Italia accede a la propuesta de crear centros para migrantes en el interior de la UE, con condiciones
- Lejos de un acuerdo, se acerca al planteamiento de Francia para regular la llegada de migrantes
- Italia empezó la cumbre amenazando con bloquear los acuerdos si no se tienen en cuenta sus reclamaciones
Tras las amenazas previas de bloquear cualquier acuerdo en la cumbre europea que empezó este jueves en Bruselas, Italia ha alcanzado un principio de acuerdo con Francia para compartir la gestión de la presión migratoria, aunque según fuentes diplomáticas, aún está lejos de cuajar en medio de la gran división entre los socios europeos.
Así, habría un acuerdo preliminar para crear los llamados centros controlados de migrantes dentro del territorio europeo, en países que se ofrezcan voluntariamente, con el fin distribuir a los inmigrantes irregulares que lleguen a los Estados que mayor afluencia reciben, como es el caso de Italia, en la actualidad el mayor receptor de migrantes, en su caso desde Libia. En dichos centros se evaluaría su situación para aclarar si tienen derecho al asilo o son irregulares, que podrían ser devueltos a sus países de origen.
Italia habría accedido finalmente a esta propuesta, pero solo si cuenta con el apoyo unánime de los Veintiocho, si incluye una reforma de la normativa de Dublín -que regula el asilo en la UE- y si son varios los países que participan en el reparto de los flujos migratorios, según una fuente gubernamental italiana citada por la agencia Reuters. Además, reclama un aumento de los fondos de ayuda a los países de origen en África.
Segun fuentes oficiales francesas citadas por Reuters, a este primer acercamiento también se habían sumado España, Malta y Holanda, para después echarse atrás.
Tensión por la amenaza de bloqueo de Italia
Antes de este avance en las negociaciones, el Gobierno italiano había amenazado con bloquear las conclusiones de los temas acordados en la primera sesión de trabajo de Los Veintiocho durante esta cumbre europea, sin duda protagonizada por la migración, pero que también debate cuestiones sobre el comercio o la defensa.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha defendido en la reunión que debe aplicarse el principio de que "nada está acordado hasta que todo está acordado". El anuncio de Roma ha añadido más tensión en Bruselas, con la cancelación de las ruedas de prensa de los presidentes del Consejo, Donald Tusk, y de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.
La cuestion migratoria ha causado una seria división entre los Estados de la UE que desemboca en esta cumbre, tras haber comprometido el espacio libre de fronteras de Schengen y de poner en apuros a la coalición de gobierno en Alemania de la canciller Angela Merkel.
De un lado, Merkel, apoyada por España y Francia, buscaba el diálogo para resolver la llegada de migrantes que cada día cruzan el Mediterráneo central huyendo de la guerra, la pobreza e incluso la esclavitud. Por otro, Italia se mantenía firme en su negativa a acoger a los migrantes en sus puertos mientras acerca posturas con países como Austria u Holanda, que se niegan a aceptar cuotas de refugiados.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez
Durante la primera sesión, los líderes europeos han abordado los avances en políticas de seguridad y defensa, la situación del comercio global tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, el marco financiero plurianual para el periodo 2021-2027 y las sanciones a Rusia por el derribo del avión MH17.
Tusk había tratado de aliviar la situación al comienzo de la cumbre, cuando ha instado a los líderes europeos a centrarse en el refuerzo de las fronteras exteriores del bloque, ya que la alternativa sería el cierre "caótico" de las fronteras y los conflictos entre sus Estados miembros. "Algunos pueden pensar que soy muy duro en mis propuestas pero créanme, si no las acordamos, entonces se verán algunas realmente duras de algunos 'tipos' realmente duros", ha señalado en rueda de prensa antes del inicio del encuentro.
Merkel y Macron piden diálogo y cooperación
La canciller alemana, partidaria de una política de acogida comunitaria, afronta la cumbre bajo la presión de su ministro del Interior, Horst Seehofer, que le ha dado un ultimátum para que encuentre un acuerdo europeo o, de lo contrario, cerrará unilateralmente las fronteras alemanas, tesis en línea con la vecina Austria.
Merkel defiende negociar con los países del norte de África la posibilidad de crear "plataformas de desembarco" de migrantes en la región, al destacar el acuerdo migratorio de la UE con Turquía como ejemplo.
Por otro lado, ha recordado que "la defensa de las fronteras exteriores es algo que une a Europa", y ha admitido que los países que los reciben (Italia, España o Malta) "necesitan apoyo", aunque los migrantes "no pueden elegir en qué país solicitan asilo".
En la misma línea se ha expresado el presidente francés, Emmanuel Macron, que defiende la cooperación entre los países mediante la modernización de los acuerdos existentes. "Hay trabajo por hacer en el exterior de las fronteras de Europa, en las fronteras de Europa y en el seno de Europa, con dos princpios: responsabilidad y solidaridad", ha asegurado. Para el francés, la decisión es simple: "¿Queremos soluciones nacionales o creemos en soluciones europeas y cooperación?".
Italia exige "hechos concretos" de solidaridad
Italia es el gran crítico en la reunión, que en las últimas semanas ha endurecido su postura acercándola a Austria al cerrar sus puertos italianos a los barcos humanitarios como el Aquarius o el AquariusLifeline
El primer ministro, Giuseppe Conte, ha pedido este jueves que el resto de países transformen "sus manifestaciones de solidaridad" hacia Roma en "hechos concretos". "En todos estos años Italia ha tenido encuentros con líderes de otros países miembros, ha habido muchas manifestaciones de solidaridad. Hoy es un día muy importante y esperamos que estas palabras se transformen en hechos", ha expresado a su llegada.
En su opinión, la propuesta que trasladó el pasado domingo a los 16 líderes europeos es "absolutamente razonable porque es totalmente conforme con el espíritu y los principios con los que ha sido construida la UE".