Salvini reclama cambiar la política migratoria europea y apela a Alemania y Austria para endurecer las normas
- "Si existe Europa, que se haga oír ya o que calle para siempre", ha exigido
- El ministro italiano de Interior pretende formar un frente antiinmigración en la UE
La crisis del buque Aquarius ha ofrecido al ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, la oportunidad de poner el foco político europeo en uno de los asuntos que ha abonado su ascenso como líder de la Liga, la inmigración irregular, como ha demostrado su discurso de este miércoles ante el Senado, en el que ha reclamado a la Unión Europea endurecer sus medidas y ha abogado por la formación de un frente común al respecto con Alemania y Viena.
"Si existe Europa, que se haga oír ya o que calle para siempre", ha exigido Salvini, uno de los dos vicepresidentes del nuevo Gobierno euroescéptico que sustentan el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga, en una comparecencia para explicar su decisión de prohibir el atraque en Italia del buque Aquarius con 630 migrantes a bordo.
Así, Salvini ha respaldo los hechos entre el domingo y el martes, cuando el barco viajó a España tras el rechazo de Italia y Malta, y ha indicado que su país "no puede ser el único que se ocupa" de la inmigración y "se hace cargo de los costes económicos y sociales que supone".
Por ello, ha reiterado su deseo de cambiar la política migratoria de la Unión Europea y ha señalado que, tras el episodio con el Aquarius, Italia lejos de estar aislada "nunca ha sido tan central y escuchada como ahora".
Hacer frente común con Alemania y Austria
En este sentido, Salvini ha asegurado haber hablado con diversos colegas comunitarios, entre los que ha citado al ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, con quien coincide, ha dicho, en "el hecho de que urge volver a razonar sobre las fronteras externas italianas como confines europeos".
Seehofer, quien durante toda la anterior legislatura cuestionó la política migratoria de Angela Merkel como líder regional de Baviera, sigue siendo crítico en el seno del Gobierno alemán, ha declarado públicamente este mismo miércoles su apoyo al primer ministro austríaco, Sebastian Kurz, al tiempo que se ausentaba de la llamada "cumbre de la integración" de la canciller, un foro consultivo entre el Ejecutivo y representantes de colectivos de inmigrantes.
El propósito de Kurz es formar lo que denomina un "eje de [países] dispuestos" a combatir con determinación la inmigración ilegal, entre los que sitúa, además de Austria, a Alemania e Italia. Pero Merkel se ha vuelto a desmarcar este miércoles: "Hay muchos países, como Italia, Grecia y España, especialmente afectados por la llegada de inmigrantes", ha apuntado la canciller, para añadir que, ante esa situación, más que pensar en "diversas formas de cooperación", hay que trabajar para dar una "respuesta europea común" a los desafíos de la política migratoria.
En cualquier caso, Salvini ha recogido el guante austríaco: ha anunciado que propondrá "una iniciativa sobre el frente interno y externo" de la inmigración coincidiendo con la presidencia de Austria en el Consejo de la Unión Europea desde el próximo 1 de julio, y ha expresado que confía hacerlo con sus colegas en Berlín y Viena.
Acabar con el Reglamento de Dublín
"Hay una atención sin precedentes y compete a nosotros jugar las cartas proponiendo, y no solo de forma negativa", ha defendido, para después apostar por el fin del Reglamento de Dublín, que establece las normas para el reparto de inmigrantes en la UE.
Mientras tanto, Salvini ha ratificado que solo desembarcarán en Italia los inmigrantes rescatados por su Marina, pues es hora de que el "Estado vuelva a ser Estado", y ha rechazado que "organizaciones privadas financiadas por quién sabe quién impongan los tiempos y modos de la inmigración", en referencia a las ONG.
Asimismo, ha señalado que "Italia no acepta lecciones de solidaridad y de humanidad de nadie" y, aunque ha agradecido "a los amigos españoles su buen corazón" por acoger el Aquarius, ha remarcado que el Gobierno español de "Pedro Sánchez tiene amplio margen para ejercitar su solidaridad en las próximas semanas" ya que, ha recordado, "solo cuenta con cerca de 16.000 demandantes de asilo, mientras que en Italia hay 170.000".
Salvini también ha exigido al presidente francés, Emmanuel Macron, una disculpa después de que denunciara el "cinismo" y la "irresponsabilidad" del Gobierno de Italia en la gestión de la crisis del Aquarius, lo que ha derivado en un conato de crisis diplomática entre ambos países.