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Los ictus aumentarán un 34% en los próximos 15 años en Europa

  • El incremento se deberá principalmente al envejecimiento de la población
  • En el año 2035 habrá un 25% más de supervivientes con secuelas
  • El reto pendiente en Europa es la atención a los supervivientes a largo plazo

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Los ictus suponen la segunda causa de muerte y primera de discapacidad en adultos en Europa.
Los ictus suponen la segunda causa de muerte y primera de discapacidad en adultos en Europa.

El envejecimiento de la población hará que los ictus aumenten un 34% en los próximos 15 años en Europa y que en el año 2035 haya un 25% más de supervivientes con secuelas, según un documento presentado en Barcelona por la European Stroke Organisation (ESO) y la Stroke Aliance for Europe (SAFE).

En una jornada organizada por la Fundación Ictus, los presidentes de las dos asociaciones europeas, Valeria Caso y Joan Barrick, respectivamente, han pedido reducir al menos un 10% los episodios de ictus, que suponen la segunda causa de muerte y primera de discapacidad en adultos, e introducirlos en toda la cadena de atención sanitaria. SAFE trabaja desde 2003 para poner las políticas de prevención del ictus en la agenda de los estados europeos, y para hacer frente a esta situación, la ESO ha presentado en el Parlamento Europeo el Stroke Action Plan for Europe 2018-2030, una propuesta de hoja de ruta que quiere reducir un 10% el número absoluto de ictus en el continente.

En la misma petición, las dos asociaciones europeas exigen que nueve de cada diez pacientes sean tratados en una unidad hospitalaria específica para ictus. Los últimos estudios apuntan a que nueve de cada diez ictus se explican por diez factores relacionados con el estilo de vida y, por tanto, modificables: hipertensión, tabaquismo, sobrepeso y colesterolemia, condicionantes controlables del ictus.

Estrategias de prevención primaria y secundaria

En este sentido, la ESO ha recomendado estrategias de prevención primaria (para personas sin factores de riesgo) y secundaria (para quien ha sufrido un primer ictus). Las primeras se dirigen a promover y facilitar la adopción de estilos de vida saludables y asegurar el acceso universal a programas de cribado y tratamiento adecuados, y en el caso de la prevención secundaria los objetivos se centran en incluir en los planes estatales y asegurar su acceso a, como mínimo, el 90% de los pacientes.

Los expertos han resaltado que el reto pendiente en Europa y en España es la atención a los supervivientes a largo plazo. El documento presentado reconoce que el apoyo y la atención a largo plazo es la parte del proceso asistencial menos evaluada y de que se disponen menos datos, a pesar de la carga asistencial y económica que representa.

El plan de acción presentado por la ESO propone, entre otras medidas, establecer planes nacionales de apoyo a los supervivientes, independientemente del lugar de residencia y del estatus socioeconómico.

También recomienda establecer equipos que monitoricen los planes para asegurar que las medidas implementadas cubren las carencias de los afectados y de sus familias. Según ha explicado el subdirector del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), Josep Maria Argimon, cada año 13.000 personas ingresan por ictus en los hospitales de Cataluña, con una incidencia de casi 180 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la mortalidad se sitúa en 29,5 por cada 100.000 habitantes.

Implantación del Código Ictus

Cataluña fue pionera en implantar el Código Ictus, un programa que cubre toda Cataluña desde el año 2006 y que se activa una media de 5.500 veces al año. Seis de cada siete casos son activados por el Servicio de Emergencias Médicas (SEM), y tres de cada diez terminan en tratamientos de reperfusión, una terapia que deshace el coágulo que provoca el ataque y que, aplicada a tiempo, puede minimizar los daños.

Estos tipos de tratamientos han experimentado un incremento muy acentuado en Cataluña los últimos diez años: si en 2008 la tasa se situaba en 5,1 casos por cada 100.000 habitantes -entre la trombólisis intravenosa y la trombectomia-, el año pasado llegó al 26,6.

El departamento de Salud de la Generalitat estima que desde su implantación, el Código Ictus ha evitado la muerte de más de 2.000 personas.