Malasia reconoce que no puede aclarar la desaparición del MH370 ni descarta la participación de terceros
- Los investigadores no son "capaces de determinar la verdadera causa de la desaparición" del avión sin los restos
- Tampoco descartan la participación "de una tercera parte" en el suceso por el que 239 personas desaparecieron en 2014
Las autoridades de Malasia han presentado este lunes un informe a los familiares de los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines MH370 desaparecidos el 8 de marzo de 2014 en el que no se aclara la desaparición de las 239 personas a bordo del avión, ni tampoco las causas. Así lo ha asegurado el jefe de la investigación oficial, el malasio Kok Soo Chon, que ha lamentado que "el equipo no es capaz de determinar la verdadera causa de la desaparición del MH370".
En rueda de prensa, Chon ha señalado que el avión, que se dirigía a Pekín desde Kuala Lumpur, cambió de rumbo de forma manual: "El cambio de rumbo no se debió a anomalías del sistema mecánico. Se hizo de manera manual y no con el piloto automático", ha explicado. Por eso, no pueden "excluir la participación de una tercera parte" en el suceso, mientras que reconocen que el sistema de radares incumplió la normativa al no mantener un registro continuado del recorrido.
Sin embargo, los investigadores han admitido que desconocen el motivo del cambio de rumbo ante la falta de pruebas y que "la respuesta solo podrá ser concluyente si se encuentran los restos". "No hemos encontrado el fuselaje. No hemos encontrado víctimas. ¿Cómo puede ser el informe final?", se ha preguntado Chon.
Descartan la acción de la tripulación
En el documento de 495 páginas concluye además que los miembros de la tripulación no tenían ningún antedecente psicológico que pudiese haber motivado el desvío de la trayectoria del avión. La última comunicación que se tiene del vuelo corresponde al piloto y capitán Zaharie Ahmad Shah, que se despidió con un "buenas noches, Malaysian 370" cuando la nave salió del espacio aéreo malasio. Según un informe final elaborado por Australia, Zaharie habría practicado una ruta similar a la que tomó el avión en un simulador en su casa seis semanas antes del vuelo, a pesar de que la Policía de Malasia no detectó ninguna actividad inusual en su simulador.
En cambio, según ha explicado Kok, los investigadores no creen "que fuera un hecho cometido por los pilotos", pero, de momento, ha insistido en que no descartan ninguna posibilidad. Del mismo modo, el jefe malasio de las pesquisas ha asegurado que se ha analizado el historial de todos los pasajeros con las autoridades de 15 países sin detectar ningún indicio criminal.
Misterio sin resolver cuatro años después
El informe no resuelve las principales incógnitas de los familiares y solo aporta detalles a la documentación anterior. De hecho, la investigación no se da por concluida, aunque el documento sirve para analizar y ampliar la información previamente publicada y dar "recomendaciones de seguridad", como la mejora de la eficacia de los transmisores de localización de los aviones comerciales o aumentar los exámenes psicológicos de pilotos y tripulación.
Se cree que, tras cambiar de dirección, la aeronave terminó por estrellarse en el sur del oceáno Índico a los 40 minutos de vuelo. Cuatro años después, sus restos no han sido localizados más de cuatro años después del suceso, aunque se han encontrado 27 fragmentos del aparato en Mozambique, Reunión, Mauricio, Sudáfrica y la isla Pemba (Zanzíbar), lo que apunta a que podrían haber sido arrastrados por las corrientes del Índico.
Según los análisis oficiales, los tres trozos hallados en Reunión, Mauricio y Pemba son del avión, mientras que otras siete piezas -incluidas partes del interior de la cabina- lo son "casi con seguridad" y ocho lo son "con alta probabilidad". La búsqueda del aparato está ya paralizada, después del rastreo de 120.000 kilómetros cuadradas en el área donde los expertos consideran que fue más probable que se estrellara el avión. El pasado mes de enero, la empresa estadounidense Ocean Infinity barrió unos 80.000 kilómetros cuadrados en otra zona pero, tras 90 días infructuosos, Malasia suspendió la búsqueda y no la retomará hasta que encuentren nuevas evidencias.