Al menos 19 muertos en un atentado suicida en la ciudad afgana de Jalalabad

• Un atacante se ha inmolado en un área céntrica de la ciudad hacia las 16.00 hora local
• El atentado ha coincidido con la visita oficial del presidente afgano, Ashraf Gani

Los bomberos trabajan en el lugar del atentado, en Jalalabad.

Al menos 19 personas han muerto y otras 21 han resultado heridas en un ataque suicida en la ciudad de Jalalabad, en el este de Afganistán, coincidiendo con la visita del presidente afgano, Ashraf Gani, ha informado a Efe una fuente oficial.

Un atacante se inmoló en un área céntrica de la ciudad hacia las 16.00 hora local, ha explicado el portavoz del gobernador de la provincia de Nangarhar, de la que Jalalabad es la capital, Attaullah Khogiania.

Todas las víctimas mortales y los heridos son civiles, según Khogiania, quien también ha apuntado que varios vehículos se han incendiado en la zona a causa de la potencia de la explosión.

El portavoz de sanidad de la provincia, Enamullah Miakhil, ha precisado que diez de las víctimas pertenecían a las minorías hindú y sij.

El ataque coincide con la visita del presidente afgano

El incidente ha ocurrido el mismo día en que Gani se encontraba en Jalalabad durante una visita oficial, durante la que ha participado en la colocación de la primera piedra de un centro hospitalario y ha reiterado su oferta sentarse a dialogar con los talibanes "donde ellos quieran", según la cadena de televisión afgana Tolo News.

El pasado 16 de junio, el último día del alto el fuego decretado por los talibanes, al menos 18 personas murieron y otras 49 resultaron heridas en un atentado suicida cerca del Palacio del Gobernador en el centro de la ciudad de Jalalabad.

El día anterior, un atentado suicida ocurrido a unos 15 kilómetros de Jalalabad y reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) causó 25 muertos y 54 heridos en el lugar donde estaban reunidos un grupo de talibanes y civiles para celebrar la tregua.

Nangarhar es considerado el bastión del Estado Islámico desde su irrupción en el país en 2015. Afganistán atraviesa una de sus etapas más sangrientas tras el final de la misión de la OTAN en 2015, que solo continúa en el país en tareas de adiestramiento y capacitación de las fuerzas afganas.