Nueve días de vértigo que acabaron con el Gobierno de Rajoy
- La sentencia de Gürtel y la respuesta del PP y del Gobierno al fallo, claves
- El PNV respalda la moción de censura pese a aprobar los Presupuestos
- El posible adelanto electoral, otro de los puntos que ha aunado a las formaciones
Cuando el Gobierno de Mariano Rajoy se sentía más firme y tranquilo tras lograr aprobar en el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018 -que aún deben recibir el visto bueno del Senado para que entren en vigor- nadie esperaba que nueve días después el Ejecutivo cayera en una moción de censura presentada por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, sustentada por la sentencia del caso Gürtel y apoyada por 180 diputados, todos salvo los del PP, Ciudadanos, Foro Asturias, UPN y Coalición Canaria.
El 23 de mayo, el PP se congratulaba del éxito de lograr el apoyo de 176 diputados, incluidos los votos del PNV, y consideraba que aprobar las cuentas públicas les garantizaba no ya un año más en La Moncloa, si no acabar la legislatura, permanecer en el poder hasta 2020 -o hasta que Rajoy considerara- ya que siempre podría prorrogar los Presupuestos.
Ni la detención un día antes del exministro de Aznar y expresidente de la Comunitat Valenciana, Eduardo Zaplana, acusado de blanqueo, malversación y prevaricación, ensombrecía el ambiente. Zaplana fue suspendido de militancia del PP ipso facto, sus dirigentes renegaron de sus vínculos con el partido, y entró en prisión preventiva sin que nadie se sintiese responsable de un hombre que lo fue casi todo en el partido.
El otro gran frente abierto, el catalán, había tomado también un pequeño respiro al haber encontrado los independentistas a un president, Quim Torra, válido para el Gobierno central porque estaba libre de cargas judiciales. Ni siquiera el reto de que Torra plantease un Govern con dos huidos y dos presos hicieron tambalearse a la Moncloa, todavía con la carta del 155 en la mano. El Gobierno mantenía el compromiso de acabar con la tutela en cuanto hubiera un ejecutivo catalán sin cargas, y, precisamente ese día llegó en la víspera de la moción de censura, cuando se respiraban ya algún viso de triunfo para Sánchez, que formalmente será en principio quien devuelva la plena autonomía a Cataluña.
Jueves 24 de mayo: la sentencia de Gürtel
Todo cambió solo un día después de aprobar los Presupuestos, con la sentencia en el juicio principal del caso Gürtel, donde fueron condenados 29 de los 37 acusados, entre ellos el cabecilla de la trama, Francisco Correa; el extesorero del PP, Luis Bárcenas; y el propio Partido Popular, como persona jurídica, por lucrarse de Gürtel.
Además y sobre todo, en la sentencia, se considera probada la existencia de la caja B del PP, "una estructura financiera y contable paralela a la oficial al menos desde el año 1989", y se ponía en en duda la "credibilidad" de Rajoy al negarla en sede judicial.
Horas antes de conocerse el fallo, el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguraba que la corrupción en el PP son "10 o 15 casos aislados" que hacen "mucho daño".
Tras conocerse la sentencia, tanto el Ejecutivo de Rajoy como el Partido Popular se defienden con los mismos argumentos. El primero es que la sentencia del caso Gürtel no es firme y que será recurrida. Además, destacan que el fallo no afecta a nadie del Gobierno "en modo alguno", que "nadie en la dirección del PP, ni en la actual ni en las anteriores, conoció y menos aún amparó ninguna práctica irregular" y que los hechos se circunscriben a solo dos ayuntamientos: Majadahonda y Pozuelo de Alarcón (Madrid).
Sobre la condena al PP como partícipe a título lucrativo, tanto la formación como el Gobierno subrayan que esta es una condena civil y "no penal" en la que el partido "no ha sido imputado ni procesado".
El fallo y la respuesta dada desde el Ejecutivo y del propio PP provocó un terremoto político y social: fue el germen de la moción de censura y de la caída de Mariano Rajoy, que perdió todos los apoyos que tenía en el Parlamento.
De los primeros en hablar entonces de usar este instrumento fue Pablo Iglesias. El líder de Podemos -inmerso entonces en una consulta sobre si debería seguir al frente del partido tras la compra de un chalé, cuestión que salvó con el apoyo del 68% de los votantes- animaba al PSOE a presentar una moción de censura y subrayaba -de hacerlo- la apoyarían sin condiciones, algo que la comisión ejecutiva socialista estudiaba.
Casi al mismo tiempo, Ciudadanos aseguraba que la sentencia lo cambiaba todo y que había "un antes y un después" en la Legislatura. "Un Gobierno debilitado por la corrupción va a ser aprovechado por los independentistas, y eso Ciudadanos no lo va a permitir", decía Albert Rivera.
Viernes 25 de mayo: el PSOE presenta la moción de censura
A primera hora el PSOE registraba la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy, antes de que se reuniera la Ejecutiva del partido, cita a la que llega con la decisión tomada. Ese movimiento impedía que el presidente del Gobierno disolviera las Cortes y convocara elecciones.
Pedro Sánchez anunciaba esa misma mañana, tras la reunión del Comité, que lo que quería era "constituir un Gobierno del PSOE" para recuperar la "normalidad institucional y democrática" y convocar elecciones "cuanto antes", pero no de manera inmediata.
Tras el movimiento de los socialistas, Ciudadanos se mostraba en contra de esa moción y pedía la convocatoria de elecciones, algo que ya no era posible por ley. Cs se mostraba dispuesto a impulsar y apoyar una "moción de censura instrumental" -algo que no existe- y que implica que el candidato a derrocar al presidente tenga como único punto convocar nuevas elecciones. Este fue el mantra de la formación naranja durante las siguientes jornadas.
Las explicaciones del líder socialista no encontraba el apoyo entre Ciudadanos, pero sí entre Podemos, Compromìs, IU, Nueva Canarias y ERC, que ya anunciaban su apoyo. PNV, PDeCAT, Bildu y CC aún no habían definido entonces el sentido de su voto.
Desde el Gobierno, Mariano Rajoy daba una rueda de prensa tras la reunión de su gabinete -a la postre, la última-. El presidente -que no tenía pensado comparecer ante los medios y sí viajar a Kiev para ver la final de la Liga de Campeones (cita que canceló)- fue muy duro con el líder del PSOE, al que acusó de querer gobernar "con quien sea y a cualquier precio".
La moción, a su entender, iba "contra la estabilidad en España, perjudica la recuperación económica, es mala para España y los españoles, introduce incertidumbre y es lesiva para el futuro de los ciudadanos".
Sábado 26 de mayo: el PP carga contra el PSOE por la moción
El PP arremete con virulencia contra Pedro Sánchez. Por una parte, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, asegura que el secretario general del PSOE "pasará a la historia de España como el judas de la política" y asegura que "si triunfa esta moción, vamos a tener a España como rehén de los independentistas".
"Si el PSOE quiere conseguir el poder a costa de aliarse con los partidos que quieren destrozar nuestro país, es su responsabilidad", afirmaba por su parte la ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Mientras, Ciudadanos insistía en la idea lanzada un día antes: rechazar la moción "irresponsable" de censura para formar "un gobierno Frankenstein en manos de quienes quieren romper España". Para que esto no ocurriera, la formación naranja podía encima de la mesa, una vez más, "una moción instrumental" sin Albert Rivera ni Pedro Sánchez como candidatos cuyo único objetivo fuera convocar elecciones. El PSOE responde que habrá elecciones, pero en unos meses.
Domingo 27 de mayo: el PSOE dice que no negociará nada de la moción
El PSOE sigue defendiendo la convocatoria de elecciones, pero no de forma inmediata, tal y como dijera Pedro Sánchez el viernes. El número tres de los socialistas, José Luis Ábalos, pide a Ciudadanos que "deje de marear" pidiendo elecciones.
Ábalos insiste también en que aceptarían los votos de cualquier diputado del Congreso -"no vamos a fumigar a nadie que ostente esa condición"- y subrayaba que el PSOE no quiere "negociar nada" de la moción. "Lo único que queremos es darle lo que le falta a este país, calidad democrática", asevera.
Arrecian las críticas al líder socialista desde las filas del PP. Su número dos, María Dolores de Cospedal, califica a Sánchez de "enemigo de toda España" si se apoya "en los enemigos del Estado de Derecho".
Lunes 28 de mayo: se fija la fecha de la moción y el PSOE inicia los contactos
Tras un fin de semana de ataques verbales, comienzan los hechos. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, pacta con el líder socialista que la moción de censura se celebre los días 31 de mayo y 1 de junio. Las fechas se conocen el mismo día en el que la Audiencia Nacional envía a prisión a tres de los condenados por Gürtel, entre ellos Luis Bárcenas.
En el PP siguen descartando la posibilidad de que Mariano Rajoy dimita por la sentencia de Gürtel: nadie a estas alturas plantea una renuncia del presidente del Gobierno para que no prospere la moción de censura que, en esos momentos, no tiene visos de salir adelante. Coalición Canaria -uno de los partidos que apoyó los Presupuestos- anuncia que votará en contra y el resto de partidos que aún no se han posicionado siguen sin hacerlo: es el caso de PNV, PDeCAT y Bildu.
En este momento los socialistas reconocen que comienzan los primeros contactos con el resto de formaciones del Congreso. El PSOE, que garantiza que no negociará con los independentistas para lograr su apoyo en esa moción de censura, habla con Podemos -que anuncia una consulta a las bases sobre el sentido de su voto en la moción-, Compromís, PNV, ERC, PDeCAT y Ciudadanos.
La formación naranja sigue con su propuesta de moción de censura instrumental mientras que da un paso más allá al dar por "agotada" la legislatura y por "roto" el pacto de investidura con el PP, al que le pide una "salida ordenada, democrática y digna" de La Moncloa. Desde el PSOE se subraya que si prospera la moción de censura habrá elecciones, pero no dan una fecha. Así lo señala Pedro Sánchez ante el Comité Federal de su partido, que le da su aval a la moción.
Martes 29 de mayo: Podemos ofrece otra moción si el PSOE fracasa
Tras reconocer los primeros contactos con otras formaciones, Pedro Sánchez vuelve a ofrecer a las formaciones pactar la fecha de los próximos comicios e insiste en que no se está comprometiendo a nada con nadie.
En el Congreso de los Diputados, además de la comparecencia de Rajoy, otras dos citas marcan el día. Una es que la titular de Sanidad, Dolors Montserrat, se convierte en la quinta ministra reprobada, tras los de Hacienda, Interior, Justicia y Exteriores.
La otra, la comparecencia de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que niega que en su formación haya caja B alguna y -de forma dura y tajante- duda del fallo sobre Gürtel. "No tiene por qué ser verdad lo que dice esa sentencia, ¿o acaso los jueces son infalibles?", asevera. Además, la también ministra de Defensa arremete con que sea puesta en duda la credibilidad del presidente del Gobierno y asegura que los argumentos no son jurídicos, si no "tendenciosos".
Con Ciudadanos pidiendo insistentemente una moción instrumental, Podemos anuncia que está dispuesta a impulsar una nueva moción de censura "para que haya elecciones lo más pronto posible" si la de Pedro Sánchez no prospera. El líder de la formación asegura que él no sería el candidato para formar ese gobierno provisional y que buscarían uno de consenso para lo que se muestra dispuesto a abrir el diálogo con la formación naranja.
Esta nueva moción abre la posibilidad de que las eleccciones sean inmediatas, con Ciudadanos a la cabeza de la mayor parte de las encuestas, algo que temen muchas formaciones, como el PNV. En este momento se empieza a barajar la posibilidad de que los nacionalistas vascos apoyen la moción del PSOE, aunque aún no salían las cuentas.
Mientras, en Cataluña, Quim Torra cambia a los consellers que están huidos o presos para desbloquear el Govern y anuncia una querella contra Rajoy que se hace efectiva el 1 de junio. El ministro de Justicia, Rafael Catalá, anuncia que el artículo 155 se levantará cuando tomen posesión de sus cargos.
Miércoles 30 de mayo: el PP teme que el PNV apoye la moción
El Gobierno califica la moción de censura de "ambición por hacerse con un poder que no ganan en las urnas" y asegura que su presentación está costando "más de 36.000 millones de euros", en palabras de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
Sin desglosar más datos, la vicepresidenta se refería a la caída de la Bolsa española y a la subida de la prima de riesgo durante las últimas fechas, hechos estos que, según los expertos consultados por RTVE.es, vienen determinados en su mayor parte por la crisis política de Italia.
Mientras, los rumores de que el PNV podría apoyar la moción aumentan durante la jornada. La formación jetzale anuncia que decidirá el sentido de su voto en la moción de censura el mismo jueves por la mañana, tras "conocer los compromisos que adquiere el candidato Pedro Sánchez".
El voto de los nacionalistas vascos es clave pues el PDeCAT ya anuncia -si bien de forma no oficial- el 'sí' a Pedro Sánchez. Las cuentas empiezan a salir para los que están a favor de la moción de censura y así lo dice, por ejemplo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Y mientras, Ciudadanos pone encima de la mesa nombres afines al PSOE para que sean candidatos para la moción de censura "instrumental" que defienden, Rajoy insiste en que no dimitirá y acusa a los socialistas de "chantajear" a todos los grupos.
Jueves 31 de mayo: Sánchez se asegura los votos para que la moción triunfe
El debate sobre la moción de censura arranca sin conocer si Pedro Sánchez tiene atados los apoyos para que salga adelante. El camino se despeja cuando el candidato socialista -que pide en numerosas ocasiones a Mariano Rajoy que dimita- anuncia que se compromete a mantener los Presupuestos que han salido del Congreso "para garantizar la gobernabilidad", en un intento de atraer al PNV y lograr su apoyo.
El anuncio suscita las críticas de Mariano Rajoy, que ironiza con el hecho de que el único programa de los socialistas son los Presupuestos que ellos mismos han criticado y espeta a Podemos que se los van a tener "que comer con patatas" si apoyan a Sánchez.
De esta forma los nacionalistas vascos -con los que el PSOE gobierna en Euskadi- mantendrían los 540 millones de euros de inversiones en País Vasco y la subida de acuerdo al IPC de todas las pensiones este año y el que viene que arrancaron al Ejecutivo del PP. La estrategia funciona y el PNV anuncia su voto a favor de la moción de censura en pleno discurso.
Pedro Sánchez ya tenía los apoyos necesarios para desbancar del poder a Rajoy después de que PDeCAT y Bildu también anunciaran su voto a favor. En total 180 'síes' frente a 169 'noes' -los de PP y Ciudadanos- y una abstención de Coalición Canaria. Es la confirmación para el PP de que perdía el Gobierno, aunque horas antes se lo habían avanzado. Aún así, se descarta la dimisión de Rajoy para evitar que triunfe la moción. Cospedal argumenta en el patio del Congreso que esa dimisión no aseguraba que pudieran gobernar. El presidente no acude al debate de la tarde y se queda en un restaurante varias horas departiendo con algunos de sus ministros.
Desde la oposición se le afea que se ausentase del debate aunque algunos diputados populares justifican que es el candidato el que debe dar ya las explicaciones.
Viernes 1 de junio: triunfa la moción de censura
Se consuma el éxito de la moción de censura del PSOE. Pedro Sánchez logra tumbar a Mariano Rajoy y se convierte en presidente del Gobierno.
Rajoy, que tampoco acude al debate el viernes por la mañana, interviene al final para despedirse. "Ha sido un honor dejar una España mejor de la que encontré, ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo", ha asegurado.