Ensayan por primera vez en mamíferos la genética dirigida por medio de CRISPR

• Esta tecnología permitiría manipular los genomas de poblaciones enteras, con el objetivo de erradicar plagas
• Los experimentos realizados sugieren que aún queda un largo camino por recorrer antes de que pueda ser utilizada

La genética dirigida por medio de CRISPR ha sido probada en ratones de laboratorio.

La genética dirigida, una controvertida técnica que permite manipular los genomas de poblaciones enteras, se ha aplicado por primera vez en mamíferos gracias a la tecnología CRISPR. Una reciente investigación, publicada en Nature Comunications, apunta a que esta herramienta de manipulación genética se ha probado en ratones de laboratorio con el objetivo de erradicar y controlar poblaciones problématicas de animales, como plagas de ratas. Sin embargo, los experimentos realizados sugieren que aún queda un largo camino por recorrer antes de que pueda ser utilizada en la naturaleza.

La genética dirigida (la práctica de estimular una herencia predispuesta o sesgada de genes particulares para alterar poblaciones enteras) sería posible gracias a la tecnología CRISPR, una herramienta molecular descubierta hace más de veinte años. La secuencia CRISPR consiste básicamente en modificar el genoma de cualquier célula. Trabaja a modo de tijeras capaces de cortar de forma precisa cualquier molécula de ADN para modificar su secuencia, eliminando o insertando un nuevo fragmento de ADN.

Los investigadores que trabajan con la revolucionaria tecnología explican que la genética dirigida permite que las mutaciones seleccionadas se transmitan a la descendencia de los animales. Ya ha sido probada con mosquitos como una posible estrategia de control de la malaria y se apunta a la posibilidad de que también pueda servir para acabar con las invasiones de roedores provocando la infertilidad de la descendencia.

El consorcio conocido como Genetic Biocontrol of Invasive Rodents (GBIRd) espera conseguir que sea factible contra las invasiones de roedores. Desde este consorcio internacional no se centran únicamente en la herramienta CRISPR sino que han comenzado a trabajar también con un cromosoma que producen los ratones de forma natural y que se conoce como "t-haplotipo", que sería modificado y llevaría a la producción de ratones hembras con dos copias genéticas que a la hora de reproducirse darían a luz solo a machos, lo que provocaría el colapso de la comunidad.

Distintas visiones en los laboratorios

El equipo del científico Kim Cooper de la Universidad de California en San Diego intentó implantar la manipulación genética CRISPR en embriones de ratones. Sin embargo, la mutación que buscaban no se copió correctamente y descubrieron que el proceso únicamente funcionaba en embriones femeninos. Desde el Imperial College de Londres, el biólogo molecular Tony Nolan ha expuesto en la publicación de Nature Comunications que aunque esta tecnología continúe presentando limitaciones en la erradicación de plagas, al menos podría ser más eficiente que las tecnologías existentes a la hora de producir animales transgénicos en los laboratorios con patologías causadas por mutaciones, lo que sería de gran utilidad para la investigación médica.

Existen voces un poco más pesimistas como la de Gaétan Burgio, un científico que trabaja con la herramienta CRISPR en la Universidad de Canberra en Australia. Burgio ha asegurado que la baja efectividad de esta técnica en genética dirigida necesitaría de varias generaciones para propagar la mutación en una misma población de roedores, lo que provocaría que las especies consiguiesen desarrollar su propia resistencia. Por su parte, Paul Thomas ha afirmado desde la Universidad de Adelaide en Australia: "Hay mucho trabajo por delante antes de poder considerar la manipulación genética como una herramienta útil para el control de las poblaciones de roedores".

La herramienta CRISPR actúa a modo de tijeras moleculares, que cortan, reemplazan o modifican defectos genéticos. THINKSTOCK

  CRISPR, una herramienta muy prometedora

La secuencia CRISPR es una herramienta que permite la edición genética de una región del genoma de cualquier célula. Actúa a modo de tijeras, precisas y totalmente controladas, que cortan, reemplazan o modifican defectos genéticos. La secuencia CRISPR es una de las herramientas más prometedoras en el ámbito terapéutico y ciéntifico pese a que recientes estudios han indicado un posible efecto colateral de aumentar el riesgo de enfermedades en las células manipuladas.

CRISPR es la técnica de edición genética más sencilla y eficaz descubierta hasta el momento. Esta tecnología puede emplearse para múltiples usos en ámbitos muy distintos de nuestra vida  como la medicina, la agricultura, la investigación o la fabricación de productos químicos. Laboratorios de todo el mundo estudian la tecnología CRISPR y en España se encuentra uno de sus principales impulsores, Francis Mojica. Considerado uno de los padres de esta herramienta, el microbiólogo de la Universidad de Alicante publicó hace más de veinte sus primeros hallazgos de la secuencia. El alicantino ha sonado en más de una ocasión como posible premio Nobel y su labor fue reconocida con el galardón Princesa de Asturias en 2015.