Vacaciones en paz: del peor desierto del mundo al mar
- Cuatro mil niños saharauis viajan a España este verano para huir de las duras condiciones de la árida Hamada argelina
- El proyecto les brinda oportunidades médicas y educativas imposibles en los campamentos de refugiados
Agua, mar, playa y piscina. Abrir un grifo. Encender y apagar, mil veces, los interruptores de la luz. Jugar en un parque. Ver la tele. Es lo que representa Vacaciones en Paz, uno de los proyectos solidarios con el pueblo saharaui, quizás el más importante, que consiste en la acogida temporal de niños procedentes de los Campamentos de Refugiados Saharauis en Tindouf, Argelia.
Este verano 4.000 niños vendrán a España, dejando atras la Hamada argelina. El peor desierto del mundo, conocido también como el desierto de los desiertos.
Estos niños tendrán la oportunidad de hacerse revisiones médicas imposibles en los campamentos de refugiados y vienen con familias españolas, que se harán cargo de cubrir las carencias materiales y sanitarias que sufren en su vida cotidiana. David Jiménez, de Vacaciones en Paz, explica que este es uno de los objetivos del proyecto, además del educativo.
Dejan sus jaimas y las casas de adobe para pasar dos meses del verano en casas de familias en todos los rincones de España. No solo podrán vivir una realidad distinta a la del desierto, sino que además mejora su dieta y huyen del calor en un lugar dónde en verano las temperaturas superan los 50 grados.
Paradójicamente, a veces, en la enfermedad está la suerte. Debido a la dureza de las condiciones del exilio y la falta de medios sanitarios, estos niños llegan a desarrollar enfermedades imposible de curar donde viven; algunos no vuelven a los campamentos y se quedan en España para curarse, la mayoría aprovecha esta oportunidad para estudiar. Es el caso de Baba: “A mi me operaron de corazón y entonces quiero ser cirujano para salvar vidas", cuenta a RNE.
El pueblo saharaui lleva más de cuatro décadas viviendo en el exilio, desde que en 1975 Marruecos ocupó su territorio. Más de 150.000 saharauis viven en los campamentos de refugiados dependiendo de la ayuda humanitaria y sin ninguna perspectiva de futuro. A la espera de que, algún día, se celebre el referéndum de autodeterminación que les permita volver a su tierra, un derecho reconocido por Naciones Unidas.