Juanjo Oliva: "El hombre contamina y el hombre debe buscar la solución"
- El diseñador hace una colección con tejido logrado con material reciclado
- Toda la propuesta es monocromática con el negro como discurso narrativo
- Oliva: "Quiero dar importancia al tejido sin quitársela al color"
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El hombre contamina el planeta y es responsabilidad nuestra encontrar soluciones para detener la degradación de la naturaleza. Con esta premisa trabaja ahora Juanjo Oliva, director creativo de Oliva, firma que el Comité de Sostenibilidad de MBFWM ha escogido para colaborar con Ecoembes y hacer juntos una colección sostenible. Un guiño verde a esta pasarela que tiene mucho camino por recorrer para ganarse la etiqueta ECO.
Pero como dice Oliva, los pequeños gestos del día a día cuentan. El suyo es hacer su nueva colección con tejidos obtenidos a través del reciclaje de botellas de plástico. “Lo interesante es destinar estos tejidos que antes se usaban para prendas deportivas en vestidos de noche”, dice.
Gran parte de su trabajo ha consistido en transferir tejidos, adaptar los procesos de confección y salir de la zona de confort. “Te sorprendes utilizando estos tejidos por lo mucho que ofrecen. Además es necesario resaltar la evolución del tejido, los que antes se destinaban a la noche son caros en tienda y es preciso abaratar costes y ofrecer calidad y buen precio. ¡Os invito a descubrir la diferencia de los tejidos en la colección! Es prácticamente imposible distinguir las sedas de los técnicos!”.
En la pasarela vemos que se ha desarrollado mucho la línea masculina, aunque muchas prendas funcionan en cualquier armario. Si en su colección DIX, que marcaba diez años de carrera solo se utilizó el color blanco, ahora con esta propuesta solo se usa el negro y “un marino muy oscuro que hace un guiño a las profundidades del mar, de ese mar que estamos matando. ¡Quiero dar importancia al tejido sin quitarle importancia al color”.
Esta propuesta monocromática sorprende por la cantidad de texturas que ofrece, y algunas juegan al despiste porque no distingues un tafetán de seda de un tejido impermeable. El contraste de mate y brillo refuerza los matices de la colección en la que destacan las prendas urbanas que llevan cremalleras para ofrecer distintas maneras de vivir y sentir la prenda.
Oliva intenta conectar los códigos de la costura a prendas de calle, piezas de asfalto que ahora se desprenden de ese estilo triste, propio de lo barato, y abrazan una estética atractiva y moderna, porque moderno es su adn. Las prendas tienen un patrón irresistiblemente moderno que bebe de la costura pero conecta con la calle.
Las prendas, confeccionadas en un 80% con tejidos logrados a partir del plástico PET, conectan con la década de los 90, años muy interesantes que marcaron el inicio del minimalismo inteligente, culto. Oliva se codea ahora con los grandes, como Helmut Lang o Jil Sander pero también con Prada, firma pionera en combinar funcionalidad y moda.
“Quiero llenar los armarios de cosas bonitas que te apetezca ponerte todos los días pero no renuncio al atelier, a los vestidos de noche. Las dos cosas son moda, y no quiero prescindir de ninguna de ellas. Aunque he cambiado. Antes estaba dos días diseñando el recorrido de un escote y ahora me como la cabeza pensando dónde poner una cremallera o un botón. Es todo más real, porque todos queremos vender”.
En la pasarela vemos prendas urbanas, con carácter, y complementos apetecibles como las riñoneras, los bolsos gigantes o los cinturones de hebilla deportiva. El punto grueso se usa para compensar la frialdad, aparente, de las texturas tecnológicas. Siempre intentando crear una sinergia con el cliente, rompiendo barreras y apostando por conceptos que a otros les resultan manidos, como el unisex, palabra que Oliva prefiere a ambiguo.
El clima cambia cada día y esto abre la puerta a la improvisación y a la diversión a la hora de vestir. “Tienes libertad para llevar unos shorts con un plumas o cargarte de superposiciones. Pero todo con calidad porque nuestros clientes y clientas entienden el lujo asociado a los materiales, no a un logo. La gente hoy tiene mucha información, no puedes engañar a nadie. Yo no soy el más ecológico y mi moda no es la más sostenible, pero creo, y confío, en los pequeños gestos de cada día”. Y esta colección es uno de ellos.