Irlanda desvela un escándalo de adopciones ilegales que podría afectar a "cientos de miles" de personas
- El primer ministro, Leo Varadkar, pide perdón por las graves irregularidades
- Por ahora, constan 126 casos de padres adoptivos que figuran como biológicos
- Una asociación denuncia robos de niños y exige revisar hasta 150.000 casos
Irlanda ha abierto un nuevo capítulo en su historia negra con la revelación de un escándalo de adopciones ilegales que podría afectar a "cientos de miles" de personas, según ha advertido este miércoles el primer ministro, Leo Varadkar, que ha reconocido en el Parlamento la existencia de graves irregularidades en los procesos realizados por agencias especializadas, algunas de ellas gestionadas por órdenes religiosas, y ha pedido perdón a los afectados por la responsabilidad del Estado.
La agencia estatal de asuntos familiares y del menor, Tusla, ha detectado, por el momento, 126 casos en los que los padres adoptivos fueron inscritos como "biológicos" entre 1946 y 1969, aunque las autoridades temen que el número de niños que fueron separados de sus padres y entregados a otras familias sea mucho más elevado.
Tusla descubrió estos errores al estudiar los archivos de la agencia de adopción St Patrick's Guild, gestionada por las Hermanas de la Caridad hasta que dejó de realizar esas actividades en 2004. Entre los bebés dados en adopción por el hospicio se encuentra el diputado anticapitalista Richard Boyd Barrett, de 51 años, quien ha calificado las revelaciones de "bombazo" y ha comentado que "ahora tiene muchas preguntas que hacer a su familia adoptiva y biológica".
"No sé realmente si yo soy uno de esos casos, probablemente no", ha señalado en la cámara baja Boyd Barrett, cuya madre biológica es la actriz irlandesa Sinéad Cusack, actual pareja del actor británico Jeremy Irons, según reveló el político en 2007.
El Gobierno pide perdón
Ante la gravedad de la situación, Varadkar, de 39 años y abiertamente gay, ha pedido perdón en nombre del Gobierno y ha lamentado que se haya abierto "otro capítulo" de la "historia más oscura de Irlanda".
Pese a todo, el primer ministro ha celebrado que el país sea ahora "muy diferente, como demuestra el resultado del referéndum del pasado fin de semana", en alusión a la contundente victoria del "sí" a la reforma de la ley del aborto, una consulta que constató la pérdida de influencia de la Iglesia católica tras los escándalos de abusos cometidos contra menores y mujeres en centros de acogida.
Es el caso, por ejemplo, de las infames Lavanderías de la Magdalena, donde se internó entre 1922 y 1996 a miles de mujeres en un régimen de semiesclavitud por diferentes motivos, entre ellos el embarazo fuera del matrimonio, que, en ocasiones, acababa con la entrega del bebé en adopción.
“Este nuevo caso podría ser muy traumático para mucha gente y pido perdón por ello“
"Este nuevo caso podría ser muy traumático para mucha gente y pido perdón por ello", ha declarado el líder conservador, quien ha recalcado que tienen derecho a "conocer su identidad e historial de nacimiento", al tiempo que reconocía que las irregularidades podrían afectar a varias agencias de adopción y a "cientos de miles" de personas.
Analizar 150.000 casos
El taoiseach ha explicado en la cámara baja irlandesa que la prioridad de su Gobierno es ahora determinar el alcance de este escándalo y contactar con los implicados, aunque ha admitido que es una "tarea gigantesca".
"Hay gente que va a descubrir que fue adoptada de esta manera, después de creer durante 50 o 60 años que eran hijos biológicos de las personas que les criaron. También será difícil para los padres que les criaron, pues deberán tener una conversación delicada", ha subrayado Varadkar.
La organización de protección de menores Barnardos ha exigido que el Gobierno ponga en marcha una investigación especial para determinar las circunstancias de, al menos, 150.000 adopciones. "Me sorprendería si, al menos, el diez por ciento de ese total no es ilegal", ha asegurado el director ejecutivo de la asociación, Fergus Finlay, a la cadena pública RTE.
“Algunas mujeres han sufrido un gran trauma durante años“
Finley ha denunciado, como en otros casos anteriores de abusos, el desamparo de las madres afectadas: "A muchas mujeres les dijeron que sus bebés habían muerto después de quitárselos y les pidieron que no preguntasen más. Algunas mujeres han sufrido un gran trauma durante años".