García Madrid pesca la inspiración en el mar de sus recuerdos

• El sastre arrasa con una coleccion marcada por su infancia
• Los trajes llevan ricos tejidos, como seda y cashmere
• El esmoquin se reinventa en tejido vaquero
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Un esmoquien en tejido vaquero com efecto de manchas de lejía de Garía Madrid.

Manuel García Madrid recuerda el momento en el que vio el mar por primera vez. “Soy de interior y tardé mucho, creo que tenía 17 años y fue en Marbella”, revela. “Antes solo tenía las referencias de la televisión y las de las vacaciones de mis tíos. Mi idea del mar era lo que ellos me contaban”. Y son esos recuerdos de infancia los que inspiran y construyen esta colección, una propuesta con un aire nostálgico pero a la vez moderna y en algunos casos muy atrevida.

Los colores vienen del pasado. No falta el azul, su color favorito que siempre está presente en sus colecciones, y vemos golpes de amarillo, que ”era mi color preferido de pequeño”, marrones, crudos, y estampados de rayas que recuerdan a los colchones de lana.

El rosa y el amarillo destacan en la paleta de color de García Madrid. Efe noticias

“Es una colección muy veraniega, con prendas comerciales y otras más especiales. Al principio todo eran looks monocolor pero luego todo se desparrama, porque me van pasado mil cosas y todo me influye e inspira, y al final termino cambiando tejidos y colores”, dice con humor.

Esta colección resulta atractiva vista en pasarela pero enamorada cuando la tocas. “Las texturas son muy especiales, todas las prendas son para tocar, las tocas y las ves con otros ojos”. La calidad es suprema y cuenta con tejidos italianos de Loro Piana y Cerruti para los trajes que se hacen con sedas, algodones egipcios, tencel, cashmere, canvas e incluso denim.

Un mono de rayas trasparente, un capricho de García Madrid. Efe noticias

Una bandera de texturas apetecible, sensual. “Los tejidos han evolucionado muchísimo y los nuevos aportan muchas sensaciones, y son muy ligeros, no pesan nada pero, eso sí, se arrugan. ¡Es tela, no es hormigón!”.

Las chaquetas de los trajes varían juegan con los patrones. Las propone cruzadas, de patrón amplio, con solapas en distinto tono, en seda con rayas de tres colores diferentes, largas para llevar solo con ropa interior, o maxi largas, como si fueran un abrigo o un vestido. Golpes de efecto en pasarela que, por qué no, pueden gustar también en la calle.

García Madrid, sastre inquieto, utiliza tejidos de chaqueta para pantalones y hace chaquetas azules de cashmere con cremalleras en amarillo flúor en la espalda o en la colgadura de las mangas para que la prenda se convierta en chaleco. “Es como trasladar la alta costura al deporte, o al revés”, dice.

El azul es el color preferido de Garcia Madrid, un icono de la casa. Efe noticias

El punto no falta, y lo vemos mezclando dos tonos de azul, y las camisas, impecable, en seda rayada o algodón egipcio, aportan elegancia a la colección. También recuerda que de niño le encantaba pintar y por eso en la colección vemos zapatillas blancas con garabatos de colores y prendas en demim intencionadamente ‘manchadas’ de lejía o con un degradé de tie-dye. En denim vemos hasta un esmoquin, una prenda que García Madrid reinterpreta con talento temporada tras temporada.

El armario se completa con prendas como canguros, monos de rayas transparentes –una de las piezas más osadas de la pasarela-, gabardinas de rayas, camisolas largas y polos. Un mar de recuerdos en el que diferentes estilos de hombre pueden pescar. E incluso las mujeres. Como Cintia Lund, que ha cantado en directo durante el desfile llevando un traje rojo hecho por Manuel.

Carrusel de Garcia Madrid. Efe noticias