La derecha euroescéptica y antiinmigración de Jansa gana en Eslovenia pero sin mayoría de Gobierno
- El líder del Partido Demócrata Esloveno ya fue primer ministro en dos ocasiones
- En 2013 cayó su gobierno tras ser condenado a dos años de cárcel por corrupción
El conservador Partido Demócrata Esloveno (SDS) de Janez Jansa, euroescéptico y antiinmigración, ha sido el vencedor de las elecciones de este domingo en Eslovenia, pero afronta la complicada tarea de encontrar socios de Gobierno. Jansa fue primer ministro en dos ocasiones, entre 2004 y 2008 y entre 2012 y 2013, año en el que cayó su gobierno tras ser condenado a dos años de cárcel por corrupción, de los que solo cumplió seis meses.
Con un recuento del 90,51%, el SDS ha conseguido el 25,16% de los votos, mientras que el segundo lugar lo ocupa la recién creada Lista de Marjan Sarec, con el 12,66%, según la Comisión Electoral.
Sarec, de 40 años, un antiguo humorista convertido en político liberal, reconoció la victoria del ex primer ministro Jansa, negó cualquier posible acuerdo con los conservadores y confió en que si no logran una mayoría de Gobierno él tenga la opción de buscar acuerdos para una coalición alternativa.
Jansa, de 59 años y ya dos veces primer ministro, espera volver al poder después de una campaña en la que recurrió al miedo a una "invasión migratoria" en la pequeña república de dos millones de habitantes situada en la denominada "ruta de los Balcanes".
La campaña contra la inmigración, clave en su victoria
La campaña contra la inmigración en un país por el que transitaron cientos de miles de personas en los meses finales de 2015 y comienzos de 2016 en su camino a Europa Occidental ha sido la clave para la victoria, según coinciden los analistas.
En los cuatro primeros meses del año, la policía interceptó a 1.226 inmigrantes que trataban de entrar a Eslovenia ilegalmente, una cifra baja en relación con la de otros países pero que supone un aumento del 280% respecto al mismo periodo de 2017.
El líder conservador no ha ocultado su admiración por las políticas nacionalistas y euroescépticas del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que participó en dos de sus mítines.
El ascenso del SDS de Jansa coincide con el desplome de la formación centrista del hasta ahora primer ministro, Miro Cerar, que sumó el 9,51% de los sufragios cuando en 2014 logró casi el 35%. Sus socios de coalición, los Socialdemócratas (SD), han logrado el 10,07%.
La formación Izquierda obtuvo el respaldo del 9,11% y el derechista Nueva Eslovenia (NSi) del 7,14%, mientras que otra de las formaciones del anterior Ejecutivo, el Partido de los Jubilados (DeSUS), cayó al 4,94%.
La asistencia a las urnas, según resultados todavía incompletos, sería de las más bajas de las ocho elecciones celebradas desde la independencia del país en 1991 y se sitúa en el 48,73%. La baja movilización también habría ayudado a los conservadores, que tienen una base electoral más fiel, según los analistas.
El resto de partidos descartan pactar con Jansa
Todos los partidos han descartado la posibilidad de pactar con Jansa, al que definen como un "populista de derechas" y "radical", a excepción de la conservadora NSi y el ultranacionalista SNS, pero su apoyo sería insuficiente para una mayoría parlamentaria.
"No tememos el día de mañana. Nos alegramos de que llegue", ha comentado Jansa por la red social Twitter al conocerse los primeros resultados.
El líder conservador se ha mostrado abierto a coaliciones y pactos, y ha prometido que su Gobierno luchará por "una Eslovenia segura (...) una Eslovenia en la que nuestros tataranietos hablarán esloveno y cantarán canciones eslovenas".
Días antes de los comicios, el diario Vecer publicó supuestas pruebas de que compañías húngaras conectadas con Orbán hicieron donaciones por un total de 800.000 euros a medios eslovenos próximos al SDS.
"El partido que se financia de forma cuestionable desde el extranjero, actuará al dirigir el Estado también de forma cuestionable", ha declarado Sarec la semana pasada para justificar que no pactará nada con los conservadores.
El presidente del país, Borut Pahor, ha reiterado este domingo que encargará la formación del nuevo gobierno al candidato que más votos obtenga.
Las elecciones se celebren en un momento de crecimiento económico -se prevé un 5% en 2018 y un 4% en 2019- y bajo desempleo en un país duramente golpeado por la crisis económica de 2008, y que estuvo a punto de necesitar un rescate internacional en 2013.