Las 48 peores playas españolas reciben su bandera negra
- Son los puntos más contaminados del litoral o con una peor gestión ambiental
- Murcia, País Vasco y Melilla se llevan la peor parte
- Lee el informe completo Banderas negras 2018, de Ecologistas en Acción
El informe Banderas Negras 2018 de Ecologistas en Acción ha adjudicado 48 de estas enseñas -una más que el año pasado- a los puntos más contaminados o con una peor gestión ambiental por parte de las administraciones en el litoral español.
La asociación ecologista ha presentado este estudio anual en Madrid para "analizar la situación ambiental de los casi 8.000 kilómetros de costa con una visión homogénea y global", ha explicado la coordinadora del trabajo, Clara Megías Baños.
Estos 48 puntos negros se reparten en 24 provincias de las 10 comunidades autónomas con playa, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y entre ellos, la coordinadora ha destacado como más graves la situación en Murcia -por la contaminación de la bahía de Portman y Sierra Minera y por la mala gestión local en el Mar Menor-, País Vasco -por la ampliación del puerto de Bilbao- y Melilla -también por la ampliación portuaria-.
Lugares especialmente afectados
Otros lugares especialmente afectados, bien por la polución o bien por una deficiente administración, son la zona industrial de Carboneras (Almería), el coralígeno de la costa de San Amaro (Ceuta) y las playas de Luarca (Asturias).
También la ría San Martín de la Arena (Cantabria), la desembocadura del río Segura (Alicante), las aguas fecales de El Confital (Las Palmas), el complejo industrial de Alcoa (Lugo), la depuración deficiente en todas las islas de Baleares y la contaminación en toda la costa de Girona, entre otros.
El descontrol de vertidos de aguas residuales y la mala depuración son, según Megías, los principales desafíos para el litoral español, culpables de que en la lista aparezcan 11 de las 48 playas señaladas.
Estos problemas "se multiplican por todo el territorio, pero sobre todo en las islas, donde el turismo masivo sobrepasa la capacidad de carga de las depuradoras, además de que muchas de estas instalaciones están obsoletas", ha advertido, por lo que el efecto negativo "no sólo es para el medioambiente, sino para la salud, ya que son aguas de procedencia fecal".
Presencia industrial
La presencia industrial es un inconveniente añadido y la causa de otras 11 banderas negras para sendas playas españolas. La coordinadora ha señalado que, por primera vez en este informe que se elabora desde 2016, los expertos han evaluado los efectos de la acuicultura -industria de crianza de especies acuáticas- cuya sobreexplotación supone un "peligro para la biodiversidad autóctona de España".
La erosión costera -la pérdida de arena- también ha sido señalada como uno de los problemas que más afecta al litoral, sobre todo en las playas de Levante y Cataluña. A la erosión contribuye la masificación turística y "la gran cantidad de urbanismo construido en primera línea de playa", ha insistido Megías, junto con las presas que retienen los sedimentos e impiden su llegada al mar.
La acumulación de basuras, la construcción o ampliación de puertos, el tránsito continuado de cruceros, un urbanismo irrespetuoso o el aumento de las especies invasoras son otras categorías que Ecologistas en Acción han incluido como de especial importancia en su informe.
"Problemas recurrentes y reincidentes"
La organización conservacionista ha insistido en que "lo más grave" de esta situación no es el deterioro medioambiental en sí, sino el hecho de que éste se produce por culpa de "problemas recurrentes y reincidentes", ya señalados en los informes de 2017 y 2016. Por ello, hasta 11 playas han repetido bandera negra respecto a años anteriores, "lo cual significa que las administraciones no están haciendo nada para mitigar los problemas que ya han sido denunciados", ha concluido Megías.
Para ayudar a mejorar el panorama a nivel ciudadano, Ecologistas en Acción ha propuesto un decálogo individual que incluye medidas como reducir el consumo personal, dejar de utilizar bolsas de plástico de un solo uso, utilizar ropa fabricada con fibras naturales, reciclar y reutilizar y comprar alimentos frescos de temporada, entre otras.