Conte promete un "cambio radical" para Italia, con foco en la inmigración y en la UE
- El nuevo primer ministro italiano ha presentado su Gobierno ante el Senado
- Anuncia "un viento nuevo", diciendo no ser ni de derechas ni de izquierdas
- El mandatario defiende una apertura de Europa a Rusia desde la OTAN
- La cámara alta ha aprobado la investidura de su gabinete por amplia mayoría
El nuevo primer ministro de Italia, ItaliaGiuseppe Conte, apoyado por el antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, ha recibido este martes el voto de confianza del Senado, tras un discurso de investidura en el que ha presentado a su Gobierno como "un nuevo sistema contra los privilegios del país" y ha asegurado que representa "un cambio radical" en la política italiana.
El Ejecutivo de Conte, que este miércoles se someterá a la confianza de la Cámara de los Diputados, ha recibido en la cámara alta 171 votos a favor, 117 en contra y 25 abstenciones, logrando el primer paso hacia su investidura. En cualquier caso, el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga suman mayoría suficiente en el Parlamento, por lo que se da por descontada su ratificación.
En su discurso de investidura, Conte, quien hasta su elección por parte de la Liga y el M5S para ser el presidente de su Gobierno era un perfecto desconocido, ha admitido que no tiene experiencia política, si bien ha recalcado ser un "simple ciudadano" que se ha declarado disponible y puesto su experiencia al servicio del país.
Ha añadido que lo hará con la "humildad, determinación y conocimiento" de sus límites, pero también con la abnegación de quien comprende el peso de la responsabilidad que le han otorgado. Así, ha asegurado que solo le mueve "el espíritu de servicio" y reiterado que será "el abogado que protegerá los intereses de todo el pueblo italiano".
Conte: "Un viento nuevo", ni derechas ni izquierdas
Conte, profesor de Derecho de 53 años, ha destacado que su Gobierno representa una "temporada nueva, una señal de transparencia y claridad con los electores" y "un viento nuevo que sopla en el país" y que está caracterizado por el "ocaso" de "los sistemas ideológicos perfectamente identificables".
Ante las criticas de que su Gobierno es populista o antisistema, ha afirmado que "si el populismo es escuchar las necesidades de la gente" y "antisistema es introducir un nuevo sistema que remueva viejos privilegios", entonces se merece "estas calificaciones". "No creo que se trate de una simple novedad, la novedad es que hemos comenzado un cambio radical del que estamos orgullosos", ha agregado, antes de apostillar que su Gobierno "no puede ser calificado ni de derechas, ni de izquierdas".
Después, Conte ha enumerado los puntos del programa de Gobierno que han firmado la Liga y el M5S, entre los que destacan un salario mínimo a la hora, la renta de ciudadanía a las personas sin empleo, la lucha contra la corrupción y la inmigración.
Uno de los temas en los que más ha profundizado ha sido la lucha contra la corrupción, con la introducción de las "inhabilitaciones" y la figura de agentes de policía infiltrados para investigar los casos.
Europa
"Europa es nuestra casa, es la casa de todos y como país fundador tenemos el deber de contribuir a una Europa más fuerte y justa", ha explicado Conte ante el Senado liderando un Gobierno considerado euroescéptico. El recién elegido mandatario ha señalado que "eliminar la diferencia de crecimiento económico entre Italia y la Unión Europea es un objetivo" de su Gobierno y que se hará "en el cuadro de la estabilidad financiera y de la confianza de los mercados".
Italia tiene que reducir su deuda pública, que es la segunda de la eurozona tras Grecia, pero lo hará "con el crecimiento de la riqueza del país y no con las medidas de austeridad que la han hecho crecer en los últimos años", ha añadido y ha adelantado que estos temas los llevará a Europa y que su Gobierno es "optimista y tiene confianza en que estas reflexiones" calen.
Respecto a la inmigración, ha subrayado que la gestión de los flujos por parte de Europa "ha sido un fracaso debido a los cierres egoístas de los Estados", que han hecho recaer la responsabilidad solo en algunos países, sobre todo en Italia.
Conte ha advertido que pedirán "con fuerza" en Europa "la superación del tratado de Dublín" e instarán al "principio de justa repartición y de sistemas de reubicación automática de los inmigrantes con derecho al asilo". Y ha aseverado: "No seremos racistas, nunca", pero ha remarcado que "a Italia no la pueden dejar sola ante este desafío".
"Queremos que los procedimientos para conceder el estatus de refugiado sean justos y veloces para poder defender los derechos de estas personas y no dejarlos en la incertidumbre", ha agregado, asegurando que Italia defenderá a quienes llegan legalmente y se integran en las comunidades dando una contribución "valiosa".
También ha advertido que "combatirá con fuerza el tráfico de seres humanos en manos de traficantes sin escrúpulos" y se reorganizará para hacer más eficaz el sistema de acogida. Y adelantó que donde "no exista el derecho de permanencia en el país, se harán efectivos los procedimientos de repatriación".
Apertura a Rusia y tarifa plana en los impuestos
En política internacional, ha reiterado que Italia, aunque es miembro de la OTAN y Estados Unidos es un "socio privilegiado", promoverá "una apertura a Rusia" y "la revisión del sistema de sanciones, sobre todo las que afectan a la sociedad civil".
En un discurso de una hora y once minutos, uno de los más largos que se recuerdan, Conte ha dicho también que su Ejecutivo luchará con "todos los medios contra la mafia".
Ha garantizado la introducción del llamado "flat tax", ya que "la presión fiscal del país, unida al exceso de burocracia inciden negativamente en la relación con los contribuyentes y sobre la competitividad del país", y ha asegurado que ayudará a evitar la "evasión fiscal".
Asimismo, ha explicado que se reforzarán las oficinas de empleo y que se ayudará a los jubilados para que tengan una pensión digna, al tiempo que se comprometía a eliminar las listas de espera en la Sanidad.