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Primavera Sound

El Nick Cave más oscuro y el mundo psicotrópico de Björk, reyes del Primavera

  • La cantante islandesa ha presentado Utopia, su último disco
  • Amaia, la ganadora de Operación Triunfo, ha mostrado su faceta 'indie'

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El Nick Cave más oscuro y el mundo psicotrópico de Björk, reyes del Primavera

El post-punk oscuro de Nick Cave, con el plus de melancolía que tiene su música desde la muerte de su hijo, y la experiencia psicotrópica que ha propuesto Björk han reinado en la segunda jornada del festival Primavera Sound, que ha reunido este jueves un centenar de bandas.

Nick Cave y su grupo The Bad Seeds han sido las estrellas absolutas de la jornada de este jueves en el Primavera Sound, con un halo de tristeza que no les ha restado un ápice de energía sobre el escenario.

Skeleton Tree, el primer disco escrito tras la pérdida de su hijo en 2015, ha estado presente durante toda la actuación de Nick Cave, en la que ha interpretado numerosas canciones del trabajo, como "Jesus Alone", "Girl in Amber" y "Distant Sky". Ninguna de ellas ha arrancado una sonrisa al público.

Los ánimos se han levantado un poco con dos de sus temas más conocidos y potentes: "Jubilee Street" y la omnipresente "Red Right Hand", que se ha ganado el derecho a ser catalogada de himno del movimiento post-punk desde su lanzamiento en 1994 y que ya ocupa un lugar en la historia de la música.

El cantante australiano Nick Cave durante su actuación. Alejandro García

En el concierto también ha habido espacio para las sorpresas, cuando Cave se ha arrancado a tocar "Coming to my sleep", una canción que no pasó el corte de su brillante álbum The Boatman's call de 1997, y que reeditó en 2011.

En "Push The Sky Away", Nick Cave ha elevado el espectáculo cuando ha invitado a subir al escenario a unas trescientas personas que, evidentemente, aquí sí que han sonreído.

La sintonía con el polifacético Warren Ellis, que tan pronto tocaba el piano como el violín a modo de guitarra, ha elevado el tono de la actuación, a pesar de que, por el contexto, cabía esperar una exhibición individualista del hiperactivo Nick Cave.

La cantante islandesa ha saltado al escenario ataviada cual orquídea

Nick Cave ha tomado el relevo a otra veterana, Björk, que este jueves ha protagonizado el final feliz de una historia de amor imposible que une a la islandesa con el Primavera Sound desde 2012, cuando la inadjetivable artista se cayó del cartel a última hora por una infección de cuerdas vocales. "Ella. Bienvenida, al fin", dice el festival en su folleto.

Björk ha saltado al escenario ataviada cual orquídea: con un vestido de tela plástica salmón y con un casco blanco repleto de purpurina. Una bella flor subida en un altar envuelto de una pretendida selva en la que no han faltado plantas gigantes ni seres fantásticos, que además de endulzar la puesta en escena han tocado la flauta o cantado los coros cuando ha sido preciso.

La puesta en escena, combinada con la mezcla de electrónica-pop y sonidos propios de la naturaleza, es lo que dan carácter a Utopia, el último disco de la polifacética artista, que ha regalado a los asistentes una experiencia psicotrópica mucho más sana que las que se suelen dar en este tipo de eventos.

Tampoco han faltado algunos de los temas que han convertido a la islandesa en leyenda viva de la música tras más de cuatro décadas encima de los escenarios. "Human behaviour", "Wanderlust" y "Notget", con la que ha acabado el concierto, son algunas de ellos.

En realidad,  más que un concierto lo que ha ofrecido Björk esta noche ha sido un espectáculo inmersivo, una suerte de 'performance' para los cinco sentidos que quizá no ha atrapado al público todo lo que podría por el contexto festivalero, que se presta mucho más a la distensión que a la profundidad.

Amaia muestra a su faceta 'indie'

Quienes sí han seducido al público hasta las últimas consecuencias han sido The War on Drugs, que con su rock clásico han recordado por qué el Primavera Sound es un festival de referencia indie rock. Las guitarras suaves y los órganos han acercado momentáneamente el verano a los dos escenarios enfrentados.

Los asistentes no han perdido compás ni entrega. Sin embargo, la larga duración de las canciones ha hecho corto el repertorio, que ha culminado de forma precipitada con la versión acústica de "Eyes to the wind", de su anterior disco Lost in the dream.

La cantante Amaia actuando por primera vez en solitario tras participar en Eurovisión. Alejandro García

La nota ecléctica de la jornada la ha puesto Amaia, la ganadora de la última edición de OT, que se ha reivindicado como algo más que un producto televisivo con un repertorio en el que sólo ha hecho una concesión a sus fieles, que son más de los que cabría esperar de un festival tan autoproclamado sibarita: "Miedo", de M-Clan.