Los incendios de California matan a ocho personas y arrasan ya 93.000 hectáreas
- Los bomberos del estado alertan de la gravedad de la situación, ante la presencia de "fuegos explosivos"
- Hay 17 incendios activos, lo que ha obligado de declarar el estado de emergencia y pedir ayuda al resto de EE.UU.
Al menos ocho personas han muerto en los cerca de veinte incendios declarados en California, los más graves localizados cerca del Parque Nacional de Yosemite -que permanece parcialmente cerrado al público-, que han arrasado más de 93.000 hectáreas de terreno, según han informado las autoridades locales, que alertan de las dificultades para combatirlos.
"Extrema no es la palabra que se ajusta para describir esta situación, es mucho más que eso", ha declarado a la cadena NBC el jefe de la división del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire), Chris Anthony, quien ha subrayado que "los fuegos son explosivos ahora mismo en California".
El incendio Carr, ubicado en el condado de Shasta -a unos 400 kilómetros al norte de San Francisco-, y originado hace una semana cerca de la localidad de Redding, es el más mortífero de todos, ya que en él han fallecido seis personas, entre ellas una mujer de 70 años y dos de sus bisnietos, con edades de cinco y cuatro años.
El fuego ha obligado a la evacuación de más de 38.000 personas y Carr, el foco más peligroso ahora mismo, ha consumido más de 40.000 hectáreas de terreno y destruido 723 edificios residenciales.
Está contenido en un 20 % y hay siete personas desaparecidas, según datos facilitados por Cal Fire a Efe. El alguacil del condado de Shasta, Tom Bosenko, ha explicado que una víctima de ese incendio hizo caso omiso de las notificaciones sobre la necesidad de evacuar la zona.
Incendios explosivos
Los otros dos muertos se han encontrado cerca de las llamas del incendio Ferguson, contenido ahora en un 30 %. Uno de ellos es un bombero que pereció tras ser golpeado por un árbol en el condado de Mariposa, donde su contingente lleva semanas tratando de sofocar el fuego.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos ha indicado que el "calor excesivo actual, combinado con una baja humedad relativa y la presencia de ramas y hierba seca, está causando numerosos incendios que presentan un explosivo crecimiento de fuego".
Con todo, las temperaturas han bajado ligeramente en las últimas horas y la mayor humedad en el ambiente han dado una tregua a los equipos desplazados.
Actualmente hay 17 fuegos en activo en toda California, desde el sur hasta la frontera con Oregón, ha precisado el portavoz de cal Fire, Jonathan Cox, al diario Los Angeles Times: "Hemos sufrido 17 fuegos anteriormente en más ocasiones, pero esta vez están impactando a comunidades y no son pequeños incendios", ha añadido.
Unos 12.000 bomberos están luchando contra las llamas en el estado, junto a 800 agentes de la Guardia Nacional de California, que se han desplazado para ayudar en las tareas de extinción.
Estado de emergencia
Esos efectivos están apoyados por centenares de camiones de bomberos, algunos llegados incluso desde Florida: "Tenemos un número limitado de recursos en California y los estamos empleando en los incidentes que son prioritarios", ha indicado Cox.
En el condado de Mendocino, otros dos fuegos incontrolados han arrasado más de 12.000 hectáreas y han obligado a evacuar a cientos de residentes.
Las llamas de esa zona se originaron el viernes por la tarde y se extendieron ampliamente durante el fin de semana, destrozando seis hogares; actualmente, hay más de 10.000 edificios amenazados y el incendio está contenido en un 10 %.
La situación llevó esta semana al gobernador de California, Jerry Brown, a declarar el estado de emergencia para los condados de Riverside y Shasta, al igual que para el condado de Mariposa. El sábado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el estado de emergencia para California, lo que supone que el Gobierno federal prestará asistencia adicional.
En cualquier caso, la de California es una tragedia repetida: según los datos de Cal Fire, la de 2017 fue una de las temporadas de incendios más devastadoras, con 46 muertos y cerca de 559.000 hectáreas consumidos a causa de cerca de 9.000 fuegos forestales que destruyeron 10.800 estructuras.