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La incertidumbre en Italia revive en los mercados financieros la pesadilla de la crisis del euro

  • Las Bolsas han caído con fuerza y las primas de riesgo se han disparado
  • Temen que el país deje el euro si la Liga y 5 Estrellas ganan futuras elecciones
  • La situación de España pesa, pero menos, en esas turbulencias, según los analistas

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La sombra de un guardia del Quirinal se perfila junto a las banderas que ondean en la sede de la Presidencia italiana
La posibilidad de nuevas elecciones en Italia crece y los inversores temen el efecto en el euro de un eventual triunfo de los partidos euroescépticos.

Los mercados financieros son miedosos por naturaleza y reaccionan con brusquedad ante cualquier indicio de riesgo que ponga en peligro su dinero. En los últimos días, los mercados europeos han vivido sesiones dominadas por el pánico vendedor -que ha causado pérdidas tanto en Bolsa como en deuda-, cuyo origen se sitúa en Italia y su inestabilidad política.

En el caso de España, el Gobierno y el PP apuntan a la moción de censura del PSOE como la razón de las caídas bursátiles y la escalada de la prima de riesgo.

Pero muchos analistas recuerdan que esos indicadores españoles ha ido estos días en paralelo a los de otros países, como Portugal e Irlanda, todos ellos contagiados por el temor a una reapertura de la crisis del euro, que pondría en evidencia los desequilibrios graves que aún no han corregido, especialmente, sus altos niveles de deuda.

Temor a los populismos y la ruptura del euro

“Creo que lo sucedido en los mercados viene determinado en un 85%-90% por Italia y en el 15%-10% restante, por España”, resume a RTVE.es Luis Berenguel, analista de Anattea Gestión.

Según este especialista en gestión de fondos, “la tensión viene de Italia, lo de España es puntual: ver si hay apoyo o no a la moción de censura. Pero lo que preocupa, en general, a los mercados son los populismos, tanto de derechas como de izquierdas”.

En esa línea, destacan las palabras de este martes del comisario europeo Günter Oettinger que -en unas declaraciones muy polémicas por las que después ha pedido disculpas- confiaba en que la tormenta financiera convenciera a los italianos para que no voten a la Liga y el Movimiento 5 Estrellas.

Este martes, la rentabilidad de los bonos italianos a 2 años -un indicador a corto plazo y, por tanto, muy sensible del riesgo político- se disparó desde 0,84% a 2,71%, la mayor variación en un solo día en 26 años. Hace menos de 15 días, esos mismos títulos de deuda italiana tenían intereses negativos.

“Lo que los mercados están empezando a considerar como un factor posible en el caso de Italia no es el riesgo de quiebra ‘per se’, sino que unas nuevas elecciones lleven a una victoria de los euroescépticos y a una salida del euro”, indica a Reuters Makoto Noji, analista de SMBC Nikko Securities.

La incertidumbre en España, en segundo plano

Las Bolsas europeas –y por contagio, desde este martes, también Wall Street- se ven sacudidas, “principalmente, por la incertidumbre política italiana, ya calificada por algunos de crisis institucional”, coincide Paula Sampedro, analista de Linksecurities.

Ahora, el temor de los inversores es que “Italia pueda acabar decidiendo salir de la zona euro, con las consecuencias que esto supondría para todos los países de la región, y para la economía global”, advierte Sampedro, quien apunta que “la crisis de Gobierno que atraviesa España también pesó en los mercados financieros, aunque se mantuvo en un segundo plano frente a la italiana”.

El punto de vista de los analistas contrasta con la posición mantenida por el Gobierno español, que atribuye ese miedo inversor a la moción de censura presentada por los socialistas que, en palabras del ministro Montoro, “ya ha costado a los españoles, en la subida de la prima de riesgo, más del triple de lo que han subido las pensiones en España”.

Montoro apunta a la moción de censura del PSOE como causa de la subida de la prima de riesgo

El 'círculo vicioso' de la prima de riesgo

El fuerte aumento de la rentabilidad de los bonos italianos penalizó al sector bancario europeo, principal tenedor de deuda de ese país.

En el caso de la banca española, la cartera de bonos ascendía a 390.000 millones de euros al cierre del año pasado, de los que más del 60% eran títulos emitidos por España o Italia.

En lo que se conoce como el 'círculo vicioso de la desconfianza', el miedo al impago de un país produce el alza del rendimiento exigido a su deuda, eso reduce el precio de los bonos y la posibilidad de obtener beneficio con su venta, con lo que los inversores se desprenden masivamente de ellos o piden mayor retorno para compensar el riesgo.

En este caso, los que han vendido deuda italiana y de otros países periféricos europeos como España, han dirigido su dinero hacia los tradicionales valores refugios, como el oro, el dólar y los bonos de EE.UU. y Alemania.

El flujo de fondos hacia la deuda alemana ha provocado la caída de su rentabilidad, utilizada como referencia para determinar el riesgo que el resto de países de la zona euro presentan a los inversores, lo que se conoce como prima de riesgo.

Así, la bajada de los intereses ofrecidos por la deuda de Alemania combinada con el alza de los de otros países ha provocado el fuerte aumento de las primas de riesgo, sobre todo, de Italia, España, Portugal e Irlanda, pero también de la de Francia (el lunes pasado estuvo un 60% más alta que un mes antes).

En concreto, el diferencial de Italia con Alemania rozó los 300 puntos el lunes pasado (un 65% más alto que una semana antes), mientras que el de España superó los 134 (un alza semanal del 50%), el de Portugal tocaba los 191 puntos (un 38% más) y la prima de riesgo de Irlanda llegaba a 71,7 puntos (un 48% más).

La reducción de deuda, en peligro

La subida de intereses complica el proceso de reducción de deuda en el que están inmersos la mayoría de los países europeos y que es prioritario para conseguir la sostenibilidad de sus economías.

En ese sentido, la situación de Italia es muy preocupante para las instituciones europeas, ya que es el segundo país más endeudado de la eurozona, sólo por detrás de Grecia.

De acuerdo con los últimos datos del Banco de Italia, la deuda pública italiana se situaba en 2,3 billones de euros en marzo pasado, lo que equivale casi al 133% de su PIB.

Los inversores extranjeros poseen casi un tercio de esa deuda pública y éstos son los que antes muestran su inquietud ante episodios de incertidumbre.

El 72% restante de esa deuda está en manos de bancos italianos, un sistema que no ha iniciado siquiera el proceso de saneamiento –al contrario que el de España- y que mantiene más de 200.000 millones de euros en activos dudosos, un agujero que constituye una amenaza sistémica no sólo para Italia, sino para toda la zona euro.