Benjamin Lacombe, el mago de la ilustración
- El artista francés publica Curiosidades, un imaginativo repaso visual a sus 15 años de carrera
- La mejor forma para introducirse en el mágico mundo del ilustrador
Actualmente hay muchos grandes ilustradores pero sólo unos pocos son magos capaces de crear sus propios universos tan imaginativos como reconocibles. Y uno de los mejores es Benjamin Lacombe (París, 1982), que nos invita a cruzar el espejo mágico para introducirnos en su particular País de las Maravillas con el libro Curiosidades. Una monografía. 2003-2108 (Edelvives). Un repaso a sus 15 años de carrera, que lo han convertido en uno de los ilustradores más solicitados del mundo.
No es casual que (en la imágen con la que se abre el libro) el fotógrafo parisino Sebastien Farrauto retrate a Lacombe como el maestro de de ceremonias de la mítica película La parada de los monstruos (incluyendo seis brazos), o como un mago con su chistera. Porque el propio autor ejerce de presentador de su obra, en un repaso cronológico en el que nos abre las puertas a su estudio artístico y a su universo creativo. Su extensa obra ha sido publicada en numerosos idiomas y sus ilustraciones han protagonizado exposiciones en diferentes países.
El autor nos revela en estas páginas, mediante textos, ilustraciones, bocetos y fotografías, su manera de abordar y desarrollar los proyectos, sus intereses y pasiones, sus fuentes de inspiración... en un personal y fascinante recorrido por su extensa trayectoria profesional, desde los bocetos iniciales hasta los cuadros al óleo. Toda su obra está publicada en España por Edelvives.
15 años de magia
Un autor que "nunca deja de soñar" (como destaca en el prólogo de este libro su pareja personal y artística, el escritor Sébastien Perez), y que consigue hacer realidad esos sueños con sus ilustraciones, llenas de magia. Y en las que todo es posible.
Un mundo tan original y sorprendente como reconocible, que el ilustrador atesora en libros que no solo son una bonita sucesión de ilustraciones sino que consiguen sorprendernos constantemente. De ahí su pasión por el libro-objeto.
Por eso Lacombe controla personalmente todos los aspectos de sus obras, desde la tipografía (que muchas veces crea él mismo), el formato, el color, el papel... hasta la publicidad. Así ha creado obras tan inclasificables como Madama Butterfly, que es una adaptación libre de la ópera de Giacomo Puccini y el libro Madame Chrysanthème, de Pierre Loti. Un espectacular volumen que es un desplegable de 10 metros de longitud.
También crea preciosas muñecas artesanales con algunos de sus personajes que suele incluir en sus habituales exposiciones por todo el mundo. Exposiciones como la de Memories, que también destaca en el libro. Una muestra que, según el autor: "Evoca mis recuerdos y también las imágenes sobre las que se ha construido mi universo artístico".
Ante todo un cuentista
Y como los mejores magos, Lacombe es un gran narrador, un gran cuentista, que sabe entretenernos con historias mágicas mientras prepara ese truco, esa imagen, con la que nos deja con la boca abierta. El propio Benjamin Lacombe reconoce lo importante que son los cuentos de hadas en su obra: "Los cuentos se convierten en clásicos que, por su carácter universal, trascienden los lugares y las épocas".
En el libro Lacombe también confiesa que el tema central de su trabajo es la infancia: "Una fuente inagotable de inspiración, una frontera delicada, frágil y difícil de captar". Por eso, en sus trabajos más infantiles, como Los superhéroes odian las alcachofas, el autor siempre se ha dirigido a los niños con un gran respeto por su inteligencia".
Otras de las obsesiones de Lacombe
La historia y los personajes históricos ocupan un lugar prominente en la obra de Lacombe (Frida, Maria Antonieta) "Cuando me interesa un periodo o un personaje histórico, necesito leerlo todo y aprenderlo todo sobre el tema -asegura-. Es como si el hecho de adquirir ese saber enciclopédico me diera más confianza y autoridad para hablar del tema en cuestión".
Otra de las obsesiones de Lacombe es la naturaleza, como en El herbario de las hadas. "En toda forma natural -asegura- siempre hay una lógica, y para aprender a dibujarla es preciso observarla y comprenderla. La naturaleza es como un cuadro de composición perfecta que quiero tratar de alcanzar".
También Asia, especialmente Japón, ya que el ilustrador confiesa que se crió viendo animes japoneses. "Este continente es un tema al que vuelvo con frecuencia, pues me parece el sumun del refinamiento". Una de las obras más destacadas en ese sentido es la mencionada Madama Butterfly.
El libro también incluye un apartado sobre Las Sombras, sobre la parte oscura y gótica del trabajo de Lacombe reflejada en obras como Cuentos Macabros, Nuestra Señora de París o Carmen. "Como decía Víctor Hugo, a quien he tenido el placer de ilustrar: "No confundáis lo sombrío con lo oscuro. Lo oscuro acepta la idea de felicidad: lo sombrío acepta la idea de grandeza"
Y Curiosidades acaba, como no podía ser de otra forma, con un apartado de rarezas. Ilustraciones que son un desafío para nuestros sentidos. "Siempre me ha interesado más lo raro y lo extravagante que lo normal. No hay nada más aburrido que la normalidad".
Nunca repite sus mejores trucos
Lo mejor de Sebastian Lacombe es que, como los mejores magos, nunca repite sus mejores trucos, sino que siempre intenta superarlos con otros nuevos y más espectaculares. Cada nuevo libro es un reto, un desafío. Como las ilustraciones que nos hipnotizan desde este libro.
Además, hasta ahora Benjamin Lacombe ha demostrado que su imaginación no conoce límites y que su chistera sigue llena de mundos sorprendentes a la espera de saltar a las páginas de sus libros.
Por cierto que, en estos últimos años, hemos podido hablar con Lacombe en numerosas ocasiones. Tenéis algunas de esas entrevistas al final de esta noticia.