Condenado a cadena perpetua el terrorista marroquí que mató a dos mujeres en Finlandia
- Abdherrahman Bouanane, de 18 años, acuchilló a diez personas en agosto de 2017
- Actuó motivado por los atentados en Barcelona y estaba "en guerra contra las mujeres"
Un tribunal finlandés ha condenado a cadena perpetua al yihadista marroquí Abderrahman Bouanane, al yihadista marroquí Abderrahman Bouananeautor del ataque con un cuchilloel pasado 18 de agosto en la ciudad de Turku (suroeste de Finlandia).
El tribunal, formado por tres magistrados, ha condenado a Bouanane por dos delitos de asesinato y ocho intentos de asesinato con motivación terrorista, en el primer juicio de este tipo en la historia del país nórdico. Según la legislación finlandesa, Bouanane estará en prisión, al menos, 12 años.
Bouanane, de 23 años, llegó a Finlandia en 2016 como solicitante de asilo bajo una falsa identidad y fue internado en un centro de acogida cercano a Turku mientras las autoridades migratorias tramitaban su caso. En agosto de 2017, cuando el joven se encontraba a la espera de la resolución de su solicitud de asilo, acuchilló indiscriminadamente a diez personas en una plaza del mercado de Puutori hasta que la Policía le disparó en una pierna y lo detuvo.
Radicalizado en Finlandia
Tras serle denegado el asilo en primera instancia, Bouanane recurrió la decisión y estaba a la espera de la sentencia definitiva cuando, según la investigación policial, conoció a un extremista de origen uzbeko llamado Zuhriddin Rashidov y empezó a radicalizarse.
Rashidov, sobre quien pesa una orden internacional de arresto, le familiarizó con la ideología y los métodos terroristas del Estado Islámico (EI), lo que llevó a Bouanane a interesarse en la posibilidad de cometer algún tipo de atentado.
Indignado por la solidaridad del mundo occidental en los atentados del 17 de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils, el joven se dirigió con dos cuchillos de cocina a la céntrica plaza de Turku con la intención de matar al menos a dos personas "y cortarles la cabeza" para después morir como un mártir soldado del EI. Según su visión, era su manera de denunciar que a nadie le importaba lo que sucedía en Siria.
"Guerra contra las mujeres"
Durante el juicio, el marroquí explicó que se sentía "en guerra contra las mujeres", por lo que eligió al azar a varias víctimas femeninas, la primera una mujer de 31 años que repartía folletos de los Testigos de Jehová. Después de asestarle varias puñaladas, intentó decapitarla con el cuchillo, pero no lo consiguió.
Hassan Zubier, un turista sueco que se encontraba en las proximidades, intentó auxiliar a la víctima, lo que molestó al presunto yihadista, que se dio la vuelta y le asestó varias puñaladas antes de salir huyendo. Durante su huida, Bouanane agredió con el cuchillo a todas aquellas mujeres que se cruzaron en su camino, así como a un joven de nombre árabe que salió en su persecución, Hasan Alazawii.
Según varios expertos, el hecho de que no falleciese tras cometer su ataque podría explicar que el EI no haya reivindicado hasta la fecha el atentado, como suele hacer en este tipo de acciones yihadistas.