Macri afirma que el debate sobre el aborto va a "continuar" en Argentina tras el rechazo del Senado
- El rechazo genera protestas en todo el mundo y preocupación por los más de 350.000 abortos clandestinos anuales
- Amnistía Internacional: "Es un retroceso imperdonable" y "una oportunidad desperdiciada" para dar ejemplo
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El rechazo a la despenalización del aborto por el Senado argentino no solo deja reacciones de crítica en países latinoamericanos y de todo el mundo, donde colectivos diversos han protestado contra esta situación. Organizaciones como Amnistía Internacional también han manifestado su preocupación por el problema sanitario y social derivado de la práctica del aborto clandestino, cuyo número se eleva a 354.627 anuales, según el Ministerio de Salud.
Desde el Gobierno, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha asegurado este jueves que el debate sobre el aborto va a "continuar", horas después de que el Senado rechazase un proyecto para legalizarlo, y apostó por distribuir anticonceptivos de larga duración para frenar los embarazos no deseados.
"El problema está y tenemos que seguir trabajando para que todas esas chicas realmente tengan la posibilidad de elegir", afirmó el mandatario en declaraciones a la prensa tras mantener una reunión de Gabinete en la Casa Rosada, sede del Gobierno en Buenos Aires.
El proyecto ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados en junio pasado para garantizar el aborto legal, seguro y gratuito en el país, con el voto en contra de 38 legisladores frente a los 31 que estuvieron a favor. Para Macri, se trata de uno de los debates "que comienzan y que van a continuar" porque los argentinos están "madurando" y "entendiendo lo que es vivir en democracia" y "escuchar al otro".
Más de 350.000 abortos clandestinos al año
Asimismo, para hacer frente al elevado número de abortos clandestinos -354.627 al año, según el Ministerio de Salud-, consideró "muy importante" seguir trabajando en una formación integral de los profesores de las escuelas que incluya "el capítulo de la educación sexual".
El presidente también insistió en la necesidad de distribuir métodos anticonceptivos de larga duración en el país porque son "mucho más efectivos en estos temas" y hacerlo, especialmente, en las provincias del norte y la de Buenos Aires, que son las que registran una mayor cantidad "de embarazos no deseados".
La iniciativa, que impulsa la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito desde hace 13 años, busca despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
AI: pudo ser una "oportunidad histórica"
"Los legisladores argentinos eligieron hoy dar la espalda a cientos de miles de mujeres y niñas que se manifestaron por sus derechos sexuales y reproductivos", ha expresado este jueves la directora ejecutiva de Amnistía Internacional (AI) en Argentina, Mariela Belski, en un comunicado.
Según la ONG, con su rechazo el Senado argentino ha desperdiciado una "oportunidad histórica" para el ejercicio de los derechos humanos de mujeres y niñas, así como para ser un ejemplo para la región.
El "no" de los senadores al proyecto perpetúa un sistema que lleva a continuar con los abortos "clandestinos e inseguros". Esto, agregó Belski, hace que continúe "el circulo de violencia que se ejerce contra las mujeres, niñas y personas con capacidad de gestar". Pese a que el Poder Ejecutivo "había dado una señal al abrir el debate", el Legislativo "no ha estado a la altura de las circunstancias", apuntó.
La directora para las Américas de Amnistía, Erika Guevara Rosas, opinó que Argentina ha dejado pasar "una oportunidad histórica de convertirse en un ejemplo para la región" y continuar el camino comenzado, por ejemplo, por Uruguay o Ciudad de México.
La Iglesia argentina celebra el rechazo
Por otro lado, la Conferencia Episcopal Argentina ha celebrado el rechazo y ha apostado por asumir un "compromiso social" con las personas más vulnerables. "El diálogo ecuménico e interreligioso ha crecido en este tiempo aunando esfuerzos para proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural", afirmó el episcopado argentino en un comunicado.
Asimismo, mostraron su agradecimiento a "hombres y mujeres", senadores, organismos e instituciones "que se han pronunciado en defensa de la vida" y, especialmente, a los pobres, que siempre "enseñan a recibir la vida como viene y a saber cuidarla, porque es un don de Dios".
"Se trata ahora de prolongar estos meses de debate y propuestas en la concreción del compromiso social necesario para estar cercanos a toda vida vulnerable", señaló la Conferencia Episcopal antes de señalar los "grandes desafíos pastorales" que deben asumirse.
En esa línea, apostó por la educación sexual responsable, el acompañamiento a mujeres embarazadas vulnerables o la atención "a personas que han pasado por el drama del aborto", entre otras medidas.
La sesión parlamentaria en el Senado duró alrededor de 16 horas y causó una gran movilización feminista en las calles aledañas, en otros puntos del país y en ciudades de todo el mundo.
El Código Penal vigente desde 1921 considera el aborto un delito, aunque contempla que "no es punible" cuando es necesario evitar un peligro para la salud de la mujer o cuando el embarazo es consecuencia de una violación.