Los empleados de tierra de Iberia desconvocan los paros en el aeropuerto de El Prat
- Se convocaron para los días 27 y 28 de julio y 3 y 4 de agosto para denunciar la "sobrecarga de trabajo" de la plantilla
- Los trabajadores de Iberia mantienen las negociaciones con la empresa para alcanzar un acuerdo definitivo
Los trabajadores de tierra de Iberia en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat han desconvocado las huelgas previstas para los días 27 y 28 de julio y 3 y 4 de agosto, mientras mantienen las negociaciones con la empresa bajo la mediación de la Generalitat para alcanzar un acuerdo definitivo.
Este colectivo había convocado los paros para denunciar la situación de "sobrecarga de trabajo" que sufre la plantilla, formada por unas 2.000 personas, especialmente en período estival, y la falta de un plan industrial que contemple la contratación necesaria.
Empresa y sindicatos han mantenido a lo largo de la jornada una nueva reunión en la sede de la consejería de Trabajo en Barcelona que esta vez ha acabado con un acuerdo que permite desactivar las movilizaciones en El Prat, si bien proseguirán las negociaciones.
Han sido tres días de conversaciones entre trabajadores y empresa, con la mediación de la Generalitat, y tras ocho horas de negociación este martes en el Departament de Trabajo de la Generalitat de Cataluña, se ha llegado a un "pacto de confianza" entre los sindicatos y la aerolínea que ha traído como consecuencia la desconvocatoria de la huelga.
Según los representantes sindicales, el acuerdo se traduce en que Iberia reconoce las carencias de la plantilla de trabajadores de tierra y se compromete a ponerles solución. El viernes, y ya sin la mediación del Govern, empresa y sindicatos se volverán a reunir, esta vez en el aeropuerto, para pactar medidas concretas.
"Han sido días duros, pero hemos querido sacar a la luz pública los problemas que estamos teniendo los trabajadores", ha indicado el presidente del comité de huelga, José Antonio Ramírez (UGT), que exigirá "soluciones claras y concretas" a la empresa en cada una de las reivindicaciones de la plantilla.
Los trabajadores de Iberia en Barcelona piden un plan industrial para su aeropuerto donde se contemple la contratación necesaria que solucione la sobrecarga de trabajo. Para este colectivo, los principales problemas son la falta de contratación estable, la necesidad de incrementar la plantilla eventual (que ya es del 40%) o el uso indiscriminado de la figura de las horas extra de obligado cumplimiento.
El consejero de Trabajo catalán, Chakir el Homrani, se ha felicitado por el resultado de la reunión y ha destacado el papel mediador de su departamento, que "ha servido para que lleguen a acuerdos las partes empresarial y sindical".
Se mantienen otras huelgas en el aeropuerto
Pese a esta desconvocatoria, el aeropuerto barcelonés se verá afectado el miércoles y el jueves por una huelga de taxistas y otra convocada por los tripulantes de cabina de Ryanair, en plena temporada estival, y complicarán la movilidad en la ciudad de Barcelona.
La huelga del personal de Ryanair en todo el país afectará a los viajeros de esta compañía, que tiene una importante actividad en el aeropuerto de El Prat, donde opera 48 rutas en verano, y también a los de Girona y Reus (Tarragona), con 41 y 12 rutas en la temporada de verano, respectivamente.
La coincidencia de la huelga del personal de Ryanair con otra de 48 horas convocadas por todas las asociaciones de taxistas de Barcelona hará que los próximos dos días sea misión imposible encontrar un taxi para llegar o salir del aeropuerto de El Prat.
El colectivo de taxistas está molesto con la postura del ministerio de Fomento, que es favorable a presentar un recurso contra el reglamento del Área Metropolitana de Barcelona sobre las licencias de vehículos con conductor (VTC).
Los taxistas están en pie de guerra contra el modelo del alquiler de vehículos con conductor porque sostienen que ahora hay 1.437 licencias de este tipo en el área metropolitana de Barcelona por 10.523 de taxis, pero auguran que en septiembre y octubre pueden autorizarse judicialmente otras 2.300 licencias de VTC, un factor que creen que pondrían en peligro sus empleos.