Renuncia el jefe de Medioambiente de Trump, investigado por múltiples causas
- Trump: "Scott ha hecho un trabajo sobresaliente y siempre estaré agradecido por esto"
- Sus extravagantes gustos por los viajes, entre otras cosas, han acabado con su carrera en el Gobierno
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este jueves que ha aceptado la renuncia de su jefe de Medioambiente, Scott Pruitt, tras meses de investigaciones sobre sus prácticas controvertidas al frente de la agencia.
"He aceptado la renuncia de Scott Pruitt como jefe de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA). En ella, Scott ha hecho un trabajo sobresaliente y siempre estaré agradecido por esto", ha asegurado el mandatario en su cuenta de Twitter.
Acto seguido, Trump ha empleado también esta red social para anunciar que el hasta ahora subsecretario de Medioambiente, Andrew Wheeler, asumirá la cartera de manera interina.
"No tengo duda de que Andy continuará con nuestros grandes y duraderos planes para la EPA. ¡Hemos hecho tremendos avances y el futuro de la EPA es muy brillante!", ha agregado el presidente.
Hacía meses que el nombre de Pruitt aparecía en todas la quinielas de posibles nuevas salidas del Ejecutivo debido a las numerosas irregularidades de las que había sido acusado y por las que se le habían abierto sendas investigaciones tanto por parte del Congreso como por parte de la Oficina de Ética del Gobierno (OGE).
Uno de los miembros más leales de su Gabinete
Sin embargo, pese a que el numero de presuntas irregularidades iba en aumento, el presidente siempre le mostró su apoyo debido a que fue uno de los miembros de su Gabinete más leales y que con más ahínco llevó a la práctica las políticas del actual Gobierno.
Entre las irregularidades cometidas presuntamente por el ya exsecretario se contaban su gusto por viajar en primera clase o el haber alquilado su residencia a un grupo de presión de la industria energética por un valor muy por debajo del mercado.
Después de que al principio de semana se filtrara que Pruitt había presionado a sus subordinados para que le buscasen un empleo bien remunerado a su esposa, Marlyn Pruitt, los medios, citando fuentes próximas a la Casa Blanca, comenzaron a asegurar que Trump estaba llegando al límite de su paciencia