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España e Italia presionan en la Unión Europea para subir los objetivos en renovables

  • La ministra de Transición Ecológica se estrena en el Consejo de Ministros de UE
  • Asegura que España "cambia de posición" y "deja de ser un lastre" en materia climática
  • Cree que podrá superarse el 35% de energía procedente de renovables en 2030

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La ministra para Transición Ecológica, Teresa Ribera, junto al comisario europeo de Energía y Cambio Climático, Miguel Arias Cañete
La nueva ministra española ha sido recibida a su llegada al Consejo de Energía de la UE por el comisario europeo de ese campo, Miguel Arias Cañete.

Los nuevos gobiernos de España e Italia han presionado en el consejo de ministros de Energía de la Unión Europea para revisar al alza la posición de los Estados miembros en materia de renovables y eficiencia energética.

"Cambiamos de posición. España deja de ser un lastre y se alinea con aquellos países que tienen vocación de progreso, vocación de futuro", ha declarado a su llegada al consejo de ministros de Energía de la UE celebrado en Luxemburgo la nueva ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera.

La cita ministerial debía servir para que las capitales reafirmasen o modificasen sus planteamientos en la revisión de dos directivas europeas sobre energía renovable y eficiencia energética para que la UE cumpla con los objetivos de lucha contra el calentamiento global adquiridos con el Acuerdo de París.

Hasta ahora, la posición consensuada por los países antes de la negociación con el Parlamento Europeo del próximo miércoles en Estrasburgo pasaba por defender una tasa mínima del 27% en renovables en 2030 y un objetivo de mejora del 30 % en eficiencia energética para el mismo horizonte.

La Eurocámara reclamaba un 35% en ambas materias

La Eurocámara, por su parte, reclamaba como punto de partida del 35% en ambas materias, posición que fuentes parlamentarias han dicho a Efe se puede rebajar a un 34%, en línea con lo que receta la Agencia Internacional de la Energía Renovable (IRENA, por sus siglas en inglés).

En el debate de este lunes en Luxemburgo se ha visto que existe "una división muy potente, muy clara entre países" y hay que "evitar las minorías de bloqueo" en la negociación final. Luxemburgo, Suecia, Lituania, Portugal Italia y España abogan por un objetivo del 35% tanto en renovables como en eficiencia (salvo Lisboa, que en eficiencia pide un 31%).

"El mensaje más relevante que traemos es que España viene a decir que dejamos de arrastrar los pies. Necesitamos alinearlos con los objetivos más ambiciosos en materia de renovables y de eficiencia energética porque es la única manera de hacer viable el Acuerdo de París", señala Ribera, que ha elevado la cifra de en torno al 30% en renovables y eficiencia que defendía el anterior Ejecutivo.

Un segundo bloque de países se sitúa en "más del 30%", entre los que se cuentan Francia, Holanda, Dinamarca o Austria; un tercero con Reino Unido, Irlanda y Estonia pide un 30% y el resto de países no se definen, entre los que se cuentan Polonia o Rumanía.

Cambio de posición de algunos países

La negociación del miércoles se antoja dura y podría prolongarse hasta entrada la madrugada porque "va a ser un ejercicio muy complicado este trílogo", ha señalado el comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete, quien agrega que "es bueno que hay un cambio de posición de algunos países hacia mayor ambición.

Arias Cañete se ha mostrado optimista sobre la posibilidad de "alcanzar un compromiso esta semana" en materia de eficiencia energética en la negociación a tres bandas entre Consejo, Parlamento y Comisión Europea.

En materia de renovables ha pedido "un esfuerzo final", si bien precisa que el reto "no es sólo acordar un objetivo, sino también todas las flexibilidades", es decir, los pequeños detalles legislativos que permiten ciertas compensaciones.

"Paquete de invierno"

La ministra de Energía búlgara, Temenuzhka Petkova, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de turno de la UE, ha concedido que el acuerdo final sobre ambos puntos se logre "probablemente en la presidencia austríaca", es decir, durante la segunda mitad de 2018.

Las dos directivas en cuestión forman parte del llamado "paquete de invierno", una extensa revisión de la normativa comunitaria para cumplir con los compromisos de la UE en la Cumbre del Clima París, de reducir un 40% sus emisiones contaminantes en 2030.