Torra trata de aislar al Govern de la disputa con ERC por la suspensión de Puigdemont
- El presidente catalán habla con Pere Aragonès para rebajar la tensión entre los soberanistas en el Parlament
- La sustitución de los diputados suspendidos por el Tribunal Supremo lleva a suspender el Pleno
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Pere Aragonès, han conversado este miércoles tras el choque sin precedentes entre JxCat y ERC en el Parlament, con el fin de rebajar la tensión y aislar al Ejecutivo de coalición de la disputa entre sus grupos parlamentarios.
Según fuentes cercanas a ambos dirigentes citadas por Efe, Torra y Aragonès han querido acotar el alcance de la crisis abierta entre JxCat y ERC a raíz de su desacuerdo en torno a si hay que sustituir temporalmente a los seis diputados suspendidos por el Tribunal Supremo o bien debe dejarse al margen de esta medida al expresidente catalán Carles Puigdemont
Antes de iniciarse el pleno previsto para las 10:00 horas, la Mesa del Parlament tenía que decidir si aplicaba una solución acorde con el último informe de los letrados de la Cámara, que planteaba una sustitución temporal de los diputados suspendidos por el Supremo -Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull (JxCat), Oriol Junqueras y Raül Romeva (ERC)-, que podrían delegar su voto en otro diputado de su grupo.
Sin embargo, las divergencias entre los dos socios del Govern han pulverizado toda posibilidad de acuerdo en la reunión de la Mesa, ya que JxCat exigía un trato diferenciado entre Puigdemont y los cinco diputados presos al entender que el expresident no debe ser sustituido por otro diputado, algo que ERC ha rechazado de plano, por lo que finalmente el pleno ha sido desconvocado.
Tras una primera reunión, el cruce de acusaciones mutuas se intensifica
Según las fuentes consultadas, tras la desconvocatoria del pleno debido a la falta de acuerdo entre JxCat y ERC sobre la sustitución temporal de los diputados suspendidos, Torra y Aragonès han mantenido una reunión en el despacho del presidente de la Generalitat en el Parlament.
En el encuentro, en el que también estaban presentes algunos de sus colaboradores, se ha convenido no azuzar más el fuego y rebajar el tono en las ruedas de prensa que JxCat y ERC habían convocado al mediodía para explicar su versión de lo sucedido.
Sin embargo, el cruce de acusaciones entre ambos socios independentistas, lejos de relajarse, adquirió aún más virulencia en la sala de prensa del Parlament.
El portavoz de JxCat, Albert Batet, ha acusado abiertamente al presidente del Parlament, Roger Torrent, de incumplir el "acuerdo verbal" que supuestamente habían alcanzado con ERC y que consistía en sustituir en el pleno a los diputados suspendidos que siguen en prisión, pero no a Puigdemont. El portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, ahondó en los reproches a Torrent: "O se defiende la dignidad de los diputados o se blanquea el Partido Socialista del 155".
Minutos después, también en rueda de prensa, el presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, visiblemente irritado con Batet y Pujol, los ha acusado de "mentir de manera descarada" y ha dado por "rota" la confianza entre ambos grupos, aunque aseguraba que este cisma parlamentario no debe afectar al Govern de coalición.
Sabrià puso el dedo en la llaga al referirse a las batallas en el seno de JxCat y el PDeCAT, acusándolos de querer "tapar sus discrepancias internas" abriendo ahora un conflicto con ERC. "Si tienen un fin de semana difícil, no es nuestro problema", dijo en tono irónico, aludiendo a la asamblea que celebrará el PDeCAT del 20 al 22 de julio, en la que debe definir su liderazgo y decidir si se integra en la Crida Nacional per la República, el nuevo movimiento impulsado por Puigdemont.
Tras este nuevo pico de tensión, según las fuentes consultadas, Torra y Aragonès volvieron a hablar para insistir en la necesidad de reconducir la crisis y, en todo caso, evitar que tenga repercusión en el funcionamiento del Govern.
Ese es el mensaje que han querido preservar tanto JxCat y ERC: que su batalla interna es solo parlamentaria y no defe afectar al Govern, razón por la que Torra ha evitado también a lo largo del día hacer ninguna declaración pública.