Archivan la causa por la muerte de un mantero contra los guardias urbanos acusados de matar a un compañero

• La juez no ve "signo de criminalidad" en la muerte del vendedor ambulante
• El mantero falleció al despeñarse por un barranco en Montjuïc en 2014

Los Mossos d'Esquadra trasladan a Rosa P., la guardia urbana de Barcelona acusada de matar a su expareja junto a un compañero del cuerpo en Vilanova i la Geltrú.

Una juez de Barcelona ha archivado la causa abierta por la muerte de un mantero que se despeñó por un barranco en la montaña de Montjuïc de Barcelona, en la que estaban imputados los dos agentes de la Guardia Urbana acusados de matar a un compañero, al entender que la caída fue accidental.

En un auto dictado el 21 de junio, la titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona decreta el sobreseimiento provisional de las actuaciones tras determinar que "no se aprecia ningún signo de criminalidad" en la muerte del mantero y considera que fue accidental.

En el caso estaban investigados los agentes Rosa P. y Alberto T., quienes permanecen en prisión preventiva acusados de matar a un compañero del cuerpo con quien formaban un triángulo amoroso, cuyo cadáver quemaron presuntamente dentro de un coche junto al pantano de Foix.

El caso del mantero se remonta al 9 de agosto de 2014, cuando el hombre murió tras ingresar en el Hospital del Mar con heridas graves a consecuencia de la caída desde unos 20 metros en la zona del Castillo de Montjuïc cuando huía de la policía.

La causa se reabrió por unas manifestaciones de la agente

La causa se reabrió en septiembre del pasado año a raíz de unas manifestaciones de la agente de la Guardia Urbana Rosa P. después de la personación de la acusación particular, y se acordó la práctica de las diligencias propuestas por esta parte, según informó el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC).

Rosa P. apuntaba a su compañero como responsable de la muerte del mantero, cuando ambos lo perseguían en el marco de un operativo para la prevención de la venta ambulante.

Según declaró la agente ante la juez, su compañero Albert T. le comentó que había matado al mantero, aunque ella no pudo ver el momento en que la víctima caía por el terraplén dado que había perdido el conocimiento a consecuencia de un golpe que ésta le había propinado momentos antes.

Concluye que la muerte fue accidental y que hay "un vacío de pruebas"

La juez concluye que la muerte del mantero fue "accidental" y cuestiona la credibilidad de la versión de Rosa P., teniendo en cuenta que su relato "iba variando según las personas con las que hablaba" sobre el asunto en el centro penitenciario en que está interna por el homicidio de su expareja, el también urbano Pedro R.

Además, considera que Alberto P. fue el único testimonio directo de los hechos, ya que Rosa P. estaba inconsciente y el tercer agente presente está fallecido, y concluye que existe un "vacío de pruebas".

También señala que Rosa P. mantiene con Albert P. "un serio conflicto de intereses" a raíz de la otra investigación contra ellos por la muerte del novio de ella y añade, en este sentido, que Rosa P. podría verse favorecida si, aprovechando el caso del mantero, "ofrece una versión con la que poder atribuir a Albert un carácter revanchista, celoso e impulsivo".