"El sector del taxi, igual que el resto, debería replantearse su futuro"
- Los taxistas mantienen la huelga mientras Fomento se reúne con las comunidades autónomas
- En Madrid, los usuarios del aeropuerto de Barajas y las estaciones de tren y autobús son los principales afectados
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Los taxistas mantienen su huelga con la atención centrada en la reunión entre el Ministerio de Fomento y las comunidades autónomas para tratar de atajar el problema entre este sector y el de los vehículos con conductor (VTC), que agrupa a firmas como Uber y Cabify. A la espera de obtener un "compromiso claro" de Fomento, el grueso de las movilizaciones en Madrid ha vuelto a concentrarse en su arteria principal, el Paseo de la Castellana, al igual que ha sucedido en las grandes ciudades españolas, como la Gran Vía de Barcelona o la calle Colón de Valencia. [Más información: El conflicto del taxi y los VTC, en seis preguntas.
En agosto la actividad de Madrid se reduce habitualmente a mínimos, y por ello en este primer día de mes las mayores complicaciones de la huelga de los taxistas no han sido las derivadas del bloqueo de La Castellana, sino que estas se han producido en los verdaderos centros neurálgicos de los desplazamientos veraniegos, como son el aeropuerto de Barajas y las estaciones de tren y autobús. En la estación de tren de Atocha, la más importante de la ciudad, miles de pasajeros llegaban cargados de maletas dispuestos a iniciar sus vacaciones. Han acudido hasta allí en transporte público, VTC o vehículos de familiares o amigos.
“Nos ha tenido que traer un amigo de nuestro hijo”, explican a RTVE María Eugenia y Joaquín, una pareja que viajará en AVE junto con su mascota para pasar unos días de vacaciones, "el transporte público para nosotros no es una opción porque vamos cargados con las maletas y el perro".
Ellos viven en Madrid y habitualmente utilizan el taxi para viajar desde su domicilio hasta la estación. “Creemos que debería haber más servicios mínimos”, opinan sobre la huelga, y, aunque afirman desconocer los detalles del conflicto, sí que tienen claro que “el sector del Taxi, al igual que todos los demás sectores, se debería replantear su futuro”.
Es la misma conclusión a la que han llegado Susana y Nacho, un matrimonio que viaja junto con sus dos hijos a Valencia. "Como usuarios, creemos que el taxi debería modernizarse, y aprovechar esta competencia para mejorar su servicio", declaran a RTVE.es. Para desplazarse hasta Atocha, esta familia ha empleado los servicios de Cabify.
Sin embargo, sus preocupaciones no han finalizado, porque en Valencia se encontrarán con el mismo problema. "Teníamos reservado un taxi desde la estación de Valencia hasta Canet de Berenguer, que es nuestro destino final, y no sabemos qué va a pasar, porque nos han mandado un mensaje esta mañana informándonos de que el servicio estaba anulado", continúan. "Llegaremos a Valencia y una vez allí veremos cómo viajamos a Canet de Berenguer. Intentaremos pedir Cabify o Uber. O si no, tendremos que recurrir a algún amigo".
Ellos contratan habitualmente servicios de taxi, a través de MyTaxi, una aplicación que creen que se adapta muy bien a sus necesidades especiales, ya que Nacho padece una discapacidad visual. Ahora que, debido a la huelga, se han visto forzados a utilizar VTC, barajan esta nueva opción como habitual para sus desplazamientos futuros. Es el efecto colateral de las reivindicaciones, algo de lo que los propios taxistas son conscientes.
"Hemos utilizado Cabify y la verdad es que el cambio lo hemos notado muy bien. Seguramente lo utilicemos más veces. Primero, por la limpieza. Segundo, porque nos acompañan sin hacernos el favor. El conductor nos ha ayudado a llevar las maletas hasta el interior de la estación no como un favor, sino como un servicio que ya está incluido en el precio", explica Susana.
"Otra ventaja es que el precio es cerrado, y no hay sorpresas. Cabify a veces es más barato, pero no siempre. Así que no es tanto una cuestión de precio como de servicio", añade Nacho.
Diferencia de precios
En otras ocasiones, la diferencia de precio sí que es algo que aprecian los usuarios. Es el caso de Elena, que viaja por vacaciones y hoy ha tenido que contratar Uber por primera vez. “Comparando los precios se nota muchísimo la diferencia. Es mucho más barato Uber, ya que por el mismo trayecto hasta Atocha un taxi te cuesta veinte euros y, con Uber, ocho”, cuenta a RTVE.es.
Aún así, esta viajera comprende a todas las partes implicadas en el conflicto. “La huelga es complicada, creo que los taxistas tienen razón parcialmente, pero las empresas privadas también tienen derecho a ofrecer el servicio de coches privados”.
Quejas de "agresividad"
Así, la huelga del sector del taxi ha motivado el incremento de los servicios de VTC. La estación de Atocha es un goteo constante de llegada de estos vehículos, a los que se puede reconocer fácilmente por sus distintivos en forma de pegatina de color rojo. Dejan a sus clientes o los recogen, siempre mirando de reojo al pequeño grupo de taxistas que se concentra en su parada habitual para exteriorizar de manera pacífica su movilización y prestar servicios mínimos.
A estos conductores de VTC les cuesta hablar con los medios de comunicación, y solo acceden a hacerlo bajo la promesa del completo anonimato. "Todo el mundo tiene derecho a reclamar sus derechos, pero no son las formas correctas por parte de los taxistas", confiesa uno de ellos, sin bajarse del automóvil.
"Son muy agresivos, nos destrozan los coches, intentan abrirnos las puertas para pegarnos a nosotros o meternos petardos, nos rompen los retrovisores… Yo eso lo he vivido, he tenido que cambiar de coche dos veces y así no se pueden hacer las cosas”, prosigue, y concluye: “Realmente ellos tienen razón, han pagado sus licencias que son muy costosas. Pero tal y como lo están haciendo pierden la razón”.
Convivencia
Otro conductor que trabaja para Uber cree que la resolución del problema es, sobre todo, administrativa. “Los taxistas tienen que solucionar la diferencia del coste de las licencias con el Gobierno, no con nosotros que no tenemos nada que ver”, opina a través de la ventanilla de su coche. “Deben adaptarse a los nuevos tiempos, pero creo que podemos convivir”.
La comprensión del motivo de las quejas de los taxistas por parte del sector de los VTC parece generalizada, aunque también la creencia de que hay espacio suficiente para todos. “Entiendo el coste de las licencias que hemos pagado cada uno, tanto a ellos como nosotros, todos tenemos familias y pienso que en Madrid hay trabajo para todos", declara a RTVE.es otro conductor, este de Cabify. "Espero que les den una solución, pero que no nos perjudiquen a nosotros, porque creo que todos podemos llegar a convivir sin problemas”.
Ni para Uber ni para Cabify
Y hay un tercer gran grupo dentro del sector VTC, que son aquellos que no trabajan ni para Uber ni para Cabify. “Los VTC que no trabajamos para las aplicaciones que han creado la polémica estamos en un limbo legal. Se nos está metiendo en el mismo saco cuando en realidad no somos lo mismo, de hecho nunca hemos tenido ningún problema con los taxis”, explica Andrés.
Este conductor apoya a los taxistas en una de sus principales reclamaciones: “Soy totalmente partidario de que se aplique la proporción de una licencia VTC por cada treinta licencias de taxi”. Aunque cree que la solución es dificil, puesto que para alcanzarla habría que retirar licencias VTC y eso “ahora no es viable, hay demasiada gente que ha pagado cantidades importantes de dinero para ganarse la vida con el mismo derecho que los taxistas”.
Javier, otro de estos conductores que no presta sus servicios para Uber o Cabify, cree directamente que no puede haber consenso en este asunto. “No veo solución posible porque no va a ser satisfactoria para nadie", confiesa a RTVE.es. "Lo mejor es que haya una limitación, si han dado demasiadas licencias deben retirar las últimas, y de eso se tiene que hacer responsable el Estado, que es el que ha otorgado las licencias”.
"Los taxistas estamos luchando contra un gigante"
Los taxistas también hablan de convivencia, pero creen que los perfiles deben estar más claros. "Nosotros siempre hemos trabajado con VTC sin problema: con servicios de gran turismo, funerarias… Lo que pasa es que ahora quieren ser taxistas. ¿Qué quieres ser taxista con una VTC? Pues cómprate una licencia de taxi", cuenta a RTVE.es Marco Antonio Montilla, que forma parte del pequeño grupo apostado frente a la puerta de "Llegadas" de la estación de Atocha.
"No estamos en contra de los conductores de VTC, estamos en contra de que no se cumpla la ley. La ley dice que el ratio sea de un VTC por cada treinta taxis, y en Madrid estamos en un VTC por cada cuatro taxis. Y esta cifra es la real", continúa.
"Nosotros no queremos la huelga. Ni sabemos ya el dinero que llevamos perdido. Y encima les hemos dado alas a las VTC", valora sobre las movilizaciones. Aunque si una cosa tiene clara este taxista en el actual conflicto es la dimension de aquel que considera su enemigo: "Uber es un lobby brutal. Detrás hay mucho dinero e intereses. Estamos luchando contra un gigante".