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El Lifeline atraca en Malta tras seis días de espera en el mar

  • Los 234 migrantes a bordo del buque se repartirán entre ocho países, entre ellos, España
  • Malta retendrá el barco para investigar si ha violado las leyes internacionales en la misión de rescate

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El Lifeline llega a Malta después de seis días en busca de puerto

El barco de la ONG alemana Lifeline, que lleva a bordo a 234 migrantes rescatados del mar, ha llegado este miércoles por la tarde a La Valeta, después de que el primer ministro, Joseph Muscat, anunciase que permitiría al buque humanitario atracar en la isla. La embarcación se ha adentrado lentamente en el puerto de la capital maltesa y los migrantes, según han mostrado los medios locales, se han agolpado en cubierta para ver tierra firme por primera vez en días. "¡Por fin el Lifeline ha llegado a puerto!", ha exclamado la ONG en un mensaje publicado en Twitter.

El navío pone fin así a la situación crítica fruto de los seis días paralizado en el mar a la espera de un permiso de atraque en algún puerto, un permiso que hasta ahora le habían negado tanto Italia como Malta, como ya ocurrió con el caso del Aquarius.

La noche del martes, el Lifeline volvió a solicitar permiso a Malta y señaló que "muchas personas a bordo están mareadas" y que tres de los migrantes han tenido que ser ingresados en la enfermería del barco. A su llegada a puerto, un fuerte dispositivo de seguridad los esperaba para trasladarlos a los exámenes médicos y empezar los trámites legales.

Las personas rescatadas -entre las que hay 14 mujeres y cuatro niños menores de 3 años-, serán distribuidas entre los ocho Estados miembros de la UE que han mostrado su disposición a acogerlos: España, Malta, Francia, Portugal, Luxemburgo, Bélgica, Países Bajos e Italia. "Solo los verdaderos solicitantes de asilo" recibirán "protección", ha anunciado Muscat, mientras que se iniciarán los procedimientos "para repatriar a los que no tienen derecho".

El barco será retenido e investigado

El jefe del Gobierno maltés ha advertido que, a su llegada, el barco quedará retenido y su capitán será detenido para realizar una investigación, ya que el país estima que el capitán "ha violado las leyes internacionales al ignorar las órdenes de las autoridades italianas".

En la misma línea se expresó el presidente francés, Emmanuel Macron, el martes, que consideró que la ONG "intervino violando todas las reglas" y se negó a entregar a los guardacostas libios a los migrantes rescatados. La ONG respondió a sus críticas al señalar que, de hacerlo, "se habría vulnerado la Convención de Ginebra sobre los refugiados", lo que habría supuesto "un acto criminal".