Oxfam denuncia abusos y devoluciones ilegales de menores inmigrantes en la frontera de Francia con Italia
- Afirma que los menores no acompañados son devueltos "después de modificar sus papeles para que parezcan mayores"
- Hay testimonios de abusos tanto físicos como verbales, además de casos de detenciones sin comida, agua ni mantas
La organización no gubernamental Oxfam ha denunciado este viernes en un informe que niños inmigrantes de tan solo doce años sufren abusos, detenciones y "devoluciones ilegales" en la frontera de Francia con Italia por parte de agentes de la Policía francesa, por lo que ha exigido que se facilite el sistema de solicitud de asilo y la acogida de los migrantes.
En el informe, titulado Fuera, en ningún sitio, la ONG expone "cómo un burocrático y asfixiante sistema de acogida en Italia pone en peligro y fuera del radar a personas refugiadas vulnerables y a otras personas migrantes".
En Francia, según la investigación, la Policía para "de forma rutinaria" a los menores no acompañados y "los mete en trenes de vuelta a Italia después de modificar sus papeles para que parezcan mayores o para dar a entender que quieren ser devueltos".
Oxfam recopila testimonios de niños que han sufrido abusos físicos y verbales, y que han pasado la noche en celdas sin comida, agua, mantas ni sin acceso a un tutor oficial. "Todo ello va contra de las leyes francesas y de la Unión Europea”, remarca la organización.
Vejaciones a menores
El personal de Oxfam y de otras organizaciones locales ha denunciado casos en los que la Policía de Fronteras "ha rajado las suelas de los zapatos a los menores migrantes o ha robado las tarjetas SIM de sus teléfonos". Así, "una menor eritrea fue obligada a volver a cruzar la frontera por un camino sin asfaltar junto a su bebé de 40 días", asegura el informe.
En este sentido, reseña que al menos 16.500 migrantes, de los que una cuarta parte son menores, han pasado la frontera por el pueblo italiano de Ventimiglia, situado a siete kilómetros de la frontera con Francia, en los nueve meses previos a abril de 2018 y avisa de que "es probable que la cifra crezca en los meses de verano".
"La mayoría huye de la persecución y la guerra en países como Sudán, Eritrea, Siria y Afganistán. Muchos de ellos están intentando llegar a países como Francia, Reino Unido, Suecia o Alemania, donde esperan reunirse con familiares o amigos", ha relatado. En 2017, llegaron a Italia 17.337 niños, de los cuales 15.779 -el 91%- no iban acompañados.
Oxfam recoge que muchos menores no acompañados dicen sentirse abandonados en los centros de recepción, "sin oportunidad para ir a la escuela o a formarse y sin información sobre cómo pedir asilo o reunirse con miembros de su familia en otros países europeos". Por ello, "después de meses o incluso años de espera, muchos deciden probar suerte y continuar su viaje solos, mientras que otros son expulsados de los centros en cuanto cumplen 18 años".
Falta de infraestructuras de acogida
El único centro de recepción de migrantes cercano a Ventimiglia, Camp Roja, ofrece alojamiento básico para hasta 444 personas, pero la organización denuncia que la "falta de información clara, la fuerte presencia policial en el acceso y la obligación de dar las huellas dactilares disuade a muchos de quedarse".
"Como consecuencia, mucha gente duerme bajo una autopista a las afueras del pueblo, sin acceso a agua potable o servicios. Sus tiendas o refugios de cartón son destruidos a menudo por las autoridades locales y no existe seguridad", relata el informe. Los equipos de Oxfam en la zona se encuentran habitualmente con familias, mujeres embarazadas y menores no acompañados viviendo en estas condiciones.
La directora de campañas de Oxfam Italia, Elisa Bacciotti, ha explicado que "los niños, mujeres y hombres que huyen de la persecución y la guerra no deberían sufrir abusos ni abandono por parte de las autoridades francesas e italianas, y que Europa debe reformar su sistema de asilo".
Bacciotti ha pedido que "la UE tenga en cuenta las necesidades legítimas de los que piden asilo y que asegure los procesos para que los emigrantes se reúnan con sus familias, evitando obstáculos burocráticos". Asimismo pide al gobierno francés que deje de devolver ilegalmente menores a Italia y que ponga fin a las prácticas ilegales de la policía francesa y de los guardias de la frontera.