatorio de Seguridad: "Una noticia falsa puede tener el mismo poder que un machete o una bala"
- La difusión de los bulos puede arruinar empresas o hacer caer un gobierno
- Las instituciones europeas quieren blindarse ante una amenaza que se extiende
- El debate para combatirlas se mueve entre dos aguas: educación y regulación
¿Quién puede resistirse a un buen puñado de mentiras? Divierten, escandalizan, sorprenden, y aún cuando el consumidor de estos contenidos sabe que son falsos, los distribuye con el objetivo de agitar a su pequeña audiencia: en ocasiones cientos de personas en grupos de Whatsapp, o miles en redes sociales.
El resultado son bulos que acaban extendiéndose y pueden llegar a arruinar empresas, o a hacer caer un gobierno. Hablamos de las modernas fake news, las trolas de toda la vida.
Asuntos como el 'Brexit' o la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos han puesto en guardia a parte de la comunidad internacional contra las noticias falsas. Incluso un informe de Defensa apuntó a que Rusia aprovechó "el órdago catalán para desestabilizar a España".
Puede señalarse por tanto que las fakes news pueden decantar el voto, generar un caldo de opinión favorable o desfavorable respecto a una ideología o partido, o pueden hundir en la bolsa a empresas que invierten millones en imagen y en seguridad.
Es, en los casos más extremos, según el director del Observatorio Internacional de Seguridad, Manuel Gazapo, una suerte de terrorismo sin violencia: "Una noticia falsa puede tener el mismo poder que un machete o una bala, lo hemos visto en Estados Unidos y en el Reino Unido", afirma.
Europa, próximo escenario de la guerra digital
En un año Europa celebra elecciones al Parlamento. Ya no estará el Reino Unido, donde no se ahorran 350 millones de libras semanales en sanidad como prometían los eurófobos y donde los trabajadores europeos no han dejado ni van a dejar sus empleos para los parados nacionales. Son algunas de las mentiras que alimentaron el referéndum del 'Brexit'.
Las instituciones europeas quieren blindarse frente a esta amenaza que se extiende. Jaume Duch, portavoz del Parlamento Europeo, en el foro FakeNews organizado por la oficina del Parlamento Europeo en España junto con la Alianza de Medios Líderes en Europa, advierte del problema "junto a la evolución de las tecnologías de la comunicación se está convirtiendo en un fenómeno tóxico para el derecho a una información de calidad, con consecuencias cada vez más imprevisibles".
¿Poner puertas al campo o educar a la audiencia?
El director del Observatorio Internacional de Seguridad cree que la vacuna frente a las noticias falsas pasa por que la audiencia sepa identificar las fuentes de información, la calidad y la fiabilidad de un medio, o de una noticia "en un mundo globalizado donde todos estamos interconectados y somos interdependientes el trabajo para hacer frente a este tipo de amenazas pasa por educar a la audiencia y dotarla de instrumentos para identificar qué noticia es real y cuál no".
Gazapo añade que hay que "ver el ADN de la noticia, al tiempo que hay que implantar una regulación de acuerdo con usuarios y grandes empresas del ciberespacio, sin esa colaboración será muy difícil hacer frente al problema de las fakenews".
En el parlamento europeo el debate se mueve entre esas dos aguas: la educación y la regulación, siempre con la línea roja de la libertad de expresión.
Regulación, cooperación o educación: cuatro visiones
En el foro FakeNews quedó claro que los propios eurodiputados no tienen muy claro cómo afrontar la amenaza de las noticias falsas. Pilar del Castillo, del PP, cree que hay mecanismos de intervención que se pueden coordinar en todos los países europeos para detectar y actuar frente a las noticias falsas, y "evitar que esas informaciones desestabilicen la opinión pública".
Maite Pagazaurtundúa, de UPyD, cree que la cooperación es fundamental y "no es sólo un tema de legislación". "Los Estados tienen que entender que en esto el concepto de nación es decimonónico".
Iratxe García, del PSOE, apunta al problema del anonimato, desde el que "se lanzan campañas contra personas e instituciones". "Hay que frenar esto conjugando la regulación con la libertad de expresión", matiza.
Miguel Urban, de Podemos, recuerda que las noticias falsas han sido utilizadas desde hace siglos de una forma geoestratégica "incluso desde los gobiernos para justificar guerras, o desde grupos de poder para avalar inversiones".
La quinta oleada terrorista: terror cibernético
La alarma de la comunidad internacional se ha activado frente a las próximas elecciones europeas pero el problema es global y está extendido.
Enlaza con fenómenos como la propaganda yihadista, y requiere de refuerzos en los Servicios de Inteligencia, y de colaboración de los grandes gigantes tecnológicos.
"David Rappoport advirtió de las cuatro oleadas terroristas, en la cuarta el terror se parapeta en la manipulación religiosa para justificar lo que hace. Es posible que entremos en una quinta oleada: el terrorismo cibernético, el uso del ciberespacio. Requiere que el ciudadano colabore con los servicios de seguridad con nuestros estados y vecinos, si no es imposible ser efectivos", añade el director del Observatorio Internacional de Seguridad.