Cuba avanza hacia el fin de la homofobia al aprobar el primer trámite de la reforma constitucional
- La Asamblea Nacional aprueba un anteproyecto de ley para reformar la Constitución y reconocer el matrimonio homosexual
- Será sometido a consulta popular durante tres meses, volverá a la Asamblea y después será votado en referéndum
La Cuba poscastrista ha iniciado este fin de semana el viaje hacia la "apertura y modernización", en palabras de su presidente, Miguel Díaz-Canel, tras aprobar el anteproyecto de ley para reformar la Constitución vigente desde 1976 y reformada parcialmente en 1978, 1992 y 2002. El texto, aprobado el domingo en la Asamblea Nacional de Cuba, recoge, entre otras novedades, el fin a las referencias sobre el comunismo, el reconocimiento de la propiedad privada, la institución de un primer ministro y la modificación de la definición de matrimonio, lo que abre las puertas a los enlaces homosexuales.
De ser aprobada la reforma, que será sometida a consulta popular desde el 13 de agosto al 15 de noviembre, el país caribeño que una vez persiguió al colectivo homosexual se transformaría en un "líder inigualable" de los derechos del colectivo LGTBI, según afirmó el domingo durante la votación un oficial cubano.
En los primeros años de la revolución bajo Fidel Castro (1959), muchos homosexuales fueron detenidos y enviados a campos de trabajo como parte de una homofobia institucionalizada y por la que el propio Castro se disculparía años después. Sin embargo, en los últimos años, la isla ha progresado con respecto a los derechos del colectivo LGBTI al aprobar el cambio de sexo y prohibir la discriminación laboral, en parte gracias a la sobrina de Castro, Mariela Castro.
Vía para legalizar el matrimonio homosexual
Pero el país tiene pendiente aprobar el reconocimiento legal del matrimonio homosexual, en parte por el lento proceso legislativo, también por el estigma del machismo todavía imperante en la sociedad. Todo esto cambiará con la nueva Constitución, según ha afirmado el secretario del Consejo de Estado, Homero Acosta, ante los legisladores. Acosta ha explicado que el borrador, elaborado por Raúl Castro, define el matrimonio como la unión "entre dos individuos en vez de entre un hombre y una mujer".
Con todo, los activistas cubanos se mantienen cautelosos: "La batalla todavía no se ha ganado", advertía el domingo la activista de derechos LGBTI, Isabel Díaz Torres. Mientras el Paralemento unicameral cubano escuchaba las voces de los activistas a favor y en contra de la medida, la Iglesia ha hecho campaña en los últimos meses con carteles que abogan por un diseño de la familia "creado originalmente por Dios", mientras que los grupos de derechos LGBTI respondían: "Estoy a favor de un diseño familiar cubano muy original".
En cualquier caso, el paso continúa con la apertura del continente latinoamericano hacia los enlaces homosexuales: países como Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay o algunas zonas de México han aprobado en los últimos años el matrimonio homosexual a pesar de la oposición de la Iglesia.
Durante los tres meses de consulta popular, los ciudadanos podrán expresar sus criterios y sugerir cambios al documento, y concluida esta etapa "cada opinión y propuesta será valorada por la Comisión para la Reforma Constitucional", según la documentación sobre el proceso difundida por la Asamblea cubana. A continuación, el proyecto actualizado volverá a la Asamblea, donde será discutido una vez más y sometido a aprobación, el proceso se culminará con un referédum para que la población se pronuncie mediante voto directo y secreto.