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Estudian utilizar la inmunoterapia para tratar el cáncer de mama más agresivo

  • Es el triple negativo, que afecta a pacientes más jóvenes y ofrece menos dianas terapéuticas
  • El objetivo es emplear el propio sistema inmune para atacar las células tumorales
  • Lo investiga el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona

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Uno de los principales problemas es que determinadas células tumorales son prácticamente invisibles para el sistema inmunitario.
Uno de los principales problemas es que determinadas células tumorales son prácticamente invisibles para el sistema inmunitario.

El Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) de Barcelona está investigando la utilización de la inmunoterapia -emplear el sistema inmune del paciente para atacar las células tumorales- para tratar el cáncer de mama más agresivo.

El investigador del IMIM Toni Celià-Terrassa ha recibido una ayuda de 200.000 dólares del Cancer Research Institute de Estados Unidos para llevar a cabo la investigación sobre el uso de inmunoterapia en el cáncer de mama triple negativo, uno de los más agresivos, que afecta a pacientes más jóvenes y que menos dianas terapéuticas ofrece a los oncólogos.

Celià-Terrassa, investigador en terapia molecular del cáncer que trabaja en el Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y en el Programa de Investigación en Cáncer del IMIM, ha destacado que "conseguir financiación del Cancer Research Institute es un privilegio y supondrá un gran empuje a nuestra investigación del cáncer de mama triple-negativo".

El tratamiento con inmunoterapia del cáncer ya se utiliza con éxito en determinados tipos de tumores, como los de pulmón o el melanoma.

"Este proyecto espera encontrar nuevas estrategias para potenciar la respuesta a la inmunoterapia en este tipo de cáncer y evitar recaídas", ha señalado Celià-Terrassa, que ha dicho que la ayuda permitirá contratar más investigadores para impulsar el trabajo. El tratamiento con inmunoterapia del cáncer ya se utiliza con éxito en determinados tipos de tumores, como los de pulmón o el melanoma.

Tasas de respuesta, entre el 20% y el 30%

Según Celià-Terrassa, las tasas de respuesta se mueven entre el 20% y el 30%, con el uso de anticuerpos que bloquean los puntos de control del sistema inmune.

"Pero en el cáncer de mama no se han alcanzado estas cifras y la inmunoterapia aún no es una alternativa a la quimioterapia convencional. Por eso queremos estudiar mejor por qué no hay una tasa alta de respuesta y si esto se debe a la heterogeneidad del tumor, y si hay ciertas poblaciones de células dentro del tumor que son más resistentes a la inmunoterapia que otros", ha detallado el investigador.

El proyecto analizará este enfoque en el cáncer de mama tipo triple-negativo y estudiará las propiedades de las subpoblaciones tumorales que evitan el sistema inmune para diseñar nuevos tratamientos que puedan aprovechar las moléculas que ya se están utilizando para tratar con inmunoterapia otros tipos de tumores.

"Nuestra intención es encontrar las configuraciones específicas de tratamiento para ajustarlo para el cáncer de mama", ha puntualizado Celià-Terrassa. También buscarán marcadores que permitan predecir la respuesta a este tratamiento.

Resultados clínicos aún insuficientes

Por este motivo, el jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar y director del Programa de Investigación en Cáncer del IMIM, Joan Albanell, ha destacado que "la inmunoterapia es prometedora en el cáncer de mama triple-negativo, pero los resultados clínicos son aún insuficientes".

"Una causa de esta limitada actividad de la inmunoterapia parece que es que determinadas células tumorales son prácticamente invisibles para el sistema inmunitario, por lo que hacerlas visibles podría ser un gran paso adelante para mejorar los resultados de la inmunoterapia en cáncer de mama", ha añadido Albanell.

Toni Celià-Terrassa, que lidera el laboratorio de propiedades de las células madre cancerosas y metástasis del IMIM, se incorporó a esta institución en enero de 2018 mediante una beca Miguel Servet procedente de la Universidad de Princeton, donde trabajó entre 2012 y 2017.

Allí se especializó en la búsqueda de la metástasis del cáncer de mama y estudió los mecanismos moleculares de las células madre mamarias normales y malignas para protegerse de las señales del sistema inmunitario en el cáncer de mama triple-negativo.