Puigdemont: "No voy a tardar 20 años en pisar suelo catalán"
- El expresidente catalán asegura que no sabe si tardará 20 años en volver a España y no cierra la puerta a volver a Cataluña
- Ve un "cambio climático político" con Sánchez y critica la actitud de Llarena por "contradictoria y paradójica"
El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ha asegurado este miércoles que no sabe "si va a tardar 20 años en pisar suelo español, pero sí sé que no voy a tardar 20 años en pisar suelo catalán". Lo ha dicho en español en respuesta a la periodista de TVE Aurora Mínguez, a pesar de que su comparecencia ha sido en catalán y traducida al alemán. Su regreso a Cataluña -la orden de detención del Supremo sigue vigente en España-, podría producirse "hoy mismo", pero Puigdemont ha matizado que "sería en la parte del actual Estado francés, pero no dejaría de ser Cataluña".
En su primera rueda de prensa después de que el juez del Supremo Pablo Llarena retirase la euroorden de detención ante la negativa del tribunal alemán de Schleswig Holstein a extraditarlo a España por el cargo de rebelión y la posterior retirada de las medidas cautelares, el político catalán huido ha explicado que tiene la intención de regresar a su casa de Waterloo (Bélgica) el sábado para seguir trabajando por "la República independiente de Cataluña" que proclamó durante unos minutos en octubre de 2017
Preguntado por la situación política en España ante el cambio de Gobierno, Puigdemont ha considerado que supone "un cambio de estilo, de clima, de lenguaje". Pero para este "cambio climático político", el expresidente cesado por la Justicia española ha lanzado un mensaje al Gobierno sobre el Ejecutivo de Rajoy: "Es extraño que el Estado español se haya reunido en el pasado con la banda terrorista ETA y no pueden hacerlo con los demócratas independentistas que no han utilizado la violencia".
Con todo, el expresidente cree que la reunión entre Sánchez y Torra del 12 de julio "sirvió para exponer de una forma respetuosa los puntos de vista", pero, a partir de ahora, "tiene que venir el tiempo, no de los gestos, sino de los hechos". Puigdemont vuelve a insistir así en su "disposición al diálogo" con el Gobierno Español, pero siempre desde lo "esencial: las relaciones entre Cataluña y España", un asunto sobre el que se debe respetar "la voluntad de lo que decida un pueblo sobre su futuro y su destino". Y para volver a la normalidad, "todo lo que sea el reconocimiento a la situación previa del artículo 155 forma parte de la solución".
Referéndum a la escocesa y diálogo con Sánchez
Para cumplir con esta premisa, el político ha insistido en que a la Generalitat le "gustaría mucho que hubiese un referéndum tipo escocés", ya que "siempre hemos dicho que nunca diremos que no a un referéndum".
En cualquier caso, Puigdemont ha evitado hablar de plazos ni de requisitos a la hora de plantear un referéndum pactado con Pedro Sánchez, que aboga por respetar la Constitución: "El referéndum [declarado ilegal] ya lo he organizado y estoy en Alemania por eso", ha incidido. Además, el político catalán se ha preguntado cuál es el "proyecto político para Cataluña de España", si hay "una idea desde el punto de vista español" sobre la permanencia de Cataluña en España. Una idea que, fiel a su visión desde el 1 de octubre, si es desde el "argumento de la fuerza y la violencia, es muy débil para el siglo XXI". Y rechaza además las "fake news" (noticias falsas) sobre supuesta injerencia rusa en el referéndum de octubre: en todo caso, "todos los bots rusos que han actuado en la crisis catalana eran constitucionalistas".
Preguntado por el apoyo del PDeCAT y su nueva dirección al Gobierno de Sánchez, el expresidente ha dicho que el grupo parlamentario "puede hacer lo que le corresponda", aunque ha advertido a Sánchez de que, al haber sido apoyado por el soberanismo en la moción de censura, "lo normal es que alguien que reciba los votos, corresponda".
Con un supuesto retorno a Cataluña planeando sobre el horizonte, Puigdemont ha insistido en que seguirá trabajando por la "independencia de Cataluña", una "Cataluña independiente" cuya economía es "sólida, robusta y atractiva para todo el mundo", porque "ha crecido mucho más que la española en la zona euro". No obstante, se enmarca en Europa y en el euro, según el expresidente, algo para lo que trabajará desde su 'Crida Nacional per la República', un movimiento que aglutina "a más de 40.000 personas, que superan a toda la militancia de todos los partidos políticos de la independencia".
La actuación de Llarena es "paradójica y contradictoria"
El expresidente cesado ha dedicado buena parte de su rueda de prensa a lanzar un mensaje al juez Pablo Llarena, cuya actuación considera que es "paradójica, contradictoria" y "un gran galimatías" que "no se sostiene" porque "dice no una, sino tres cantidades diferentes que he malversado teóricamente".
"Por un lado, un juez decide que tengo que ser suspendido como diputado, el mismo juez no quiere perseguirme con una euroorden porque la ha retirado. Dice sin embargo, que no puedo votar, puedo participar a través de un diputado sustituto que me represente. Y luego dice que los que están en la cárcel y en el exilio no debamos cobrar para hacer de diputados", ha dicho.
Por eso, si "ese juez, haciendo como juez, ha acumulado tantas contradicciones, imáginese haciendo de político lo que puede provocar". Según su abogado, que ha explicado el recurso por la suspensión como diputado a él y otros cinco políticos catalanes, dicha suspensión "es ilegal" porque va en contra del reglamento del Parlamento catalán y, entre otros motivos, "no hay situación de prisión, porque ustedes pueden ver que el presidente Puigdemont no está en la prisión".