Al Sisi inicia su segundo mandato y promete ampliar el diálogo, salvo con los "terroristas"
- Decenas de miles de opositores han ido a prisión acusados de terrorismo
- El presidente mantiene una campaña de represión previa a las elecciones
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ha sido investido este sábado para un segundo mandato de cuatro años en una ceremonia en la que ha prometido diálogo con otros sectores políticos, en un momento en el que las autoridades de El Cairo han endurecido su campaña de represión contra cualquier voz crítica.
En un discurso en la sede del Parlamento, el exmariscal, que ha dirigido el país con mano de hierro desde que accedió al poder en un golpe de Estado en 2013, ha asegurado que la prioridad para su segundo mandato, que se extenderá hasta 2022, será recuperar la "paz social".
"Aceptar al otro, crear zonas comunes entre nosotros, será la prioridad más importante para conseguir una paz social, desarrollo político y consenso", ha afirmado Al Sisi en un discurso ante las principales autoridades políticas y religiosas del país, difundido por la televisión oficial.
No obstante, el mandatario ha asegurado que la oferta de diálogo es excluyente para aquellos que "eligieron la violencia, el terrorismo y el pensamiento extremista".
Miles de opositores acusados de "terroristas"
La acusación de "terrorismo" se ha aplicado de forma habitual en los últimos años en los procesos judiciales que han llevado a la cárcel a decenas de miles de opositores, tanto de tendencia islamista como laicos.
En las últimas semanas, varios activistas y disidentes han sido acusados de terrorismo después de haber vertido críticas contra el Gobierno en las redes sociales, en una serie de detenciones que ha sido cuestionada tanto por la Unión Europea como por varias ONG internacionales.
El director de la ONG Red Árabe para la Información de Derechos Humanos (ANHRI), Gamal Eid, dijo a Efe que el propósito del Ejecutivo con estas detenciones es transmitir un "mensaje de terror" a todos los activistas y acallar las protestas que se desataron a mediados de mayo por un aumento de la tarifa del precio del metro.
Campaña de represión
Según Eid, las detenciones son una continuación de la campaña de represión que dio comienzo antes de las elecciones presidenciales del pasado marzo, en la que varios opositores a Al Sisi fueron arrestados o presionados para que desistieran de presentarse a los comicios, que son considerados como un fraude por la oposición.
En esas elecciones, Al Sisi fue reelegido con un 97,08 % de los votos y una baja participación (41,05 %) frente a un único rival, Musa Mustafa Musa, un aliado del mandatario que no hizo campaña electoral y ni siquiera se atrevió a criticar al "rais".
Al Sisi ha llegado este sábado al Parlamento vestido con traje y corbata azul y con gafas de sol y ha sido recibido por la banda de música del Ejército y bajo la sombra de varios cazas que sobrevolaron El Cairo con un gran estruendo dibujando la bandera egipcia en el cielo con humo rojo, blanco y negro.
En su discurso, que ha girado en buena parte en torno al combate al extremismo, el mandatario ha elogiado la unión de los egipcios frente al "terrorismo agresivo" y recordó las "pérdidas" que ha causado y "sacrificios" que ha exigido a las Fuerzas Armadas y a la población.
Ofensiva contra grupos yihadistas
El Ejército desarrolla desde el pasado febrero una ofensiva en la península del Sinaí contra grupos yihadistas, entre ellos la filial del Estado Islámico (EI), que ha sido responsabilizada de los atentados más graves ocurridos en el país en los últimos dos años, que han dejado cientos de muertos en varias iglesias y una mezquita.
Al margen de la cuestión del terrorismo, también ha tenido palabras para las "consecuencias negativas" de la crisis económica, que le forzó a devaluar la libra egipcia en 2016 y a aplicar un plan de estabilización del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ha significado un deterioro del poder adquisitivo de la población.
Asimismo, ha prometido que entre sus prioridades para su segundo mandato figuran la educación, la salud y la cultura, a través del lanzamiento de una serie de proyectos y programas de desarrollo.
En la ceremonia de investidura han estado presentes todos los diputados, otras autoridades del Estado, el líder de los musulmanes suníes, el jeque Ahmed al Tayeb, y el papa copto Teodoro II, además de la esposa de Al Sisi, Entisar Amer.