Moda Adlib, costuras de libertad
- La pasarela Adlib celebra su edición número 47
- 17 diseñadores reparten sus colecciónes en dos desfiles
- Ha contado con la actriz y presentadora Cayetana Guillén Cuervo
Termina el desfile y toda la gente se mezcla. Una mujer lleva una gonella, el traje típico de Ibiza que se remonta al siglo XVIII. Lleva una falda, chaquea con mangas de raso bordado en plata, delantal bordado en oro, chal y pañuelo. Sobre el cuerpo destacan las joyas, va ‘emprendada’ en oro. Con elegancia se levanta ligeramente la falda y muestra con orgullo las doce capas de enaguas bordadas de distintos colores que esconde. Una joven con un mono transparente con bordados de flores mira la escena. En esta ocasión no es ella la que llama la atención.
En 1933 una mujer ibicenca posaba con el gonella para el fotógrafo Ortiz de Echagüe y la imagen formó parte del libro 'Tipos y Trajes regionales'. Han pasado 85 años y la esencia de este vestido tradicional sigue intacta. Si el fotógrafo hubiera pasado por Ibiza en 1971 quizá hubiera retratado a una modelo de la primera pasarela de moda Adlib. Han pasado 47 años de ese primer desfile y la moda de Ibiza y Formentera sí que ha introducido cambios. Lo ha hecho teniendo presentes las tendencias de moda y adaptarse así a los gustos actuales pero respetando sus códigos: tradición, artesanía y libertad.
En aquellos primeros años de la década de los 70, Merel y su familia vendían ropa en el mercadillo de Las Dalias, en el norte de la isla. Cuando se les acababa el género sacaban su propia ropa. Era su medio de vida. Hoy tienen una potente firma de moda Adlib, World Family Ibiza, y sus creaciones no se venden en un puesto porque ahora tienen varias tiendas, una de ellas en Barcelona.
“Nuestras almas y nuestra forma de ver la vida son las mismas. Ahora vivimos toda la familia junta, somos catorce y sí, tenemos un nivel de vida un poco más alto que cuando empezamo y ahora la nevera siempre está llena", dice Merel, directora creativa, recordando sus orígnenes. “Claro que hemos cambiado, pero hemos cambiado a mejor”, apunta Alok, su marido.
Tienen cuatro hijas y dos de ellas trabajan con Merel. Dos generaciones, dos formas de ver la moda. “A mí me gustan los algodones y la ropa más cómoda y ellas prefieren los linos, sedas, satenes, les gusta un estilo más sexi y elegante. Así que en la colección se mezclan los dos estilos”.
La nueva colección es, de nuevo, un viaje por el mundo del que se regresa con la maleta llena de prendas muy coloridas de estilo étnico realizadas con tejidos más vaporosos. El nexo común es el pompón, un elemento decorativo que está presenten en culturas de todo el planeta. “Soy una enamorada de los pompones de todas las tribus y he inventado el mío propio”, cuenta. Merel los utiliza para decorar distintas prendas, como un vestido túnica de punto de red o los convierte en flecos para ribetear vestidos de algodón en negro o chaquetas blancas. Pero el color es el elemento dominante, a veces con tonos muy vitalistas. “El color trae alegría y Merel lo lleva dentro, y eso se aprecia en la colección”.
Destacan los vestidos largos con estampados Tie-dye y los flecos que tan pronto decoran una minifalda como el babero de un vestido o un bolso. La casa lanza ahora un peculiar calzado, una babucha marroquí que se decora con abalorios de colores al estilo de la cultura apache que están vendiendo muy bien. “Nada surge pensando en el dinero. Las prendas surgen de dentro, de un lugar bonito”, dice Alok. “Yo necesito crear, si no creo me bloqueo”, apunta Merel.
El lema de la moda Adlib es ‘Viste como quieras pero hazlo con estilo’. Esta invitación a la libertad se aprecia en la pasarela, un lugar en el que se mezclan distintos estilos. Tony Bonet ha presentado 'Alma', una colección con un objetivo especial. “Quiero que el vestido de novia lleve el alma de la chica pero también del diseñador”, dice Bonet.
Sus prendas son clásicas pero con una mezcla de texturas y materiales muy atrevida. Todo va muy trabajado, desde el patrón hasta las aplicaciones a mano. “Es artesanía, todo lo hago yo”, dice este creador, el único diseñador balear que tiene la doble carta de Artesano Patronista y Modista. “Ha sido importante porque se reconoce el trabajo hecho a mano, el trabajo muy cuidado. Todo lo que ves h apasado por mis manos, desde los prototipos hasta la plancha. Hago un producto de calidad que tiene nombre y apellido”.
Destacan las prendas oversize y los vestidos túnica, y también una cazadora bomber, muy ochentera, que mezcla hasta ocho encajes diferentes. Una pieza que se combina con un minivestido en tono suave para una novia especial. Cuenta Bonet, con pasión, como del trabajo en el taller nacen cosas especiales, únicas. “Cuando cortaba el dibujo del tejido de este pantalón surgieron unas alas y he ido trabajando siguiendo la energía de la tela”.
Bonet, que lleva más de 20 años en la moda Adlib, se estrena con la ropa para hombre y ha presentado un conjunto de pantalón y camisa en blanco, al más puro estilo Adlib, y un pantalón corto negro con cazadora a juego forrada con un llamativo estampado de rostros que trasmiten horror y maldad. “Somos muy heavis y potentes, y además para disfrutar de las cosas buenas tiene que haber maldad”.
Beatrice San Francisco engloba las colecciones de mujer y hombre que hacen Beatrice Siegmund y Francisco Segarra. En abril participaron en la pasarela Natural Adlib, un espacio dedicado a la moda sostenible, y ahora en han elevado el tono de los colores y han apostado por prendas más guerreras.
“La colección se basa en la magia de los hilos, los transformamos y los colocamos en distintos lugares. Es muy sexi, con mucho tejido calado, mucha transparencia y monos gigantes, con una enorme capucha, y prendas con plumas que parece que van a volar”, dice la diseñadora.
El mono oversize tiene su versión masculina porque ambas están conectadas y comparten distintos códigos, como prendas formadas por distintas piezas que se unen con cuerdas y el color. “Hay rojo, azul, amarillo y por supuesto nuestros blancos y crudo”, dice Francisco. “En el Adlib todos los estilos son posibles y esto me gusta mucho más”, añade Beatrice.
Junto al color llama la atención las aplicaciones de metal, sobre todo tricotado en el punto. Algunas prendas parecen desgarradas, algo intencionado que eleva ese aire sexi, y los cortes son más atrevidos en otras ocasiones. “Es más guerrera, más atrevida y más cañera”, dice el diseñador. “Lo hacemos para reivindicarnos y decir: ¡aquí estamos nosotros!”.
El estilo del Lejano Oeste se adueña de la colección de Linnea Ibiza que presenta su nueva línea Bridal Street Style. Las faldas, cortas o largas, llevan cascadas de encajes y volantes y a veces se superponen mezclando dos colores. Las levitas, muy trabajadas, contrastan con los chalecos mini, encantadoras piezas que ponen un toque divertido a la colección, una de las más trabajadas.
Vintage Ibiza presentan una colección típicamente Adlib, con tejidos vaporosos y otros más rígidos. La paleta de color va del clásico blanco hasta los empolvados y las prendas contrastan por su estilo, desde las más femeninas y románticas, con un toque retro, hasta las más atrevidas, con transparencias o con encajes que parecen tatuajes sobre la piel.
Puntillas y transparencias destacan en Ibimoda, una de las firmas con más experiencia en la moda Adlib. Evitaloquepuedas juega con los flecos en una propuesta sofisticada en la que destacan los vestidos reversibles. Ibiza Stones, que ha colaborado con Espardenyes Torres, sube la intensidad estética de la pasarela con prendas potentes marcadas por las aplicaciones de metal, pedrería y tachuelas. Ichiana Ibiza, firma de Ana Belén Alfonso, propone prendas recargadas, barrocas, marcadas por los bordados de cristal. Destaca la paleta de tonos nude, a veces con un efecto vintage. Y Marisa Cela juega a mostrar y ocultar la piel con tejidos transparentes.
Piluca Bayarri celebra más de dos décadas de moda Adlib con una colección en la que rescata iconos de su firma y sobre la pasarela mezcla vestidos blancos sencillos, aunque muy mimados, con prendas alegres que se superponen formando alegres looks y prendas para el baño, siempre en colores relajados. Destaca un top negro ribeteado con volantes que se llevan con una falda en patchwork. Enric y Roc son los directores creativos de Majoral, firma de Formentera que este año ha sido invitada a participar en la pasarela. Su colección, siempre en alegres tonos lisos, destaca por la vistosidad de los complementos.
Ivanna Mestres utiliza texturas opacas y transparentes siempre en blanco y negro para una colección festiva perfecta para una boda o una alfombra roja. Virginia Vald firma una de las propuestas más atrevidas, tanto por los cortes como por las transparencias y el uso de tonos vitamina como amarillos o rojos. Elisa Pomar, cuarta generación de una familia dedicada a la joyería, ha colaborado con Maya Hansen para presentar sus piezas, algunas inspiradas en la emprendada de la gonella.