La triste historia de los creadores de Superman
- El cómic Joe Shuster. Una historia a la sombra de Superman, homenajea al dibujante y a Jerry Siegel
- Crearon el género de los superhéroes pero acabaron pasando penurias económicas
En 1975 el mundo se preparaba para la llegada de Superman (Richard Donner, 1978) a los cines. La primera gran película de superhéroes de la historia y uno de los hitos de un personaje que había recaudado millones de dólares desde su nacimiento (en 1938). Fue entonces cuando los creadores del personaje, el guionista estadounidense Jerry Siegel (1914-1996) y el dibujante canadiense Joe Shuster (1914 -1992) denunciaron su triste situación: estaban casi arruinados. Además, Shuster estaba medio ciego, tenía graves problemas de corazón y vivía en un asilo.
Un triste final para una pareja de soñadores que crearon un personaje y un género, el de los superhéroes, que 80 años después sigue generando millones de dólares. Pero la editorial los estafó y se quedaron con todos los beneficios. El cómic Joe Shuster. Una historia a la sombra de superman (Dib>buks) es un homenaje a estos dos grandes artistas.
Un libro del guionista Julian Voloj y el dibujante Thomas Campi, que se han documentado profusamente para describirnos cómo se conocieron los autores y crearon a Superman en 1932. También nos cuenta sus infructuosos intentos de vender la idea a varias editoriales hasta que, en 1938, lograron venderlo por 130 dólares (El cheque se subastó, en 2012, por 130.000 dólares).
El primer cómic de Superman fue un éxito inmediato y cuando sus creadores intentaron recuperar los derechos sobre Superman se dieron cuenta de que habían sido engañados y la editorial era la única propietaria del personaje.
Destacar las notas del final del cómic en el que podemos comprobar el minucioso trabajo de investigación y documentación de Voloj. Por cierto que este libro se ha publicado en junio de 2018, 80 años después de la fecha de portada del primer número de Action Comics, la revista en la que apareció por primera vez el personaje y una de las primeras piedras sobre la cual se edificaría toda la industria del cómic americano.
Destacar las preciosas acuarelas de Thomas Campi y su exquisita reconstrucción de época. Un gran ilustrador que también demuestra sus dotes como narrador.
Dos jóvenes autores
El cómic nos cuenta cómo se conocieron Siegel y Shuster (cuando eran menores de edad) y cómo consiguieron empezaron a publicar sus primeros cómics, que eran de diversas temáticas, aunque casi siempre de ciencia ficción, una temática que los apasionaba.
Una de las primeras ideas de Siegel fue un personaje de ciencia ficción sobre un hombre que consigue superpoderes y decide dominar el mundo (¡el Superman original era un villano!). Una historia que se tituló El reinado del hombre superior y a la que fueron dando vueltas hasta convertirla en Superman.
Así, este cómic nos cuenta cómo Shuster se inspiró en el famoso actor Harold Lloyd para el aspecto de Clark Kent y en el atlético Douglas Fairbanks para Superman. Para dibujar a Lois Lane contrataron a una modelo, Joanne Carter, que después se convirtió en la segunda esposa de Jerry Siegel. Hay muchas otras curiosidades y anédotas pero tendréis que leerlas en el cómic.
Aunque crearon el personaje en 1932 no logarían venderlo hasta 1938, cuando DC Comics lo compró por esos famosos 130 dólares. Se vendieron 130.000 copias de ese primer número de Action Comics, en cuya portada Superman aparecía levantando un coche. Un año después el personaje se sindicó en los periódicos llegando a más de 20 millones de lectores. Del número 16 de Action Comics se vendieron 725.000 ejemplares.
No solo crearon un nuevo género, el de los superhéroes, sino también las bases en que se ha sustentado desde entonces como los disfraces, la identidad secreta y los supervillanos.
Del éxito a los primeros enfrentamientos judiciales
En poco tiempo llegarían el serial de radio y los famosos cortometrajes de animación de Max Fleischer que fueron los más caros realizados hasta la fecha. Y luego se desató la locura: teatro, televisión... Un fenómeno que pilló desprevenidos a todos.
Nada más publicarse el primer número los jóvenes autores intentaron recuperar los derechos pero no lo consiguieron, aunque la editorial los compensó con un suculento contrato. E incluso se les reconocía la autoría.
Tras unos buenos años en los que Siegel y Shuster se beneficiaron del éxito del personaje (pero muchísimo más la editorial) Shuster comenzó a tener problemas de visión, así que delegó en una legión de dibujantes que se encargaban de ilustrar las, cada vez más demandadas, historias de superman. Y Siegel sufrió como la editorial le imponía guionistas que hacían lo que querían con sus personajes.
En 1946, cuando ese contrato iba a finalizar, Siegel y Shuster denunciaron por primera vez a DC Comics. Al final llegaron a un acuerdo por el que cedían los derechos del personaje a cambio de 94.000 dólares de la época. Los echaron de la editorial y la famosa frase que decía "Superman por Shuster y Siegel" fue eliminada de los cómics.
La crisis
Aunque ese dinero fuese una fortuna para la época, los siguientes proyectos de la pareja fueron de fracaso en fracaso, al tiempo que los problemas de salud de visión de Shuster iban aumentando. Al final Siegel llegó a pasar por la humillación de tener que pedir trabajo a su principal competidor, Stan Lee (el creador de Marvel) que le aceptó por respeto. Pero la cosa no funcionó y volvió a acabar en el paro.
Peor lo tuvo Shuster que, sin poder dibujar, tuvo que trabajar como repartidor. A sus problemas de visión se le sumaron varios ataques al corazón que hicieron que tuviera que jubilarse y vivir en una residencia de ancianos.
En 1975 ambos tenían ya graves problemas económicos cuando saltó la noticia de que Richard Donner iba a rodar una gran superproducción de Superman. Fue entonces cuando Siegel escribió una carta a los medios en la que denunciaba la situación de ambos. Al final, a riesgo de que la película fuera boicoteada, decidieron darles una pensión vitalicia (de 20.000 dólares) y Warner aceptó poner sus nombres en los títulos de crédito de la película como creadores de Superman.
La película de 1978 recaudó 300 millones de dólares de la época.
Por cierto que, después de casi 70 años de enfrentamientos judiciales, en 2013 los jueces otorgaron los derechos de Superman a DC Comics, frente a la reclamación de los herederos de Siegel. Shuster hace tiempo que quedó fuera de la ecuación.
Un fantástico cómic que cuenta todo esto y muchas otras cosas que os sorprenderan (os encantarán los otros personajes que crearon Siegel y Shuster). Y que es el homenaje ideal para dos chavales que soñaron con crear el superhéroe perfecto y lo consiguieron. Aunque los beneficios económicos se los llevaran otros.