Trump pide a España cumplir el acuerdo de aumentar el gasto militar, pero Sánchez no se compromete

• El presidente de EE.UU. ha mandado cartas a varios países de la OTAN para que gasten el 2% del PIB
• Pedro Sánchez responde que no solo se contribuye con la Alianza Atlántica en porcentaje de gasto

Soldados croatas de la fuerza de la OTAN desplegada en Kosovo

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha enviado cartas a varios miembros de la OTAN, entre ellos España, recordando el compromiso de aumentar el gasto militar hasta el 2% del PIB en 2024 que acordaron en la cumbre extraordinaria de la Alianza Atlántica en mayo de 2017.

Trump ha enviado estas cartas, entre otros, a la canciller alemana, Angela Merkel; al primer ministro canadiense, Justin Trudeau; y al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien este mismo martes ha aprovechado su encuentro en Madrid con el secretario general de la OTAN para subrayar que la contribución de un país a la Alianza Atlántica no puede medirse únicamente por un porcentaje de gasto.

Sánchez, que recibió la misiva de Trump hace unos diez días según han confirmado fuentes gubernamentales, ha trasladado al responsable de la OTAN, Jens Stoltenberg, que España "se ha mostrado como un aliado firme y comprometido con la seguridad euroatlántica".

Sin hacer mención expresa a la demanda del presidente de Estados Unidos, el presidente del Gobierno ha añadido que la contribución de un país también consiste en la disponibilidad de las capacidades militares y la voluntad de utilizarlas en favor de la paz y seguridad internacionales, según el comunicado difundido por Moncloa.

España, tercer país con menor gasto en defensa

En ese contexto, el Gobierno recuerda que España ha desplegado 1.161 efectivos en misiones de la OTAN, 616 con la ONU y 757 con la Unión Europea. Además, destaca que España forma parte de la Coalición contra el DAESH, donde 581 españoles colaboran en la formación del ejército iraquí.

La reflexión de Sánchez ante Stoltenberg respecto al compromiso del 2% de gasto coincide con la que trasladó también el anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la cumbre de la OTAN del año pasado y en la que abogó por medir el esfuerzo no sólo por el gasto en defensa, sino con otras variables como la presencia en misiones militares internacionales.

España es el séptimo mayor contribuyente de la OTAN con un 1,3% del gasto global. Por otro lado, es el tercer país miembro de la OTAN que menor porcentaje del PIB destina a la Defensa con un 0,92 % en 2017, solo por delante de Bélgica y Luxemburgo, y lejos del 2%.

La anterior ministra de Defensa con el gobierno del PP, María Dolores de Cospedal, ya anunció que España no cumpliría el objetivo en 2014 y se quedará en el 1,53%. El presupuesto del Ministerio para el año 2018 subió un 6,9% respecto al ejercicio anterior y supera los 8.000 millones de euros, sin incluir las partidas destinadas a misiones en el extranjero.

"Frustración creciente" de Trump

Cartas similares a la enviada por Trump a Pedro Sánchez han llegado también a los mandatarios de Noruega, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal, y se conocen en la antesala de la cumbre de la OTAN convocada en Bruselas para los próximos 11 y 12 de julio.

Según publica el New York Times, Trump se queja a los líderes europeos de que, después de un año del acuerdo y tras numerosas exhortaciones en público y en privado, los socios de la alianza no han cumplido su compromiso.

"Como discutimos durante su visita en abril, hay una frustración creciente en EE.UU. con que algunos aliados no han dado un paso adelante como se había prometido", dice Trump en su misiva a Merkel, siempre según el diario neoyorquino.

"Estados Unidos sigue dedicando más recursos a la defensa de Europa cuando la economía del continente, incluida la de Alemania, va bien y abundan los desafíos de seguridad. Esto ya no es sostenible para nosotros", advierte Trump.

Durante su campaña electoral, Trump calificó reiteradamente a la OTAN de "obsoleta" y, ya desde la Casa Blanca, ha insistido en que los demás miembros deben igualar, de manera proporcional, el compromiso monetario de su país con la organización.

Estados Unidos asume el 71,7% del gasto; el Reino Unido, el 5,8%; Francia y Alemania, el 4,8% cada uno; Italia, el 2,4% y Canadá, aporta el 2,2%.