La ley que despenaliza el aborto en Argentina supera su primer trámite parlamentario con el país dividido
- La Cámara de Diputados ha aprobado por un estrecho margen la nueva normativa, que pasa ahora al Senado
- Tanto el oficialismo como la oposición peronista están fracturados al respecto, al igual que la ciudadanía
La ley que despenaliza el aborto en Argentina ha superado este jueves su primer trámite parlamentario, al ser aprobada en la Cámara de Diputados con un estrecho margen -129 votos a favor por 126 en contra- que refleja la división existente en la sociedad argentina sobre la normativa, que ahora tendrá que abordarse en el Senado.
El proyecto de ley, impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, busca despenalizar el aborto hasta la semana 14 de gestación bajo cualquier circunstancia y no solo en los actuales supuestos de violación y peligro de salud de la madre, recogidos en el código penal de 1921. Además, establece que si la gestante es menor de 16 años, se debe realizar con su consentimiento.
La nueva normativa, sin embargo, ha provocado una profunda división tanto en la sociedad como en el Parlamento argentinos: tal como se aprecia por el resultado de la votación, prácticamente la mitad de los diputados están a favor, mientras que otra mitad se dice en contra, lo que refleja la fractura que existe en la propia ciudadanía.
Un debate histórico
El mero hecho de que el debate se haya producido constituye un hito en sí mismo, puesto que, a pesar de que el proyecto ha sido presentado hasta en siete ocasiones, solo el pasado 1 de marzo el presidente argentino, Mauricio Macri, optó por permitir su tramitación parlamentaria, pese a ser contrario al aborto.
Macri, además, ha dejado libertad de voto a los diputados oficialistas, para que voten en conciencia, ante la divergencia de opiniones en el seno de su coalición, Cambiemos. De la misma forma, en la oposición peronista también hay distintas corrientes al respecto.
"La interrupción voluntaria del embarazo no se trata de una cuestión moral o ética, es un problema de salud pública, porque muere gente y [los abortos clandestinos] generan gravísimos daños en mujeres jóvenes y sanas", ha argumentado en el debate parlamentario la diputada Samanta María Celeste Acerenza, de Propuesta Republicana, el partido de Macri.
Una postura que ha sido rebatida por una compañera de sus propias filas, Natalia Villa: "El aborto no es un derecho humano. El derecho humano es el derecho a la vida, no a eliminarla y destruirla. No hay política más progresista que la de ser generoso con la vida y defenderla".
División entre la ciudadanía
El histórico debate se ha prolongado durante más de 22 horas. En general, las posturas favorables a la despenalización destacan que se trata de "una cuestión de salud pública" con los más vulnerables, por los alrededor de 500.000 abortos clandestinos que se estima se producen al año en Argentina, principal causa de muerte materna en 17 de las 24 provincias del país, así como la "libertad" de la mujer para decidir.
Por su parte, las voces contrarias se inclinan por "la defensa de la vida" del "niño por nacer", respetando las dos vidas y reforzando la educación sexual.
La división, en cualquier caso, se ha reflejado también en el exterior de la Cámara de Diputados, donde durante dos noches se han concentrado miles de personas a favor y en contra de la despenalización del aborto, solo separadas por una valla.