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Muere el escultor José Luis Sánchez a los 91 años, uno de los pionero de la abstracción en España

  • Su rica trayectoria le consagró como uno de los grandes escultores del siglo XX
  • Su obra también estuvo impregnada de nociones próximas a la arquitectura

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Foto de archivo, fechada en su estudio de Pozuelo de Alarcón el 27/05/09, del escultor José Luis Sánchez Fernández
Foto de archivo, fechada en su estudio de Pozuelo de Alarcón el 27/05/09, del escultor José Luis Sánchez Fernández

El escultor y académico José Luis Sánchez, uno de los renovadores de la escultura en España, ha fallecido este miércoles a los 91 años de edad en Madrid, donde este jueves ha sido incinerado. Nacido en Almansa (Albacete) el 6 de diciembre de 1926, el artista fue uno de los grandes escultores del siglo XX, con una rica trayectoria como reflejan sus obras en museos y en espacios públicos, iglesias y calles.

Pionero de la abstracción en la escultura y en el uso de materiales, que siempre determinaron su obra, yeso, mármol, bronce, acero, barro cemento o vidrio, Sánchez fue uno de los referentes en introducir las vanguardias artísticas en la iglesias españolas desde los años 50.

"El artista intenta dar forma a sus sueños. La escultura es un dibujo edificado en el aire, en el vacío", decía Sánchez, que siempre trabajó y buscó el silencio de su taller y al que sus íntimos le llamaban Pepus.

Perteneciente a la generación de los 50, la de Chillida, Chirino o Ferrant, con los que renovó la escultura, y muy cercano a Pablo Serrano y al grupo El Paso con Canogar, Antonio Saura, Manolo Millares o Luis Feito, Sánchez estuvo también muy interesado por la arquitectura.

Uno de los grandes escultores del siglo XX

Estudio en Roma, Milán y París e ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid en 1950, adonde había llegado para instalarse en su adolescencia, aunque tuvo que regresar a su lugar de origen tras el estadillo de la Guerra Civil. En Madrid se licenció en Derecho por la Universidad Central en 1953 e incluso estudió para juez.

De su época de estudio en la Escuela de Bellas Artes y Oficios de Madrid, con Angel Ferrant, son sus series "Cabezas" en yeso, "Maternidades" y "Torsos".

Tras decidir dedicarse a la escultura, se traslada a Italia en 1954, gracias a una bolsa de viaje de la Dirección General de Relaciones Culturales, y en Milán estudiará con el escultor Romano Rui y el arquitecto Gio Ponti. Además, en Roma hizo estudios de cerámica con los hermanos Cascella. Más tarde ampliará sus estudios en París, en el Taller de Cerámica de Pierre Canivet.

En 1959, en Madrid, para la última capilla de la parroquia de la Paz, construida por el arquitecto Rodolfo García-Pablos, José Luis Sánchez realizó el grupo escultórico del "Bautismo de Cristo", para el baptisterio. Esta obra, construida en hierro, cemento y chapa de cobre, significó el inicio de la renovación en el uso de los materiales en la escultura española del siglo XX.

Más de 50 exposiciones individuales y guiños a la arquitectura

Su obra se ha mostrado en diversas exposiciones, entre ellas, la Nacional de Bellas Artes de 1954, donde obtuvo la Tercera Medalla de Escultura. También participó en la XXVII Bienal de Venecia en 1954 y en 1957; y en la Tercera Bienal Hispano-americana, celebrada en Barcelona en 1956 y en 1981 se expuso una retrospectiva de su obra en el Palacio de Cristal de Madrid.

Con más de 50 exposiciones individuales, entre su producción artística destacan los relieves en aluminio para el complejo Ensidesa, en Avilés; los relieves de piedra para el Mercado Nuevo de Segovia; los grupos escultóricos y figuras para el Sanatorio La Rosa y la Residencia Laboral de Madrid; las decoraciones en cerámica o hierro para la Feria del Campo de Madrid; o la Catedral de Tánger.

Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1987 y nombrado en 2009 hijo predilecto de La Mancha, la obra de Sánchez está impregnada de nociones próximas a la arquitectura, fruto de su colaboración con arquitectos como Miguel Fisac, Javier Carvajal o José Luis Fernández del Amo, a los que conoció tras fijar su residencia en Madrid en 1955.

La obra del artista puede encontrarse en varias partes del mundo, así como en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, en el Museo Provincial de Albacete, y en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid.