'Cara o cruz', cómo convivir con la ciclotimia
- Un cómic lleno de humor y sensibilidad que combina autobiografía y divulgación científica
- La dibujante Lou Lubie dedica el libro a otras personas en su misma situación
Si muchas enfermedades del cuerpo son difíciles de curar y diagnosticar, imagináos las de la mente. Además, los pacientes no saben cómo enfrentarse a este tipo de patologías que muchas veces ni siquiera pueden comprender. Por eso es tan recomendable el cómic Cara o Cruz (Norma editorial), una crónica en primera persona sobre la ciclotimia de la joven autora francesa Lou Lubie.
Un cómic que la autora decidió hacer cuando le diagnosticaron ciclotimia y se sintio completamente perdida; porque todos hemos oído alguna vez esa palabra (una especie de trastorno bipolar, más suave pero también más crónico) pero ninguno sabemos exactamente qué significa ni qué podemos hacer para combatirlo. Y, como todas las enfermedades mentales, es muy difícil de diagnosticar.
Por eso Lou Lubie decidió dibujar su experiencia, lo que le sirvió para comprender mejor lo que le pasaba. Una forma de asimilarlo pero también de compartirlo con otras personas que estén en su misma situación, para que comprendan fácilmente lo que les pasa y cómo puede sobrellevarse. Porque compartir los problemas también sirve para solucionarlos.
Para ello, Lou creó una historia llena de humor, sensibilidad y ternura, imaginándose a la ciclotimia como un pequeño zorro salvaje atrapado en su cerebro. Un zorro negro en los momentos de tristeza o angustia, y rojo en los de euforia o felicidad. Un símbolo dual que nos ayuda a comprender sin esfuerzo el estado de ánimo de la protagonista en cada instante.
Pero... ¿Se puede domesticar a ese zorro o, por lo menos, convivir con él? Las respuestas están en esta obra que combina autobiografía y divulgación científica. Y mucho humor, porque el humor siempre ha sido una de las claves para superar cualquier enfermedad.
Descubriendo la enfermedad
Lou Lubie sintió durante la adolescencia que algo no funcionaba bien en su interior. Consultó a familiares y amigos. Visitó a médicos y profesionales de salud mental. Para su desesperación, no obtuvo una única respuesta. Cada persona le ofreció un diagnóstico distinto. Cuando finalmente descubrió que tenía ciclotimia, la autora afirma que nada cambió por no saber qué quería decir aquella palabra tan extraña. Tuvieron que pasar años de lecturas y búsqueda de información hasta que pudo empezar a comprender qué le pasaba. Como resultado de esa experiencia decidió escribir un cómic. Cara o cruz es, según Lou Lubie, el libro que hubiera deseado leer cuando se encontraba perdida.
Cara o cruz pone de manifiesto uno de los grandes problemas en el ámbito de la salud mental. Ante una misma situación, distintos profesionales pueden dar diagnósticos muy distintos. En función de su formación –psicoanalítica, cognitivo-conductual, biologicista…-, sus conclusiones ante unos mismos síntomas pueden llegar a ser completamente alejadas unas de otras. La variabilidad de diagnósticos genera una gran inquietud en un paciente que se siente completamente perdido. Esta es la situación que tuvo que vivir Lou Lubie.
En Cara o cruz plasma la variabilidad de juicios ante su ciclotimia. Su médico de cabecera concluyó que se trataba de una depresión. Un psiquiatra le recomendó trabajar su felicidad. Una psicoterapeuta le recomendó hacer esculturas. Otro médico le dijo que era demasiado joven para tener una depresión. Un nuevo psiquiatra le enseñó a gestionar el estrés y le recetó ansiolíticos. Una psicóloga especialista en terapias cognitivo-conductuales le habló de la posibilidad de un trastorno del estado de ánimo y por primera vez mencionó la ciclotimia.
Tras un intento de suicidio, una nueva psiquiatra le dijo que era imposible que fuera bipolar, que su problema era de fobia social. Otro psiquiatra afirmó que era bipolar. Cansada de tanto diagnóstico contradictorio, al cabo del tiempo se informó por su cuenta a través de libros y de Internet para acabar descubriendo que se trataba de ciclotimia. Solo entonces pudo empezar a comprender mejor su enfermedad. Y, con ello, a comprenderse mejor a sí misma.
Un rasgo del temperamento
Lou Lubie desenmascaró la enfermedad que se ocultaba tras su sufrimiento. La ciclotimia es un rasgo de su temperamento. Un temperamento muy difícil de controlar en ciertas ocasiones. También descubrió que forma parte de ella y que no se puede curar. A nivel clínico, la ciclotimia se define como un trastorno del estado de ánimo. No es un trastorno bipolar aunque suele decirse que la ciclotimia es su versión leve. Se caracteriza por una inestabilidad del estado de ánimo que alterna periodos de depresión con otros de euforia. Sin embargo, durante meses, las personas con ciclotimia pueden mostrar un estado de ánimo estable.
La autora recopiló gran cantidad de información sobre su trastorno. Como resultado de ese esfuerzo nació Cara o cruz, obra divulgativa en que plasma su historia personal y nos explica qué es la ciclotimia. Asistiremos a sus primeros síntomas durante la adolescencia, sus esfuerzos por poner un nombre a la causa de su sufrimiento, sus primeras visitas a profesionales y el largo recorrido hasta encontrar por su propia cuenta la definición más cercana a su situación personal. Y, a partir de ahí, leeremos una exhaustiva representación del origen de este trastorno, su naturaleza, características principales y todos los datos necesarios para comprender de qué trata.
En estos últimos años muchos autores han hablado sobre sus enfermedades a través del cómic, que se ha convertido en una especie de terapia creativa para ellos pero también para los lectores que comprendemos mejor cómo alguien se enfrenta a esos momentos difíciles. La posibilidad de acompañar textos y datos con imágenes siempre facilita la recepción de un contenido que puede ser excesivamente complejo de otra manera.
A lo largo de las páginas de Cara o cruz comparten espacio la narración personal de la autora con esquemas, gráficos y datos que facilitan la comprensión de conceptos médicos, psicológicos o científicos al lector. Hay lugar para estadísticas de prevalencia de una enfermedad o para la comunicación electroquímica entre neuronas.También hay espacio para temas tabú como el suicidio o los periodos de depresión. Pero el protagonismo recae en Lou Lubie y su ciclotimia, convertida en esta historia en ese simpático zorro de dos caras.
Un cómic lleno de sensibilidad, conocimiento, fuerza de voluntad, esperanza y mucho sentido del humor.