Los vigilantes ratifican el intento de atropello del miembro de la Manada tras robar unas gafas de sol
- Según la defensa "no puede hablarse de robo con violencia sino de hurto" por lo que solicitará su puesta en libertad
Los cuatro vigilantes de seguridad que intentaron parar al miembro de la Manada Ángel Boza tras robar unas gafas de sol en un centro comercial de Sevilla el pasado 1 de agosto han ratificado ante el juez Jua el "intento de atropello" por parte de éste al salir del aparcamiento tratando de huir.
El juez Juan Gutiérrez Casillas, que instruye el caso, decretó entonces su ingreso en prisión, apenas un mes después de que saliera en libertad condicional a la espera de que se resuelva el recurso a su condena a 9 años de prisión por abusos sexuales a una joven en los Sanfermines de 2016 junto a los otros cuatro miembros de la Manada.
Según ha explicado a la salida su abogado, Agustín Martínez, han declarado tres vigilantes que intervinieron en la retención de Boza y un cuarto encargado de las cámaras de seguridad de los grandes almacenes.
Todos ellos han ratificado el contenido de su denuncia, si bien el letrado ha calificado de "bastante exagerado el hablar de un intento de atropello" pues "se produce un intento de pararlo y como consecuencia en algún momento un roce al salir del aparcamiento, de eso a un intento de atropello hay un salto de calidad importante".
Además, el informe del forense sobre las lesiones sufridas por uno de los vigilantes indica que éstas son "prácticamente nulas" ya que "no hay lesiones" sino "un rocetón". Por ello, para el letrado "no puede hablarse de robo con violencia sino de hurto" por lo que en septiembre -ya que el juez coge ahora las vacaciones tras estar hoy de guardia- solicitará su puesta en libertad, que a su juicio "debe ser relativamente rápida".
Según ha explicado, hay grabaciones de lo ocurrido en el interior de los grandes almacenes, El Corte Inglés de la céntrica Plaza del Duque de Sevilla, pero no de lo sucedido a la salida del aparcamiento.
El juez también ha tomado declaración como testigo al representante legal del establecimiento, que no ha presentado reclamación por la sustracción, ya que las gafas de sol -valoradas en 200 euros- fueron recuperadas tras la detención de Boza, al tiempo que tampoco el vigilante de seguridad ha presentado reclamación por las lesiones.