Los 60 migrantes del Open Arms desembarcan en Barcelona agotados, pero sin ningún caso preocupante de salud
- Ninguno de los migrantes, entre los que hay tres menores no acompañados, ha tenido que ser hospitalizado
- "Vienen muy cansados, desorientados y preocupados", señala el coordinador de Cruz Roja en el dispositivo de acogida
Los 60 migrantes rescatados en aguas internacionales frente a las costas libias por el Open Arms, buque insignia de la organización humnatira Pro Activa Open Arms, han desembarcado a mediodía de este miércoles en el puerto de Barcelona, agotados por sin que entre ellos hubiera ningún caso grave de salud, según han resaltado desde el equipo de acogida desplegado para recibirles.
El coordinador de la Cruz Roja en Cataluña, Enric Morist, ha explicado que "no hay nada preocupante" ni ningún ingreso hospitalario, además de aclarar que no había mujeres embarazadas, pese a las informaciones al respecto, y que los menores no acompañados que han llegado en el grupo son tres, de los que ya se está encargando la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA).
“Vienen muy cansados, desorientados y preocupados“
"Vienen muy cansados, desorientados y preocupados", ha asegurado Morist, quien ha indicado que el traslado del resto de inmigrantes rescatados -entre ellos, cinco mujeres y dos menores acompañados por sus familias- se iniciará con la mayor brevedad posible.
El propio fundador de Proactiva Open Arms, Óscar Camps, ha despedido con un abrazo a los inmigrantes conforme abandonaban el barco. Los últimos en abandonar la embarcación han sido los miembros de la tripulación, de quien Morist ha dicho que han hecho "un trabajo excelente".
Tres horas de operativo
El barco ha llegado al puerto de Barcelona escoltado por el otro barco de la oenegé Proactiva Open Arms, el Astral, el remolcador de Salvamento Marítimo Punta Mayor, una patrullera de la Guardia Civil y el histórico velero Barceloneta, que ha salido a acompañarle en su entrada a la capital catalana.
El desembarco se ha alargado hasta tres horas porque muchos inmigrantes se dirigían al personal que los ha atendido en árabe, por lo que se ha necesitado la colaboración de traductores. En primera instancia, el personal sanitario del Sistema de Emergencias Médicas ha subido a bordo para determinar el estado de salud de los rescatados y, tras evaluar si alguno necesitaba atención hospitalaria, han iniciado el desembarco.
Acompañados por voluntarios y técnicos de la Cruz Roja, los inmigrantes han sido identificados y filiados por los agentes de la Policía Nacional, a quien competen los temas de extranjería.
El objetivo de la acogida inicial en un área de descanso del puerto, en la que se les han entregado artículos de higiene, vestuario, comida y bebida, es rebajar "ansiedad e incertidumbre", sobre todo teniendo en cuenta que han llegado desorientado tras meses de rutas migratorias. En ese objetivo de calmar a los migrantes Cruz Roja ha montado un pequeño hospital de campaña en la Terminal de Cruceros del puerto de Barcelona, donde ha desplegado un operativo con 70 técnicos, cinco vehículos de apoyo y dos ambulancias.
Permiso especial de 30 días
Todos los migrantes están recibiendo ya asistencia sanitaria, jurídica y social por parte del equipo de acogida, que coordina la Delegación del Gobierno en Cataluña. Los 50 hombres refugiados se alojarán temporalmente en la Residencia Blume en Esplugas de Llobregat, mientras que las cinco mujeres, dos con hijos y tres solas, se alojarán en otras dependencias.
Los rescatados recibirán un permiso humanitario especial de 30 días por parte del Gobierno central para que puedan estabilizarse y trabajar su situación, con asistencia legal, algo que también obtuvieron las 630 personas llegadas con el barco Aquarius a Valencia.
Entre los refugiados del Open Arms, hay ocho palestinos, ocho de Sudán del Sur, tres de Mali, cinco sirios, uno de Burkina Faso, otro de Costa de Marfil, cuatro eritreos, ocho egipcios, tres de República Centroafricana, dos de Camerún, dos etíopes, seis libios, ocho de Bangladesh y un guineano.
El responsable de la Cruz Roja ha explicado que preguntarán por las redes familiares y de amistades de los rescatados en el Mediterráneo para tratar de reagruparlos y saber si su voluntad es quedarse en Cataluña o trasladarse a otra parte de España.
Open Arms celebra el regreso
La ONG Proactiva Open Arms ha vestido la estatua de Colón con un chaleco salvavidas, coincidiendo con la llegada del barco. Dos miembros de la ONG han escalada la estatua de Colón, al inicio de la Rambla, y han colgado un gran chaleco salvavidas en el brazo del monumento como el que utilizan con las personas que llegan a Europa por mar.
La acción, que han realizado sin permiso, ha provocado que los Mossos d'Esquadra acordonen la zona para vigilar el acceso al monumento, y, además, han impedido la entrada al ascensor que sube hasta la estatua.
Por su parte, el director de la ONG Proactiva Open Arms, Òscar Camps, ha expresado en Twitter: "¡Que sensación tan agradable al volver a casa!" cuando el barco insignia de la organización ha enfilado la bocana del puerto de Barcelona.
Camps ha recordado que los inmigrantes "vienen de sufrir abusos, explotación, tortura, violaciones y esclavitud en Libia" y ahora "le dan la bienvenida a Barcelona" tras la negativa de países como Italia a socorrerles, algo que ha lamentado el director de la ONG.
“Que sensación tan agradable al volver a casa. Que tristeza tan grande saber que ayer murieron 63 personas más. Llevamos solo 60 personas podríamos haber salvado 270 más. pic.twitter.com/3RWueN87CQ“
“— Oscar Camps (@campsoscar) 4 de julio de 2018“