Masiva recepción en el Palacio de la Almudaina entre gritos a favor y en contra del rey
- Una concentración, promovida por Asamblea Soberanista de Mallorca, a favor de "los presos y exiliados políticos" catalanes
- Al otro extremo, se han situado los convocados por Sociedad Cívica Balear, que superaban las 200 personas
Los reyes, junto con doña Sofía, han presidido la recepción a la sociedad balear en el Palacio de la Almudaina de Palma, a la que han asistido alrededor de 450 personas y que ha estado marcada por las dos concentraciones que ha habido en el exterior del edificio a favor y en contra de Felipe VI.
Don Felipe y doña Letizia han querido mostrar su cercanía y compromiso con el archipiélago con un acto en el que la representación institucional ha estado encabezada por la presidenta autonómica, la socialista Francina Armengol.
Una vez más, han rechazado la invitación del jefe del Estado los cargos políticos de Podemos y de MÉS, las formaciones que dan apoyo al Gobierno autonómico, por su postura contraria a la monarquía.
El presidente del Parlament balear, Baltasar Picornell, de Podemos; el del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat; y el alcalde de Palma, Antoni Noguera, ambos de MÉS, son las principales autoridades que no han asistido al acto.
La recepción de este año ha estado precedida por las protestas que ha habido en el exterior del palacio, a un lado y otro de la Catedral.
Una de las concentraciones ha estado promovida por la Asamblea Soberanista de Mallorca en favor de "los presos y exiliados políticos" catalanes, del derecho a decidir y de la devolución del Palacio de Marivent. Con lazos amarillos, banderas republicanas y "esteladas", han coreado consignas como "Libertad, presos políticos".
Al otro extremo, se han situado los convocados por Sociedad Cívica Balear, que superaban las 200 personas. Este grupo ha gritado "Viva España, viva el rey", "Soy mallorquín, no catalán" y "Picornell, dimisión, aprende español".
A la llegada de los reyes a las puertas de la Almudaina, han arreciado los abucheos y los aplausos de unos y otros, sin que se hayan registrado incidentes.
Don Felipe y doña Letizia no se han acercado esta vez a estrechar la mano de las personas que estaban detrás del cordón de seguridad, algunas ajenas a las dos concentraciones, y se han limitado a saludar al bajarse del coche.