Vuelve la locura por la ropa de segunda mano
- Vintalogy, en Madrid, es un espacio único para la ropa retro de segunda mano
- La fuerte influencia de Gucci y Vetements provoca el furor por el estilo vintage
- Ropa, muebles y objetos con historia logran tener una nueva vida
- Ion Fiz, que no está en el calendario de MBFWM, hará aquí el desfile
Impresiona el local pero también los burros repletos de maravillas. Vintalogy es el nuevo templo de la ropa de segunda mano que hay en Madrid. Un espacio con historia que vende prendas con historias. José Martí Prats trasladó la tienda de ropa para el hogar de la calle mayor a la calle Atocha en 1885. Estuvo abierta hasta 2017 y curiosamente los empleados eran los propietarios del edificio ya que el dueño se lo dejó en herencia. Ahora la tienda vende ropa y objetos de lo más variado que conviven con los retratos de los dependientes que trabajaron casi toda su vida entre esas cuatro paredes. “Ellos son los auténticos dueños de esto”, dice Teresa Castanedo, una conocida periodista y empresaria que añade sus propias historias a las del famoso local.
Cuenta con pasión su vida de forma clara, aportando datos, fechas, lugares. Narrándolo. Cuando estaba trabajando en televisión fue a Nueva York para entrevistar a Sandra Bullock y su amigo Javier Riollo la llevó a los mercadillos de Brooklyn y Williamsburg, entre ellos el Skylight One Hanson. Un espacio invadido por la ropa que antes fue una sede bancaria. Como canta Mecano, el flechazo fue instantáneo. “Había de todo, ropa pero también gafas, zapatos, discos y algunos muebles. Estaba encantada y pensé, ¡qué guay!, esto no lo hay en Madrid.
No se lo pensó mucho y con su actual socio, Juan Fraile, pusieron en marcha una arriesgada y novedosa aventura, el Mercado de Motores. “Fue en 2012 y al principio nos costó arrancar porque tuvimos que llamar a muchas puertas para convencer a la gente de que se uniera a nuestro proyecto, pero al año ya había colas para entrar. Fue un exitazo”.
Durante un tiempo ha compaginado el Mercado de Motores con el mercadillo Altavista, en San Lorenzo de El Escorial. Un lugar con unas vistas privilegiadas que se instala el tercer fin de semana de cada mes. Pero le faltaba algo. “Quería montar algo estable, algo que estuviera abierto todo el año”, dice. Así nació Vintalogy. Ella conocía del local, “había venido miles de veces a comprar telas y retales” y cuando se quedó libre supo que era el espacio que estaba buscando. Desde febrero de 2018 abre cada mañana la puerta al pasado. “Yo no soy anticuaria”, puntualiza. “Yo vendo objetos retro y vintage, algunas cosas tienen cuarenta o cincuenta años pero no son de gran valor, son cosas en desuso, cosas peculiares”.
Vender, vende de todo, aunque destaca las chaquetas enceradas y las prendas de toda la gama de Levi´s. Aquí puedes encontrar camisetas por 4, 95 euros y vestidos por 74, 95 euros. “Hay mucha ropa para ocasiones especiales, por ejemplo para invitadas a una boda que busca algo diferente o para fiestas de graduación de fin de carrera, que se han puesto de moda. Pero también hay mucho chandalismo para los más jóvenes”.
Mucho stretwear pero también mucho lujo. La tienda tiene reservado un espacio para firmas como Dior, Gucci, Prada, Chanel, Balenciaga, Courrèges o Loewe. “No es vintage”, puntualiza. “Es ropa de hace dos o tres temporadas pero muy bien conservada. Y la vendo con la etiqueta para que se vea el precio original y el nuevo”, cuenta mientras descuelga un pantalón de Versace que costaba 1200 euros y se vende por 175 euros.
Prendas interesantes que además encajan con la tendencia internacional por los estilos icónicos del ayer, como acabamos de ver en París en el desfile de Vetements. La firma de Demna Gvasalia y Gucci han desatado una autentica locura por la estética retro y vintage y esto ha provocado que la gente acuda de nuevo a mercadillos y tiendas de segunda mano en busca de esa pieza especial que se parezca lo máximo posible a lo que se ve ahora mismo en las pasarelas.
Pero Teresa va más allá y quiere que la tienda sea un espacio abierto a distintas experiencias. Jaime Calatrava, coleccionista de alta costura, ha hecho una peculiar presentación con las ‘joyas’ que ha dejado en depósito para que se vendan. “Ha sido muy especial, con una modelo describiendo la prenda, como se hacía en los salones de costura, y de paso analizar y comparar como era la moda antes y ahora”, dice Calatrava que se ha desprendido de piezas de Torrente, André Courrèges, Nina Ricci o Daniel Hechter. “Hay una chaqueta de cuero de Saint Laurent de los setenta de inspiración rusa e incluso una de sus saharianas. También un Balenciaga, un jersey gigante de Karl Lagerfeld para Chloé y un Kenzo de sus primeros años”, revela. “¡Y todo a muy buen precio!”.
Hay más. Ion Fiz, que no estará en la próxima edición de MBFWM Será el día 10 y se enmarcará en el calendario de actividades de Madrid es Moda que gestiona ACME, la Asociación de Creadores de Moda de España.
Vintalogy tiene además cómodas zonas con sofás vintage para sentarse a leer una revista y otra con muebles antiguos de otras tiendas que se exhiben y venden allí. “Yo quería tener una tienda de segunda mano pero todo quería que fuera grande, que cupiese de todo. Y quería tener ropa de tener todos los estilos, desde lo más moderno hasta lo más estrafalario”. Para ello cuenta con proveedores especializados que seleccionan las prendas. Luego, en la parte superior del local, se lavan, revisan y reparan hasta que están listas para ponerse a la venta. “Siempre miro si merecen la pena o no, porque la gente viene y compra sobre todo por impulso, ¡es una compra espontanea!”.