Irán siembra nuevas dudas en torno al acuerdo nuclear al anunciar que pretende enriquecer más uranio
- El Gobierno avanza que instalará nuevas centrifugadoras en la planta de Natanz
- Asegura que la iniciativa no viola el pacto nuclear, en el que ya no está EE.UU.
- Eleva así la presión sobre los países signatarios europeos, que tratan de salvarlo
Irán ha sembrado nuevas dudas sobre la continuidad del acuerdo nuclear tras la retirada del mismo de Estados Unidos, al anunciar este martes que está preparando la construcción de nuevas centrifugadoras avanzadas para el enriquecimiento de uranio en la planta de Natanz, un gesto que eleva la presión sobre los países europeos signatarios del pacto, que intentan que siga en vigor.
"Si las condiciones lo permiten, quizás durante la tarde de mañana [por el miércoles], en Natanz, podamos inaugurar el centro de producción de nuevas centrifugadoras", ha avanzado el vicepresidente del Gobierno y responsable de la Organización de Energía Atómica de la República Islámica, Alí Akbar Salehí, según ha informado la agencia Fars.
Salehí ha garantizado que ninguna de las medidas que adopte Irán violará el acuerdo nuclear suscrito en 2015, por el que la República Islámica se comprometía a frenar su programa nuclear a cambio de un levantamiento de sanciones, que fue firmado por Alemania, Reino Unido, Francia, Rusia, China y Estados Unidos, aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, retiró a su país del pacto hace un mes.
"Nuestros pasos no son contrarios al plan conjunto de acción", ha recalcado, añadiendo que tampoco significan que las negociaciones con los países europeos signatarios para mantener la vigencia del acuerdo "hayan fracasado".
Más presión sobre la Unión Europea
Sin embargo, el anuncio de un incremento en el número de centrifugadoras, es decir, de un aumento en la capacidad iraní para obtener uranio enriquecido, pone más presión sobre la Unión Europea y sus tres socios signatarios.
"Tras una primera evaluación, las medidas anunciadas no constituyen una violación del acuerdo", ha constatado la diplomacia comunitaria, si bien Bruselas ha dejado caer que no contribuyen a "reforzar la confianza en la naturaleza del programa nuclear iraní".
Un portavoz de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la agencia de Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento del acuerdo, ha confirmado que el organismo "ha recibido una carta de Irán el 4 de junio informando de que existe un cronograma tentativo para iniciar la producción de UF6". El hexafluoruro de uranio (UF6) es un gas pesado, que al ser centrifugado a alta velocidad deja uranio enriquecido, un material de posible doble uso, civil y militar.
El pacto nuclear, precisamente, trata de impedir el desarrollo de un programa nuclear militar, al imponer restricciones y limitaciones durante entre 10 y 25 años que afectan la cantidad y pureza del uranio enriquecido, además de la producción de agua pesada y también el desarrollo de nuevas tecnologías de enriquecimiento.
Israel tensa la cuerda
Pero la ruptura del acuerdo por parte de Estados Unidos y sus amenazas contra cualquier entidad, incluidas empresas europeas, que viole las sanciones económicas reimpuestas contra Irán, ha llevado a Teherán a amenazar con romper el pacto e intensificar sus actividades nucleares si no puede disfrutar de las ventajas económicas que les prometieron a cambio de limitar su programa nuclear.
Irán insiste en que sus investigaciones atómicas tienen naturaleza civil, desde aplicaciones médicas hasta el uso del uranio enriquecido para alimentar centrales nucleares, pero Estados Unidos e Israel reiteran que el objetivo último es conseguir armas atómicas.
De hecho, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ya ha respondido al anuncio iraní de este martes: "No estamos sorprendidos. No permitiremos que Irán obtenga armas nucleares", ha zanjado en un vídeo difundido por su gabinete.
Teherán, a su vez, ha reiterado que no aceptaría sufrir sanciones mientras se frena su programa nuclear, por lo que exige garantías a los países europeos signatarios del acuerdo para no abandonarlo, a no más tardar de algunas semanas, lo que puede derivar en una ruptura definitiva del pacto.