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La era Trump

Trump ordena preparar nuevos aranceles a productos chinos valorados en 200.000 millones de dólares

  • Serían la réplica a las tarifas con las que Pekín respondió a otras impuestas por Washington
  • China denuncia el "chantaje" de EE.UU. y prepara contramedidas

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Un hombre fotografía un coche Tesla en Pekín
Un hombre fotografía un coche Tesla en Pekín.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado un nuevo paso en su enfrentamiento comercial con China al ordenar la preparación de nuevos aranceles del 10% a productos importados de China por valor de 200.000 millones de dólares (172.000 millones de euros al cambio actual). China, por su parte, ha anunciado que si Washington "se vuelve irracional" tomará medidas "cualitativas y cuantitativas" en respuesta.

Trump, que impuso el viernes pasado aranceles del 25% a productos chinos por valor de 50.000 millones, ha insistido en que "deben tomarse medidas adicionales" para que Pekín cambie sus prácticas comerciales, después de que el gigante asiático replicara a las tarifas impuestas por EE.UU. con gravámenes a 128 productos estadounidenses, entre los que figuran la soja, automóviles y aviones.

En un comunicado, el mandatario estadounidense ha señalado que, "una vez que se complete el proceso legal, los aranceles entrarán en vigor si China se niega a cambiar sus prácticas y sigue insistiendo en seguir adelante con los aranceles que ha anunciado recientemente".

Por ello, el presidente ha ordenado a su representante de Comercio Exterior, Robert Lighthizer, que "identifique" productos por valor de 200.000 millones de dólares para imponer los nuevas tarifas.

China critica el "chantaje" de EE.UU. y prepara contramedidas

El Ministerio de Comercio chino ha denunciado el "chantaje" de Estados Unidos y ha anunciado que preparará "contramedidas. "Si Estados Unidos pierde el sentido común y publican una lista, China se verá en la obligación de adoptar una combinación de medidas cuantitativas y cualitativas en forma de represalias energéticas", ha indicado en un comunicado.

La respuesta de Pekín busca proteger los intereses del país, las personas y defender un sistema de libre comercio, según el ministerio chino. "No importa cómo cambie la situación en el exterior, China se adherirá al ritmo establecido, colocará a las personas en el centro, fomentará firmemente la reforma y apertura, avanzará en el desarrollo económico de alta calidad y acelerará la construcción de un sistema económico moderno", destaca la nota.

Según Trump, el déficit comercial de EE.UU. respecto a China, que cifra en 376.000 millones de dólares anuales, es inaceptable y debe equilibrarse.

Crece la tensión comercial entre Washington y Pekín

La escalada de tensión comercial entre las dos mayores economías del mundo ha avivado los temores en las últimas semanas, puesto que provocaría pérdidas equivalentes a la crisis de 2008, según el Banco Mundial.

La solución no parece próxima después de que hayan fracasado las negociaciones para resolver las quejas de EE.UU. por las políticas industriales chinas, la falta de acceso al mercado del gigante asiático y, sobre todo, el déficit comercial que favorece a Pekín.

Después de la imposición de aranceles del 25% a productos chinos -que se unen a los gravámenes impuestos a casi todas las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%)-, el presidente estadounidense se ha enfurecido por la rápida respuesta de Pekín.

"Aparentemente, China no tiene ninguna intención de cambiar sus injustas prácticas en la adquisición de propiedad y tecnología intelectual estadounidense. En vez de cambiar esas prácticas, ahora amenaza a compañías estadounidenses, trabajadores y granjeros que no han hecho nada mal", ha señalado Trump.