Pedro de Hierro fusiona sus años 70 con el barroco español
- La firma revisa la colección que Pedro del Hierro hizo en 1974
- Nacho Aguayo, director creativo, conecta los 70 con el barroco
- La colección es sofisticada y festiva, y tiene una fuerte carta estética
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La colección con la que Nacho Aguayo debutó como director creativo de Pedro del Hierro ha sido un éxito de ventas, y los buenos datos económicos son algo esencial para esta gran firma del grupo Cortefiel.
Ahora presenta la colección de otoño e invierno de 2018 2019 y algunas de las prendas ya están en tienda o van a llegar en breve. “Mi obsesión es no presentar humo, hacer prendas reales, para que las clientas accedan a ellas con facilidad”, dice Aguayo
Su pasarela, como la anterior, se llena de prendas comerciales y otras, versionadas para el desfile, más especiales que se pueden encargar. “El punto de partida es la primera colección de Pedro del Hierro, hecha en 1974. Hemos estado buscando y recopilando prendas y bocetos, y fotografiando todo para archivarlo. Y luego he conectado esos 70 con el barroco español”, dice.
El resultado es una propuesta de fuerte carga estética que contrasta con el estilo soft que marcó la anterior. Setenteros son los sastres, muy cuidados, que llevan pantalones ligeramente acampanados, también los trajes de hombre beben de esa peculiar década. Barrocos son las piezas con volantes, las realizadas en tafetán de seda y las que llevan generosos volúmenes.
“Esta colección es más nocturna, más de gala, porque hemos tenido muchos pedidos de vestidos de fiesta, de estilo alfombra roja. Por eso vemos ‘vestidazos’ con faldas que ocupan toda la pasarela y vestidos con osados escotes. “Pedro hacía unos escotes atrevidos, sobre todo mucho escote cazuela, pero ahora los hemos suavizado”, señala Aguayo, aunque algunos no le hacen caso y se saltan las normas del decoro. Mera anecdota, porque todo está muy controlado, medido, pensado, equilibrado.
Aguayo tiende a desnudar el hombro en la noche y a ocultarlo durante el día. Siempre con elegancia pero con riesgo. Como en la paleta de colores que es bastante intensa y oscura. “Lleva marrones, burdeos, berenjena, morados…, es más sofisticada”, revela. Tonos que parecen sacados de los óleos del Museo del Prado, de los claroscuros de la historia pictórica española.
Otras de las apuestas de este gran diseñador es el pantalón que se traslada al lenguaje de la noche y la fiesta. Los vemos conjuntados con corpiños, en estilo pijama, con tops de seda en el mismo color. Los bajos se acortan o alargan a capricho, siempre logrando que las proporciones del conjunto sean perfectas.
La línea masculina, que firma Álex Miralles, supera la anterior, la del verano de 2018. Vemos looks muy trabajados y modernos y destaca el punto, mezclado con elegancia. Los pantalones, igual que en la línea de mujer, se cuidan mucho y destacan las cinturas que llevan el cinturón del mismo tejido.
Aguayo cuenta que solo hay un archivo de un bolso del maestro Pedro del Hierro. “Lo hemos vuelto a hacer y lo tenemos en tres tamaños”, dice. Un objeto de deseo que, junto a la colección, conecta el pasado de la firma con el presente que lleva el sello del joven modisto.
Carmen Kass y Blanca Padilla han destacado en la pasarela y en la primera fila aplaudían otras dos top models, Eugenia Silva e Inés Sastre. La actriz Inma Cuesta ha sido otra de las invitadas al desfile. Como nota decir que Pedro del Hierro compartió pasarela con Ágatha Ruiz de la Prada. Ahora vuelven a cruzarse aunque con dos realidades muy distintas.